Biografías Guerra civil Española

Un trabajo pone nombre al asesino de Antonio Martín Escudero: Emili Solé Cristofól

Mutaciones históricas

Siempre es de agradece la aparición de determinados libros de historia, en especial los referidos a temas que todavía no están resueltos del todo. Como es el caso de: La Cerdaña republicana i antifranquista, Joan Solé Cristòfol (Bellver, 1899-1994), obra de J. M.Solé Sabaté.1 De ahí que resulte llamativo advertir que el autor se ha dedicado en su nuevo trabajo a reescribir determinadas historias, utilizando el clásico método de desnudar a un “santo”  para vestir a otro.

Portada libro, (sacada de Imagénes de Internet)

Eso sí, haciendo desaparecer de su anterior historia a un personaje determinado que ya había estado en discusión por otros autores,2 pero al cual precisamente el mismo autor citado le habia dado protagonismo máximo, al asignarle durante décadas el papel de asesino de Antonio Martín Escudero, el 27 de abril de 1937, para ahora de forma sorprendente reemplazarlo por uno nuevo. En su caso por un personaje nunca nombrado y totalmente distinto al anterior, al ser natural de Bellver

 Dado que el actual “malo” de la historia, resulta ser, en la nueva versión, un familiar muy próximo al personaje que Solé Sabaté ha decidido subir a los altares, en su caso al antiguo alcalde de Bellver Joan Solé Cristofól, según dicho autor, un “héroe” local. Cambio radical de personaje que en la obra actual, su autor no justifica en ningún aspecto.  

Justificación que se pierde de nuevo, al hacer desaparecer también de la historia y del mismo modo sin explicación, el testimonio de un autor anterior, Francesc Viadiu, que en su caso fue testigo de los Hechos de Bellver de 1937, al haber sido Viadiu el primero que habló en su día sobre el primer supuesto asesino de Antonio Martín. Testimonio muy creible al haber sido Viadiu el Jefe de Orden Público de Lérida durante la guerra.3

Los tres hermanos Solé

Remarcando que el actual autor de semejante desatino, es el mismo que ha estado atrincherado en el asunto de la autoria del asesinato, de forma inamovible, al igual que en todo lo que hace a los Hechos de Bellver de abril de 1937,  durante casi 36 años. Por ello la pregunta debería ser cual ha sido la causa que en la actualidad obedece a cambios tan radicales. Y la única que se nos ocurre es un vulgar cargo de conciencia.

Al sospechar que dicha autoría Solé Sabater ya la conocía desde hace mucho tiempo, al haber tenido trato y amistad antigua con muchos de los protagonistas de uno de los bandos de los Hechos de Bellver, y muy en particular con toda la familia Solé Cristófol. Que en su caso se componía de tres hermanos, Joan, Emili y Esteve, personajes que antes de la guerra civil española tenían como profesión la de ganaderos.

 Y los tres librados “milagrosamente” de ir a la guerra, cuando menos dos de ellos, Joan y Emili. El primero, Joan, y según opinión de Solé Sabaté, por ser de forma ininterumpida  autoridad, al haber sido alcalde, comisario comarcal…etc. y en su caso por segunda vez al haber sido antes desertor del ejército español cuando la guerra del Rif. El segundo, al apuntarse, tras el asesinato de Antonio Martín, como mozo de escuadra, ante el temor a las  posibles represalias de sus enemigos. Cuyo ingreso en dicho cuerpo se confirmó, al aparecer su nombre y filiación en la ley de Amnistía de los funcionarios de la Generalitat de Catalunya, en enero de 1980, que apareció en el Diari de la Generalitat nº 41, donde se le reconocía como mozo de escuadra de 2ª, jubilado el 6 de mayo de 1959.  Sin que se aporte nada más a dichos datos. Y falto el tercer hermano de noticias por parte de Solé Sabaté, dejándolo en la sombra.

Por otra parte, olvidando referir Solé Sabaté en su nueva obra, que las cabezas simbólicas de los tres hermanos fueron en su día reclamadas por la CNT de Puigcerdá al propio Tarradellas,  en su última visita a la comarca en marzo de 1937, al ser considerados, entre otros personajes locales, unos de los principales responsables de los problemas de aquel territorio.

Y por ello: “… se convino, incluso por parte del entonces primer consejero, camarada Tarradellas, en que dichos individuos serían alejados de aquella Comarca, por haber entendido que sin este requisito, sería en vano intentar sentar un precedente de tranquilidad y de respeto mutuo”.4Motivo más que suficiente para que entre los tres hermanos se creara una gran animadversión en contra de Martín.

 Ante aquella amenaza de destierro, debió motivar a los tres hermanos, para decidir apuntarse a cualquiera de las iniciativas que les plantearon durante aquel período, con tal de acabar con la vida de Antonio Martín Escudero. Y más aún ante el peligro consiguiente de que caso de ser desterrados de sus dominios, pudieran perder su poder ecónomico de aquel momento.

Asunto sobre el cual todavía esperamos que el autor citado hable algún día, pues sigue sin explicarnos las causas auténticas de la implicación de aquella familia al completo, en los Hechos de Bellver, ya que las mismas evidentemente no tuvieron nada que ver ni con el patriotismo ni republicanismo o con el nacionalismo, que ahora Solé Sabaté les adjudica graciosamente.

 El cambio de personaje

El autor del actual “descubrimiento” Josep Maria Solé Sabaté, ya fue en su día coautor junto a Joan Pons i Porta de Anarquía i República a la Cerdanya (1936-1939). El Cojo de Málaga i els fets de Bellver, Publicacions de l’Abadia de Montserrat, 1988. Y ahora autor único de La Cerdanya republicana i antifranquista, Joan Solé i Cristòfol, Generalitat de Catalunya-Memorial Democràtic, 2024. Tal como se puede apreciar  en ambos casos bajo el amparo de editoriales harto conocidas, donde la última ha aceptado la mutación antes mencionada sin rechistar, salvo que a última hora se nos vuelva a  sorprender con la colocación de otra nueva placa más en la entrada de Bellver, a la que ya nos tiene acostumbrado el citado Memorial Democratic. 

Cuestión distinta es que el personaje nombrado por Solé Sabaté en su primera opción, como posible asesino de Antonio Martín Escudero, en su caso l Penja-robes, de nombre Joan Jordá Mallarach, era de por sí un personaje controvertido, y por lo mismo puesto en cuarentena en distintas publicaciones,  o con documentos, a los cuales el autor citado, durante años no había prestado atención alguna. Muestra de ello ha sido su propio silencio al respecto, o en la actualidad al limitarse  a descabalgarlo de su papel principal para poner  en su lugar otro nuevo nombre, sin explicación alguna al respecto de los motivos de su relevo.

 Eso sí, quejoso ahora Solé Sabaté en una de sus últimas entrevistas “de que no se puede escribir historias sin documentos”, se supone que refiriéndose a nosotros.5 De ahí  se infiere que no ha leído nuestro trabajo de 2018, que consta de 670 páginas, entre las que se incluyen 26 anexos, la mitad de ellos documentales, y entre los mismos dos de la policía francesa, referidos en concreto a la emboscada de Bellver, donde murió asesinado Antonio Martín. 

De hecho en aquella misma publicación se demostró que el Penja-robes no fue el asesino de Martín, afirmandose a la par que el personaje del Penja-robes fue una creación literaria del propio Viadiu. Creación que ahora sabemos con total certeza, que para lo único que sirvió en su momento, fue para encubrir la responsabilidad de Emili Solé, el hermano del alcalde de Bellver, en el asesinato de Martín,

Y por lo mismo haciendo reacaer Viadiu de aquel modo en el personaje del Penja-robes toda la responsabilidad. Lo que representó señalarlo directamente con el dedo,  intentando con ello que fueran los propios anarquistas los que lo eliminaran, tal como reconoció en su obra. Objetivo que de haberse cumplido,  hubiera puesto punto final a todas las  sospechaa sobre el papel que había jugado en el asesinato de Antonio Martín, el hermano del alcalde Solé, al existir ya entonces testimonios vivos de su intervención en su propia localidad. 6.  

Pero a todo esto teniendo en cuenta que el Penja-robes era un conocido miembro de ERC ya en 1934 y posiblemente del PSUC en 1936, dada la buena sintonía que el personaje tenía con Josep Más Tió, conocido dirigente del PSUC de Ripoll, en cuya partida del maquis francés el Penja-robes también participó, corroborando con ello su pertenencia a la última ideología.

Documentos correspondientes a Causa General del A.H.N.Subdirección General de los Archivos EstatalesMinisterio de Cultura.España

Folleto editado por Ayuntamiento de Bellver, 1937, Causa General, Pares.

Se alza el telón

Silencio de un profesional, que ha obligado al lector a tener que esperar, nada más y nada menos que 87 años, para poder conocer el nombre auténtico de la persona que asesinó a Antonio Martín Escudero, en Bellver, el 27 de abril de 1937, cuando menos la persona que tenía los  suficientes motivos persanales, la  ocasión y la oportunidad de hacerlo, para apretar el gatillo, pero huyendo cobardemente después de su acción a Barcelona.  Historia que seguro Solé Sabaté ya conocía, cuando menos desde 1988. Pero “descubrimiento” que ahora ha decidido poner al descubierto, aprovechando su libro apologético dedicado en directo a Joan Solé Cristófol, el alcalde de aquella población durante aquellos días, y  hermano mayor del  supuesto implicado. Siendo dicha noticia una de las pocas novedades puntuales que aporta la última obra de Josep María Solé Sabaté.7

Historia de aquella alevosa emboscada de la cual dimos todos los detalles en 2018, rompiendo con ello los argumentos que hasta entonces habían mantenido Pons y Solé, según los cuales Martín había intentado con sus hombres asaltar Bellver, cuando fue abatido. Historia a la que nosotros aportamos, entre otros, dos documentos inéditos procedentes de la policía francesa, en uno de los cuales se explica con todo lujo de detalles cómo se produjo de hecho una doble emboscada contra Martín.8 Hecho que Solé Sabaté se empecina en seguir negando, peor para él.

 Aunque ahora la diferencia es sustancial, al ser el mismo Solé Sabaté el que ha deslizado en su último trabajo que el autor de los disparos que acabaron con la vida de Martín, no fue Joan Jordá Mallarach alias el Penja-robes tal como había mantenido él mismo desde 1988, sino Emili Solé Cristofol, uno de los hermanos del alcalde de Bellver. Dando como justificación que Emili “era un excelente cazador”, como si la muerte de Martín hubiera sido una vulgar  cacería cinegética. 

 Aportando además el testimonio de un vecino del propio Bellver, que en 1937 era todavía un niño, llamado Ramon Salvans, que recuerda que el día 26 de abril por la noche, y  por tanto la vigilia de los Hechos de Bellver, llevó una manta a Emili que estaba de guardia, en un puesto de vigilancia, con vistas al puente del río Segre. O afirmando Solé Sabaté que el día 27 Emili habría disparado de forma precisa hiriendo mortalmente a Antonio Martín.

Y por lo mismo, movido por el lógico temor a las posibles represalias posteriores, Emili huyó de su pueblo,  consiguiendo entrar  en los Mozos de Escuadra, pasando así a formar parte de “la guardia de Companys” (sic)9. Se supone que de la mano de Benet Samper, otro de los muchos implicados en aquella misma emboscada, que ya estaba en el mismo cuerpo.10 Refiriendo también Solé Sabaté que por el mismo testimonio se sabe que había más hombres apostados aquella misma noche, en otra especie de trinchera, en el llamado campo del Dafis.11 

Al dar por bueno Solé Sabaté el testimonio, en su afirmación de que la noche anterior al supuesto asalto por “sorpresa” de Martín a Bellver, ya había un múltiple grupo de personal enemigo de la CNT apostado en los bordes de la carretera que conducía desde el puente a la subida del pueblo, dicho hecho indica que la población era sabedora de que por la mañana Martín pasaría por aquel lugar, tal como ya afirmamos Guillamón y yo mismo en  2018, gracias a tener entonces tres versiones distintas de la emboscada que coincidían en lo mismo.

 A la vista de las dichas versiones, la primera la de un inocente ciudadano al que cogieron en medio, al intentar explorar el posible camino para poder huir de la guerra, que cayó en la emboscada del puente, de la que se libró de morir de milagro.12 Siendo la segunda versión la de un grupo de pistoleros enviados por Aiguadé que participaron en la emboscada propiamente dicha, y la tercera el informe policial francés. Por ello, la inmortal fábula de Bellver,13 según palabras del historiador francés Blanchon, se desmorona, ya que, por ejemplo, los testimonios de Bellver no merecen la misma credibilidad que los de la policía francesa, porque estos últimos no tenían ningún interés especial en aquel asunto, a gran diferencia de los habitantes de Bellver que, aterrorizados y manipulados por las autoridades locales, creían luchar por salvar su vida, y por ello se debió decidir imprimir el famoso Folleto de Bellver. Porque tal como poco después supuestamente afirmará Goebbels, ministro de propaganda del tercer Reich: “Una mentira, repetida mil veces, se convierte en una verdad”. 

 Historia del folleto  “Com ocorregueren els fets de Bellver de Cerdanya”

Del mismo modo que ahora podemos confirmar, para aviso de despistados, que el folleto editado por el ayuntamiento de Bellver en 1937, 14 a modo de explicación de los incidentes, no es obra de Joan Solé, tal como vuelve a reiterar Solé Sabaté, en última obra, sino de Viadiu. Afirmando Solé Sabaté en ella que el alcalde Solé, “Dejó por escrito el manuscrito de los Hechos de Bellver, pero nunca habló de escribir sus memorias”.15 Pero teniendo muy buen cuidado en no reproducirlo en su último trabajo.

  De hecho a nadie hasta la fecha parece haberle preocupado lo más mínimo el origen, o la autoría del folleto de Bellver, que ha sido utilizado con profusión por diversos historiadores. Asunto que por fín ha quedado claro, al aparecer citado el mismo en una serie de  anotaciones que aparecen en las Actas de  los plenos del Ayuntamiento de Bellver, en las cuales se da la pertinente explicación que concluye con todas las incógnitas.

 Así, según consta en dichas Actas, el 9 de mayo de 1937 el Ayuntamiento de Bellver decide dar publicidad “por medio de un folleto”, “al informe hecho por el Comisario de Orden Público de Lérida”. Esto es, por Francesc Viadiu, en su caso Delegado de Orden Público de Lérida, “copiado y ampliado” por el propio Ayuntamiento de Bellver, con el fin de informar a las autoridades que se interesen por los hechos ocurridos”.16 

De acuerdo con lo anterior y según el secretario municipal del momento, el folleto de Bellver salió directamente de un informe redactado previamente por Francesc Viadiu; hecho que el interfecto siempre se calló en sus múltiples escritos, aparecidos a raíz de la publicación de su libro de 1979.17 Informe que a posteriori fue  “ampliado”, a su gusto, por el Ayuntamiento de Bellver, es de suponer que por su alcalde. Es decir, que nos encontramos ante un vulgar “refrito”. Folleto que, al parecer, tenía como fin último “informar” a las autoridades (afines) que se interesaran en los hechos acaecidos.

Folleto en el cual se necesitó explicar algo tan insólito en la Guerra civil, hasta aquel entonces, como era la muerte de unos “aliados” políticos (CNT) a manos del fuego “amigo” de (ERC-EC-PSUC). Asunto aquel que quedó muy pronto diluido al producirse pocos días más tarde los Hechos de Mayo barceloneses, al ser estos más de lo mismo, pero a gran escala, pero entonces con la intención confesada de acabar con la CNT y  con el POUM.

 A todo esto, hemos de tener en muy cuenta que Francesc Viadiu no vivió en primera persona aquellos sucesos, pues llegó a Bellver la noche misma del incidente, y por lo mismo es de suponer que gran parte del contenido de  su  informe se debió a las explicaciones dadas por la  parte más interesada en aquel “negocio”, en aquel caso por el alcalde de Bellver Joan Solé, en su intento por encubrir a su propio hermano.

 De ahí, concluimos que debió ser Joan Solé quien debió aumentar los detalles, supuestos o imaginados, del informe-entrevista de Francesc Viadiu. Y así fue como el ayuntamiento decidió pagar aquella curiosa impresión con dinero municipal, cuyo supuesto original  sigue en posesión de la familia de Solé, desconociéndose si el texto hoy conservado se corresponde con el publicado en 1937 o no. Detalle que prueba lo “meticuloso” del último trabajo de Solé Sabaté. Folleto impreso que hoy se puede consultar en la Causa General, pues fue utilizado por el franquismo como prueba de cargo contra los supuestos asaltantes de Bellver.

 Del mismo modo que se sigue desconociendo el contenido de una supuesta declaración jurada de Joan Solé, “de septiembre 1937” que nadie ha visto nunca. Supuesta declaración de la que en ningún momento Solé Sabaté daba detalle del archivo donde está depositada, en su obra de 1988 y si se podía consultar, pero citándola en 16 ocasiones. Olvidando de nuevo hacerla pública en toda su extensión, en su obra de 2024, donde insinúa en una única ocasión que está depositada en el archivo de Bellver.18 

En conclusión, la historia del asalto, con su folleto incluido, no merece credibilidad alguna; puesto que fue y es un  auténtico fraude histórico, lo mismo que la heroica defensa de Bellver, dada la cantidad de fuerzas tan dispares que estaban previamente atrincheradas y armadas en dicha población, a la espera de la llegada de Martín, incluida entre ellas un grupo procedente de Puigcerdá con gentes del PSUC y de la UGT, en su caso al mando de Juan Bazán Castro, secretario de la Federación Local de la U.G.T de Puigcerdá,  acompañado por carabineros y policías de su escolta,19 sin olvidar al Penja-Robes y su escolta también de guardias de asalto, supuestos alpinos y polícias de la Generalitat, en lo que recordó en mucho a las tácticas de una verdadera banda de pistoleros del Sindicat del Lliure, al ser muchos de ellos pequeños y grandes propietarios y “gente de bien” . 

A la vista de todo ello se entenderá nuestra discrepancia a la llamada historia oficial, largamente argumentada en estas mismas páginas, con la gran diferencia de que ahora se añade a la misma cruzada el conocido historiador francés, Jean-Louis Blanchon, especialista en temas de la Cerdaña, que en una de sus últimas  entrevistas,20afirma no entender cómo puede ser posible que la Universidad catalana acepte versiones tan interesadas sobre los hechos de Bellver, cuyo difusor continúa siendo Solé Sabaté:

  “Lo que no entiendo es por qué esta historia (la de Antonio Martín y el asalto a Bellver),la Universidad catalana la ha aceptado, siendo como es una calumnia, porque es evidente que lo es.”, ya que “la fábula dels “fets de Bellver” dura desde hace más de ochenta años”,  Comentario que afecta directamente a Solé Sabaté, empeñado en seguir manteniendo la leyenda de Bellver y de su alcalde en su último trabajo de 2024, y mucho antes la interesada y partidista historia de la muerte de Antonio Martín, en su obra de 1988. 

Pero es otro rotundo aserto de Blanchon, que sirve para  cerrar de forma definitiva el asunto, al afirmar en la misma entrevista que “Antonio Martín, seguro que no era un asesino”. Opinión que ya hicimos nuestra en 2018.

Al tener a la vista el testimonio de Josefa Queralts, que expuso ante los franquistas los motivos de la elaboración de las famosas listas que dieron lugar a la  gran matanza de civiles en septiembre de 1936 en Puigcerdá, documentoque se conserva en la Causa General y que Solé Sabaté ignora olímpicamente, cuando él ha estado utilizando la misma fuente, en todos sus trabajos sobre la represión. Con lo cual si adoptaramos suy misma filosofía, podriamos decir que todos sus trabajos sobre dicho tema son todos falsos.21

 Por otra parte, ha quedado meridianamente probado que a Antonio Martín lo estaban esperando en el puente de Bellver. Del mismo modo que el supuesto intento de asalto, debió ser en realidad una respuesta defensiva a la emboscada sufrida por el coche que encabezaba la comitiva, tal como confirmó en sus propias comunicaciones internas hasta la policía francesa. 

Quedando también demostrado que el supuesto número de anarquistas “asaltantes”, con posterioridad al asesinato de Martín, Fortuny y Carchaco, era mucho menor en número a la dada por las distintas versiones existentes, en su caso, todas de parte. Puesto que en la nómina de Puigcerdá sólo figuraban 136 milicianos 22 y en la de La Seo 160.23 Por lo que no es de creer que las milicias de ambas poblaciones salieran al unísono hacia Bellver, dejando de aquel modo a las dos poblaciones desguarnecidas y cuando en Ripoll había más de 500 carabineros y numerosos milicianos del PSUC, a la espera de poder asaltar Puigcerdá.

Lo que no descarta que horas más tarde de producirse la emboscada y al tenerse noticias de la misma, con resultado de muertes, debieron acudir diversos grupos sueltos procedentes de otros lugares de la comarca con la intención de apoyar a los compañeros de la camioneta que todavía deberían andar dispersos por la zona, y retirar heridos y cadáveres.   

Hasta los franquistas lo entendieron

Por otra parte, la conclusión de Blanchon, al respecto de la finalización de los asesinatos al tomar el poder Martín, a mediados del mes de septiembre de 1936, es un asunto a tener muy en cuenta, Pues existe una fuente que así lo confirma, en su caso del propio “enemigo”, tal como se aprecia en la introducción manuscrita que figura en el encabezamiento de una serie de documentos recuperados por los franquistas en 1939, en su caso redactados todos ellos por el alcalde de Puigcerdá en aquel tiempo, Jaime Palau Soldevila, miembro de ERC.24

 Resaltando el investigador franquista que eran una “Memoria sobre la actuación del alcalde Palau, de Puigcerdá, hasta mediados de septiembre de 1936, en que se hizo cargo de Puigcerdá, un Comité presidido por Antonio Martín.25 Cambio de poderes de ERC a la CNT en aquella fecha concreta, que Solé Sabaté sigue sin reconocer, enrocado en conservar intacta su desfasada fábula de siempre.

Libro Puigcerdá, Página web del Archivo Comarcal de la Cerdaña.

 Dado que hasta aquella fecha de mediados de septiembre, Martín no había sido, según el comentario franquista, responsable de nada, y si lo fue al final, posiblemente debió ser al intentar acabar con la locura de determinados personajes de la ERC, responsables hasta entonces de las matanzas locales, que al final provocaron incluso que el propio Frente Popular de Bourg Madame acabara, según fuentes francesas, rompiendo relaciones con el Frente Popular de Puigcerdá. Asunto que debió motivar aún más la intervención de Martín en la política local, al no interesar a la CNT perder las simpatías de su causa al otro lado de la frontera.26 

 Del anterior comentario franquista, se viene a desprender también que la matanza de 21 paisanos de Puigcerdà, cometida el 9 de septiembre no fue responsabilidad directa de Martín, sino del propio Palau de ERC. Cuestión que ya desvelamos en el 2018, pero que Solé Sabaté sigue sin admitir, dado que significa el hundimiento total de su tesis, incluida la última, dedicada a la “beatificación” del alcalde de Bellver Joan Solé.

Un documento prueba las autorías

De hecho Solé Sabaté en su última elegía dedicada en directo al ex alcalde de Bellver, Joan Solé Cristòfol, en su caso responsable de la muerte de Antonio Martín Escudero y sus compañeros, a las puertas de Bellver, siguiendo en su línea, continua fabulando incluso con la propia documentación que ahora utiliza, como por ejemplo al utilizar en su provecho una carta de Francesc Mill, un militante local del POUM, que se puede consultar en la página web del Archivo Comarcal de la Cerdanya.27  Carta que Solé Sabaté copia íntegra, pero sin resaltar lo más trascendente que relata Mill en ella, y donde incluso el propio autor afirma, al respecto de los Hechos de Bellver que:

 “El 27 de abril un grupo de milicianos de la CNT  y FAI de Puigcerdá se dirigieron a Bellver en el frente de los milicianos se encontraba Antonio Martín, llamado también “Cojo de Málaga”, porque estaba cojo y era de Málaga, al llegar a las cercanías de Bellver de sus alturas hubo disparos dirigidos a él, y le mataron. En Bellver se encontraban milicianos  del PSUC de Puigcerdá.Si mi memoria no me falla no hubo batalla, fue un asesinato.”  

 En sencillo, para Mills el combate como tal de Bellver no existió, fue una vulgar emboscada, con el consiguiente asesinato, y en ella participaron gente del PSUC de Puigcerda, tal como ya denunciamos con documentos hace muy pocas fechas. 28 Otro clavo más al ataúd de la fábula  de Bellver, sobre la cual  se sustenta la fama y la gloria de su biografiado.

La memoria olvidada

Otro de los “olvidos” de Solé Sabaté,  que en su caso añade más “clavos” al asunto de las matanzas de  Puigcerdá, es en su caso la existencia de un librito, escrito a mano, titulado: “18 de julio 1936, Puigcerdá, 8 de septiembre  194029, que hoy en día se custodia  en el Archivo Comarcal de Puigcerdá, redactado por tres manos femeninas, que lo firman al final: Dolores Degollada, nombre y apellido ilegible, Carmen Llorens Piguillen. Posiblemente familiares de algunas de las víctimas de la matanza de septiembre. Obra que Solé Sabaté no conoce, o  ignora, cuando la tiene a mano en Puigcerda, o que incluso se puede consultar por internet.

 Dicho trabajo, que en realidad es una crónica interesada y apasionada de la guerra civil en Puigcerdá, que está redactada por tres mujeres evidentemente partidarias del franquismo, y vecinas de Puigcerdá. Entre las muchas cosas singulares que contiene el trabajo, cabe resaltar el comentario donde se relata la substitución de la gente de orden de Puigcerdá, que formaban parte del consistorio local antes de la guerra, según ellas, por un grupo de revolucionarios y entre ellos los jefes de los que serán poco después los asesinos locales, dando los nombres de sus cabecillas, lo que a estas alturas de la Historia resulta ser una auténtica novedad, ya que dice: Por eso el golpe fue certero, y los representantes del orden fueron sustituidos por la célebre pandilla Palau, Barnola y Cia., que tan trágico recuerdo había de dejar de su paso”. 30

 Es decir, se trata de los ya citado Palau alcalde en 1936 y hasta mediados de 1937, y de Guillermo Barnolá Blanché el presidente de ERC de Puigcerdá en las mismas fechas. Los mismos personajes que Guillamón y Gascón ya daban como responsables máximos de las matanzas de Puigcerdá en 2018.

 Tomen pues buena nota pues los dos catedráticos implicados y el propio Memorial Democrátic, o las creadoras de cierto “podcast” empeñados todos y todas en mantener la Fábula, porque ahora los nombra incluso el propio “enemigo”, en su caso las gentes de derechas de Puigcerdá que vivieron aquellos mismos hechos, y en los dos casos denunciados, miembros notorios de ERC. Librito donde por cierto no hay ni una sola palabra dedicada a Antonio Martín Escudero. Un hecho evidentemente indicativo, de que Martín no participó en la historia de las masacres, puesto que el propio “enemigo” no lo cita, a la inversa de los mencionados.

 Descubrimiento que demuestra con creces que el trío compuesto, según Joaquín Nadal i Carreras, 31 por Blanchon, Guillamón, Gascón, utilizamos archivos y documentos, mientras que otros utilizan “incienso” y “mirra”.

 Conclusión

Conocido lo anterior, habrá que reconocer que los Hechos de Bellver, fueron una creación interesada de Joan Solé Cristófol, el alcalde local, en su intento por preservar sus propios interes personales y económicos o la propia vida de su hermano Emili.

Prueba de ello son sus propias palabras en 1992, al relatar sus primeras decisiones al iniciarse el conflicto, que en cierta medida marcarían su trayectoria personal durante la guerra: “al iniciarse la guerra, él y todo el consistorio de Bellver, adoptaron una actitud de serenidad…, mirando de salvar a los sacerdotes y los tesoros artísticos de las iglesiasuna vez retirados los objetos del interior de la iglesia de Bellver, él y el cura local, quemaron las paredes, (es de suponer que para simular que ya las habían quemado las manidas hordas rojas). Después Solé ayudó a mosén Anton Riba a huir”. 32

No olvidemos el nombre de aquel sacerdote, Antón Riba Marquillo, personsaje que pasado al bando franquista, gracias a la intervención de Solé, consiguió durante la guerra alcanzar a ser confesor de Carmen Polo de Franco, la esposa del dictador, lo que le dio el tener una conexión directa con el propio general Franco. Circunstancia que indudablemente en el futuro le dio un poder indiscutible, sobre vidas y haciendas.

Detalle libro Puigcerdá, nombre de los responsables de las matanzas, Página web del Archivo Comarcal de la Cerdaña.

De hecho fueron las palabras de aquel mismo sacerdote a favor del alcalde de Bellver Joan Solé y de Ignacio Jausás, su antiguo secretario de Bellver, las que consiguieron la libertad de ambos en el Juicio Sumarísimo celebrado en 1941. Tal como reconoce ahora su actual biógrafo. 33 Circunstancia que da una nueva luz a la historia de Joan Solé, cuando menos ahora se entiende el motivo por el cual Solé regreso del exilio, presentandose voluntariamemte a las autoridades franquistas, al tener tan poderoso avalista.

Al aval del mosén Antón, se unieron en aquel juicio sumarísimo las palabras pronunciadas por el propio Solé durante el mismo, declarando por ejemplo, que el Comité revolucionario de Bellver lo había creado él mismo durante la guerra, y por ello fue una pura farsa: “ya que se vio obligado a constituir un Comité a fin de evitar que se cometieran toda clase de desmanes, y al verse ayudado por todas las personas de orden de la población, decidió oponerse a los atropellos que cometían la expresada horda roja.”.

Afirmando también que al empezar la guerra “se afilió a ERC obligado por las circunstancias”, según figura en su declaración de 12 agosto de 1941. Imitando así al apostol San Pedro, que negó tres veces a su propio maestro.

A dichas declaraciones de Solé se unieron las de los testigos, en general, todos ellos franquistas con cargos muy importantes en aquel momento, desde alcaldes a Jefes de Falange Española, que declararon todos de forma unánime de Solé que: “No obligó jamás a los mozos movilizados a que se incorporaran al ejército rojo”, “dejando a la libre elección de los indicados que querían pasar a Francia, que escogieran al ser movilizados, si querían servir a los rojos, o pasarse a las filas nacionales”, extremo último, “que le habían podido apreciar por su actitud, que le complacía mucho,aunque no lo expresara públicamente”.

Permitiendo con ello que 10 jovenes concretos de Bellver, sino fueron más, se pudieran pasar al enemigo. Después Solé Sabaté hablará del gran republicanismo del alcalde Solé.Delito de complice de deserción que de haber ganado la guerra la República se le hubiera demandado, como dios y la misma ley republicana mandaba.

De ahí queel caso del alcalde Solé era, según los propios franquistas “un caso único en toda la zona roja, y como salvador de los pueblos de la Cerdaña, noconociendo(se) además ningún acto(suyo)contra el Glorioso Movimiento Nacional, ni en contra de persona de orden”.

Actitudes y renuncias todas las del alcalde Solé, que aunque Solé Sabaté no lo dice, lo convirtieron en un héroe doble, al serlo de la España franquista y después durante la democratica, al no habersele pasado cuentas de su significada convivencia con el enemigo. Aspecto último que Solé Sabaté ha tratado de salvar como fuera, en el caso franquista, aduciendo en su descargo, y en el asunto concreto del Sumarísimo, una serie de hechos exógenos que no vienen precisamente al caso, al ser puras especulaciones del autor.34 Esperamos por lo mismo que solé Sabaté algún día se decida a concluir el cuadro de Bellver, que a la vista está que continua incompleto.

Otro “republicano” más reciclado, Ignacio Jausás

Al no recoger Solé Sabaté, por ejemplo, que Jausás el antiguo secretario de Bellver, y compañero de Solé en el Sumarísimo,que antes de la guerra civil había sido miembro de Estat Catalá y sublevado en octubre de 1934, y catalanista de pro, volvió a acupar el mismo cargo de secretario, con el franquismo, en 1955. Pero de hecho, antes de la guerra, Jausás había sido suscriptor habitual de la Obra Pía Culto y Clero, publicación puntera de Acción Católica. Merito al que se unió que gracias a él se habían salvado los ornamentos de la iglesia de Bellver, detalle que a Joan Solé se le olvidó referir años más tarde al periodista de turno, para mayor gloria, y que gracias también a Jausás se había salvado de la profanación el Santísimo y los ornamentos de la iglesia de Baltarga, lugar muy próximo a Bellver.

Pero, en el caso de Jausás, asombra su gran capacidad camaleónica de quien se supone era un pobre “represaliado”, al verlo reaparecer de nuevo como secretario de Bellver, con plaza en propiedad, tal como se puede ver en el Boletín Informativo del Colegio Oficial de Secretarios…, del año 195535. Prueba fehaciente de que el secretario Jausás se adaptaba a todo, al haber pasado de Estat Catalá a funcionario franquista, eso sí, circulando por todos los estadios intermedios, sin más problemas que el de ser un simple corcho.36

1 J.M. Solé Sabaté,  La Cerdanya republicana i antifranquista, Joan Solé Cristòfol (Bellver, 1899-1994), 2024.

2 A. Guillamón y A.Gascón La fake news del Penja-robes” y otras manipulaciones de la Guerra civil en la Cerdaña, serhistorico.net, 30/10/2019.

3 Francesc Viadiu i Vendrell, Delegat d´Ordre Públic a “Lleida la Roja”, 1979. pp. 125-133.

4 A. Guillamón, A. Gascón, Nacionalistas contra anarquistas en la Cerdaña (1936-1937), Antonio Martín, la experiencia libertaria de Puigcerdá y el sagrado mito de Bellver, Barcelona, 2018. Informe sintético sobre la situación creada en la comarca de la Cerdaña (10-05-1937), Anexo 14.

5Si però nessitem documents. No es pot escriure sobre fets histórics sense documents. Parlem d´historiadors o d´ideòlegs”. Entrevista Solé Sabaté, Revista Querol, nº 34 (primavera 2024), p. 49.

6 Historia y testimonio, que recogimos nosotros de boca de un vecino de Bellver durante una visita nuestra a dicha población en 2016.

7 Op. cit.

8 Op. cit., pp. 599-600.

9 Todos los persanajes que acabaron “camuflados” en dicha unidad, por motivos políticos y en algún caso por cobardía, y conocemos unos cuantos, invocan a dicha unidad. Con lo cual dicha guardia estaría compuesta por más de un centenar de individuos, en la que primaba muy poco el valor y mucho su afán por no ir al frente.

10 A. Gascón. Benet Samper, uno de los encargados de atentar contra Antonio Martín Escudero. La otra historia. Ser.historico.net, 9/09/2024.

11 Op. cit. p.92.

12 J. Castellà-Gassol“Fronteres insegures”, Avui, Disabte, 13 setembre 1980, p. 9.

13 L. Blanchon, Entrevista: “La faula dels “fets de Bellver” dura des fa més de vuitanta anys». Querol, 34, pp 11-34. 

14 Consell Municipal de Bellver: Com ocorregueren els fets de Bellver de Cerdanya, 1937

15 Op. cit., p. 218.

16 Actes del Ple de l´Ajuntament de Bellver de Cerdanya. Unitat 69, p. 49 [ACC]

17 Francesc Viadiu i Vendrell, Delegat d´Ordre Públic a “Lleida la Roja”, 1979.

18 (AMB) Arxiu Municipal de Bellver?, 67, 68,88., y en las siguientes nada.

19 A. Gascón, Un informe arroja nueva luz sobre los Hechos de Puigcerdá de 1937, Ser historico.net, 03/02/2024

20 Entrevista a J.L. Blanchon; La faula dels “fets de Bellver”dura des de fa més de vuitanta anys”, Querol, nº 34, primavera 2024, La guerra civil a la Cerdanya (1936-1939, pp 28-34.).

21 Testimonio de Josefa Caralps Ribalaiga, por la muerte de su padre Buenaventura Caralps Rivas (21-7-1942) Causa General, 1437, EXP. 4. Véase el anexo número 20 de op. cit.

22 Archivo familia Josep María Benet.

23 ACAU, Archivo Comarcal del Alto Urgel, Actas Comité de Milicias.

24 A.Gascòn Los primeros días de la revolución de 1936 en Puigcerdá, o la “Memoria” Jaume Palau Soldevila, alcalde por ERC, Serhistorico.net 16/09/2023.

25 Memoria de Jaime Palau, alcalde de Puigcerdá, julio 1936-octubre 1936 [AGMA. C-2999,3]

26 Jean Louis Blanchon, 1936-1945, deu anys de depuració a la Cerdanya.

27 ACC237.UO 122; Op. Cit. Solé Sabaté. pág. 110.

28 A. Gascón, Un informe arroja nueva luz sobre los Hechos de Puigcerdá de 1937, Ser históriconet, 03/02/2024.

29 ACCE130-125-T2-102

30 Op. cit. p. 5.

31 Joaquim Nadal i Farreras, Joan Solé Cristòfol (Bellver, 1899-1994), Diari de Girona, 26-7-2024.

32 Yose Merino Rodriguez: “Joan Solé Cristòfol”.Rufaca (1-3-1992).Reportatge, pp. 26-33.

33 Op. cit., p. 149.

34 Op. cit., p. 171.

35Boletín Informativo del Colegio Oficial de Secretarios, Interventores, y Secretaria de Administración Local de la Provincia de Lérida, año 1955, p. 5.

36 Prueba de la suerte o habilidad del personaje es que todavía hoy en día sigue figurando como “víctima”. Véase el Memorial Democràtic, Víctimes de la guerra civil i la repressió franquista a les terres de Lleida: Morts, represaliats i deportats. Tribunal de responsabilitats polítiques. En la voz, Jausas.

1 comentario

  1. CONCLUSIONES sobre la historia de la Cerdaña, probadas documentalmente:

    Antonio Martín Escudero fue un líder sindicalista que, en el Congreso de la CNT en Zaragoza, reunido en mayo de 1936, representó a los militantes cenetistas ceretanos.

    La responsabilidad de los asesinatos indiscriminados de curas y derechistas en la Cerdaña desde el 19 de julio hasta el 31 de otubre de 1936 recae en el alcalde de ERC en Puigcerdà, Jaume Palau.

    La lista de los (20) derechistas que debían ser fusilados el 9 de setiembre de 1936 fue elaborada por la ERC ceretana y aprobada por Eliseu Font, secretario del Casal de ERC.

    Los asesinatos indiscriminados cesaron en la Cerdaña desde el 31 de octubre de 1936, en cuanto Antonio Martín se hizo con la responsabilidad de Gobernación en el Consejo Administrativo de Puigcerdà.

    Antonio Martín fue asesinado el 27 de abril de 1937 en una emboscada preparada por ERC, Estat Català y PSUC en el puente sobre el Segre, en Bellver de Cerdaña. En esa emboscada participaron, entre otros, Benet Samper y Emili Solé Cristòfol.

    Joan Solé Cristòfol, alcalde de Bellver, se inventó un fabuloso e increíble asalto a Bellver, con el objetivo de ocultar la criminal emboscada en la que se asesinó a Antonio Martín. De  este modo eludía la responsabilidad propia y de su hermano en el asesinato de Antonio Martín.

    A partir del 10 de junio de 1937, tras la derrota política de los anarquistas en los Hechos de Mayo, les llegó el turno a los anarquistas. Siete libertarios fueron asesinados en La Serradora por estalinistas y nacionalistas. Se constituyó un Comité Ejecutivo, formado por estalinistas y nacionalistas, para coordinar y dirigir la represión antilibertaria en la Cerdaña. La represión y la difamación iban íntimamente unidas. La matanza del 9 de setiembre de 1936, todos los asesinatos cometidos en la comarca, todos los robos y crímenes encontraron un mismo chivo expiatorio y falso culpable: los anarquistas. De este modo se desviaba la autoría criminal de PSUC-ERC-Estat Ctalà y se criminalizaba al enemigo de clase: los anarquistas.

    Que la mayoría de los historiadores universitarios mienten, manipulan o falsifican, algunos de forma consciente, los más inconscientemente; está en la naturaleza y condición del oficio que les paga el sueldo. La Sagrada Historia de la burguesía es una falacia, construida para exculpar a nacionalistas y estalinistas de los desmanes de los primeros tiempos de la Revolución. Y un buen ejemplo es la vigente historiografía universitaria sobre Puigcerdá y la Cerdaña, que ha logrado ocultar, durante más de 80 años, que los protagonistas del golpe de 1934 fueron duramente represaliados por la derecha españolista en 1935; que esa represión provocó  la participación vengativa de los golpistas catalanistas de 1934 en los abusos y arbitrariedades que, después de julio de 1936, siguieron a la derrota de los militares en Barcelona y el resto de Cataluña. Y en particular que más de uno de ellos o era miembro de Estat Catalá, o mayoritariamente miembros reconocidos de ERC, citados en la Causa General como responsables de las matanzas locales.

    Que el mito de los fusilamientos masivos en la collada de Tosas, ordenados por el Comité de Puigcerdá, se desmorona ante la precisión y contundencia de un documento de la Causa General que concluye, una vez desenterrados y analizados los 26 cadáveres existentes, que eran en su mayoría personas muy jóvenes, identificados algunos como derechistas y desertores, abatidos por los carabineros al intentar cruzar la frontera. Ni comité, ni fusilamientos; carabineros y desertores, y en todo caso muertes ajenas a la problemática interna de la Cerdaña que no deben contabilizarse como fruto de los conflictos sociales y políticos de esa comarca.

    Que a nadie se le debería escapar que la destrucción de la leyenda negra del anarquismo catalán en la Cerdaña, y muy concretamente de la fabulosa criminalización de Antonio Martín implica importantes consecuencias: está en peligro el prestigio y la credibilidad de la Universidad Catalana.

    En el verano de 1937 la CNT dejó realmente de existir en la Cerdañacomo organización autónoma. La brutal represión antilibertaria fue organizada por un Comité Ejecutivo en el que participaron Vicente Climent (PSUC), Juan Bazán Catro (alias Juan Bayrán Clasli9 (PSUC), Joan Solé Crsitòfol (alcalde de Bellver), un agente de Vigilancia llamado Benet Samper y otro agente anónimo, pertenecientes ambos a Estat Catalá.

    El asalto a Bellver de Cerdaña por los anarquistas del 27 de abril de 1937 fue una fábula del alcalde José Solé Cristòfol para ocultar la emboscada tendida a Antonio Martín y sus acompañantes.

    Aviso para navegantes:

    La historia sagrada de la burguesía y los historiadores al servicio de su clase mienten, engañan y falsifican descaradamente.

    Como afirma el historiador francés Jean-Louis Blanchon, si la historiografía  académica y universitaria catalana sigue tolerando las falacias e infamias vertidos contra Antonio Martín y el anarcosindicalismo ceretano, sin denunciar su sectarismo y falsedad, se precipitará sin remedio en un absoluto desprestigio. Ya no cabe el silencio o la indiferencia, porque ahora son complicidad.

    Agustín Guillamón.

    Barcelona, enero de 2025

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