
Si ya es difícil orientarse como lector en el mundo de la literatura actual, especialmente en la ficción, hacerlo en el de los libros autoeditados puede ser una quimera. De ahí que el descubrimiento de Salvar a Mir, de Natalia Rey Navarro, tenga que subrayarse y celebrarse. Y agradecer al Ateneu Llibertari de Gràcia, primer lugar donde se presentó y de cuya biblioteca tomé prestado este ejemplar, el haberlo acercado al público.
Es un texto que seduce desde el principio. Así, leemos con una sonrisa cada una de las aventuras de Ana, una niña recién llegada a Barcelona: en su barrio, en la escuela, en ese descubrir la vida a principios de los años 70. Observamos sus primeras incursiones en el amor, la amistad, la sexualidad, el activismo, la política… E intuimos que hay mucho de verdad en lo que se cuenta. Reconocemos anécdotas y personajes, unas veces con sus nombres reales, otras no.
Desde esta perspectiva, es un libro hasta cierto punto generacional, donde los lectores nacidos en los años 60 del siglo pasado y que comparten por tanto muchas de las vivencias de la autora, se identificarán con buena parte de los referentes sociales y culturales que transitan por la obra. Si además son lectores familiarizados con las leyendas del anarquismo peninsular, el grado de comunión será aún mayor.
Y es que poco a poco lo libertario cobra en la historia una relevancia creciente. En ese contexto, la protagonista va madurando a fuerza de golpes, entre debates teóricos y escisiones, mientras en su universo personal debe confrontar su idealismo romántico con una realidad más compleja, que en ocasiones incluye actitudes machistas, invasivas y nocivas.
Al narrar sus experiencias, se establece un diálogo entre la Ana impulsiva que vive los hechos y aquella más autocrítica que los escribe en un momento posterior, desde el que los presenta reflexionados. Todo ello aderezado con unas más que bienvenidas dosis de ironía, de reírse de sí misma y de los referentes propios.

ISBN: 9788413318035
Formatos: Tapa blanda
Tamaños: 15×21
Páginas: 126
De repente, la trama se acelera, el género literario se transforma y el lector se encuentra inmerso en la Barcelona de 1937, quizás el contexto más mítico para esa generación de la que hablábamos y que se reconoce tanto en la CNT de entreguerras como en el POUM. En este sentido, la misión que tiene encomendada Ana en su viaje en el tiempo no puede ser más simbólica: salvar la vida de Joan Mir, para que este pueda liderar en el futuro una CNT renovada e inclusiva.
De Joan Mir se cuenta que fue secretario general de la CNT en los años 20, después de Evelio Boal. Que posteriormente se hizo miembro destacado de la Internacional Sindical Roja. Que en su ficha policial constaba como maestro y peligroso delincuente. Que trabajaba como traductor, especialista en ruso. Y que fue un precursor en lo de la cuestión nacional (es decir, que defendía el derecho de autodeterminación) desde una óptica de izquierdas. Como el lector habrá ya adivinado, se trata, evidentemente, del alter ego de Andreu Nin, aunque por alguna razón se omite mencionar su dimensión como esperantista.
Este viaje en el tiempo es una idea muy sugerente, quizás no tratada en Salvar a Mir con toda la profundidad que merecería, pero que invita en cualquier caso a imaginar una cantidad de futuros posibles o escenarios alternativos, basados en una serie de preguntas contrafácticas. ¿Qué era lo que había que cambiar en 1937 para evitar lo que finalmente aconteció? ¿Qué habría pasado si la izquierda se hubiera mantenido unida? ¿Qué papel habría tenido un personaje como Andreu Nin en la transición a la democracia en España?
No sería apropiado desvelar aquí si Ana tendrá éxito o no en su empresa. Baste señalar que es un libro que se lee rápido, de un tirón. Y que deja con ganas de más. Por suerte, me cuentan, hay una segunda novela cuyos últimos flecos está puliendo la autora y que rebosa el mismo talento y sensibilidad que la aquí reseñada.
Os agradezco muchísimo vuestra amabilidad de dedicarme una reseña. Un abrazo libertario.
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Eres maravillosamente libertaria y catalana… adoro tu novela en ella aprendí mucho más de las españas y de las vivencias de mi generación en tu tierra. Gracias.
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