Nacionalismos Republicanismo

Terence MacSwiney, alcalde de Cork y Cataluña.

Terence MacSwiney, alcalde de Cork, fue detenido por las autoridades británicas, en esta misma ciudad, y llevado a la cárcel de Brixtol, Inglaterra, en agosto de 1920. En el mismo momento de su detención se declaró en huelga de hambre en demanda del estatuto de preso político, murió setenta y cuatro días más tarde. No fue el primero, ni tampoco sería el último nacionalista irlandés en declararse en huelga de hambre y morir antes de conseguir su liberación. Pero si fue, el primero que consiguió captar la atención del nacionalismo catalán en general y en concreto del republicanismo desde el mismo momento de su detención hasta su muerte. Desde Cataluña se llevaron a cabo, primero, campañas a favor de su liberación, con la organización de actos y envíos de cartas tanto al gobierno británico como a otras instituciones y, posteriormente, a su muerte, se celebraron actos en diferentes ciudades catalanes en memoria del hombre que había dado la vida por la libertad de su nación.

¿Qué perseguía Terence MacSwiney, y los otros nacionalistas irlandeses al declararse en huelga de hambre? ¿Qué fue lo que llevó al republicanismo catalán a defender a un sinn feiner declarado, a una forma de actuar que pocos años antes, justo después del Alzamiento de Pascua en abril de 1916, fue claramente rechazada? Estás dos preguntas se tratarán de responder en las siguientes páginas con el objetivo de entender dos movimientos nacionalistas que en 1920 se encontraban en un momento clave de su historia.

Por esta razón está comunicación empezará con un breve resumen del año 1920 en Irlanda y que nos situará en el contexto general que nos permitirá posteriormente analizar la importancia de la huelga de hambre en el discurso nacionalista irlandés y su influencia en el del republicanismo catalán de 1920 a partir del seguimiento que hicieron de la huelga de hambre de MacSwiney y la implicación que esta conllevó en aquel momento histórico en Cataluña.

Irlanda 1920

La Guerra de la Independencia Irlandesa comenzó en enero de 1919. Este primer año de conflicto, la actividad tanto del Sinn Féin como la de los Voluntarios Irlandeses, poco después conocidos como Irish Republican Army (IRA), la fuerza armada, se centró en la creación de una red de inteligencia, en el almacenamiento de armas y municiones, las cuales se conseguían principalmente a partir de ataques a patrullas y cuarteles de la policía irlandesa (RIC), y la recaudación de dinero para ayudar en el funcionamiento del Dáil Éireann, el Parlamento Irlandés.

La situación cambio en 1920. El conflicto se recrudeció llegando a ser considerado el año más sangriento de la Guerra de la Independencia, siendo la ciudad de Cork y los condados colindantes, aparte de Dubín, los más devastados por los enfrentamientos de la nueva fuerza militar irlandesa, el IRA, y las fuerzas británicas. El IRA centró sus ataques en objetivos británicos, principalmente aquellos que eran cruciales para el funcionamiento del control del gobierno británico. El propósito de los nacionalistas irlandeses era que mientras el IRA iba erosionando la administración británica, el Sinn Féin tomaba control de los espacios administrativos abandonados por los británicos. Los más afectados, por los ataques del IRA, fue el RIC al ser considerado los ojos y los oídos del Gobierno Británico en suelo irlandés. Se trataba de aislar al mismo tiempo que debilitar la moral de la fuerza policial que tenía que mantener el orden británico en Irlanda[1].

La respuesta británica fue incrementar el número de las fuerzas armadas; reacios a utilizar el ejército decidieron establecer en Irlanda dos unidas de fuerza paramilitar. Los primeros enviados fueron los Black and Tans formados por exsoldados británicos procedentes principalmente de Inglaterra y Escocia, con un mínimo número de irlandeses, se desplegaron en Irlanda a partir de marzo. La segunda fuerza, los Auxiliares, fue enviada en julio y estaba compuesto por exoficiales británicos. Es la composición de estas dos fuerzas paramilitares las que la diferencia de la policía irlandesa, RIC, estaba formado por irlandeses. La finalidad tanto de los Black and Tans como de los Auxiliares era, precisamente, dar apoyo al RIC, mantener el control de la situación y luchar contra el IRA. Dado que el principio de acción de estos últimos era atacar y retirarse, los Black and Tans y los Auxiliares usaron el mismo modus operandi. El mismo día que tenía lugar una emboscada del IRA llegaba la respuesta, los Black and Tans se acercaban a la población civil más cercana durante la noche aterrorizando a la población rompiendo cristales, bebiendo, disparando, gritando y asaltando las casas llevándose todo lo que podían[2]. La violencia dirigida a la población civil tiene que ser entendida también por el hecho que era imposible detener a todos los miembros del IRA y de esta manera se les atacaba indirectamente, ya que las familias y los amigos de sus enemigos se encontraban en estas poblaciones y era donde se escondían una vez realizado el ataque a las fuerzas británicas.

Hubo una segunda respuesta británica al conflicto irlandés y este vino con la promulgación el 9 de agosto de la llamada Restoration of Order Act, por la que el poder militar se hacía con el control de la situación en Irlanda. Con ello se pretendía incrementar el número de detenciones de nacionalistas irlandeses al tiempo que intentaba evitar la necesidad de declarar la ley marcial. Las cortes militares fueron extendidas a toda Irlanda, el encarcelamiento sin necesidad de pasar por el tribunal y se autorizó la pena capital por fusilamiento.

Todas estas medidas estaban dirigidas a restaurar el poder británico cada vez más decreciente. Por un lado, las fuerzas paramilitares que intentaban reafirmar su control sobre el país recurriendo a represalias que afectaban no sólo a los activistas republicanos sino también y muy especialmente a la población civil, con lo que se intentaba evitar la ayuda que los irlandeses prestaban al IRA. Por otro lado, con las detenciones de republicanos y trasladándolos a las prisiones británicas se pretendía disminuir la influencia creciente de los sinn feiners en Irlanda. La nueva situación conllevó la perdida de estatus político de los prisioneros irlandeses, dado las autoridades pretendían quitarles cualquier estatus político que les otorgaba que les podría presentar como representantes del pueblo irlandés otorgándoles el de delincuentes comunes. Una situación rechazada por los prisioneros irlandeses por lo que se abrió un segundo frente, las cárceles británicas se convirtieron en un segundo frente donde las balas cedían su lugar a “hearts and mind”.[3] El medio utilizado fue la huelga de hambre.

La huelga de hambre, la otra arma…

La huelga de hambre fue una herramienta de lucha no violenta, que en su significado de renuncia a cualquier tipo de alimentación como protesta fue utilizada por los nacionalistas irlandeses a partir del Levantamiento de Pascua de 1916, The Easter Rising. El objetivo era el reconocimiento como preso político por parte del gobierno británico. El cual ante dicha arma se encontraba ante la importante disyuntiva política y legal que era el permitir a una persona bajo su cuidado morir de hambre, con lo que eso significa de vergüenza al mismo tiempo que se podían encontrar con una acusación de asesinato[4]. Ese punto también fue utilizado como argumento por el republicanismo irlandés, dado que, al mismo tiempo, que se pedía el estatus político se buscaba criminalizar la actitud del gobierno británico, lo que permitía que el discurso del nacionalismo irlandés incidiera en la actitud represiva de las autoridades británicas ante las legítimas demandas nacionalistas, fortaleciendo la línea en la que se acusaba a las autoridades británicas de usar la fuerza contra aquellos que luchaban por la libertad de su nación.

La condición de preso político fue conseguida por los republicanos irlandeses tras la muerte de Thomas Ashe en septiembre de 1917 resultado de la huelga de hambre iniciada en septiembre en demanda de la condición de preso político[5]. La investigación que se llevó a cabo posterior a su muerte fue larga y prolongada poniendo de manifiesto las condiciones del régimen de prisión en Irlanda, así como, la determinación de las autoridades británicas a hacer frente a la huelga de hambre con la fuerza, es decir obligando a comer. La muerte de Ashe, según Lynn “would ultimately reinvigorete anti-British feeling and prove that hearts and minds could be won by passive struggle against an enemy that was deemed cold and indifferent”[6].

Durante la investigación, el abogado acusador, Timothy Healy[7], estableció que Ashe había muerto mientras estaba bajo la custodia de las autoridades de la prisión, y que dichas autoridades, siguiendo ordenes superiores, adoptaron unas medidas encaminadas a romper la resistencia de los prisioneros republicanos; por su parte, la defensa basaba su argumento en que la muerte de Ashe fue un suicidio, dado que fue decisión del propio Ashe dejar de comer y que las autoridades, con la alimentación forzada, pretendía evitar dicho suicidio. La resolución del juicio, que duró un mes, tuvo dos partes: por un lado, se declaraban culpables de la muerte de Ashe a las autoridades de la prisión por no actuar con prontitud cuando la situación se agravó, por otro lado, se declaró que “the hunger strike was adopted againts the inhuman punisment inflicted and a refusal to their demand to be treated as political prisioner”[8]. Ante el resultado final y las reacciones no sólo en Irlanda o Inglaterra sino también en otras partes del mundo, llevó a el gobierno británico a una serie de concesiones, entre ellas, y la que más destaca, es la concesión de prisionero político a los republicanos irlandeses encarcelados.

La respuesta británica se dio en medio de un contexto de cambios políticos en Irlanda. El principal fue el giro de la opinión pública irlandesa del Partido Irlandés al Sinn Féin, en el que fue clave la política represiva del gobierno británico seguida tras el alzamiento de 1916 que no sólo afectó a los miembros del Sinn Féin sino también a la población en general, quien, por tanto, valoró negativamente el apoyo del Partido Irlandés a las autoridades, partido que también se vio perjudicado por el fracaso de las negociaciones de la Home Rule ante el rechazo de Unionistas, conservadores británicos y del mismo Sinn Féin.

La situación era totalmente diferente tres años más tarde, cuando Terence MacSwiney fue detenido y se declaró en huelga de hambre. El Partido Irlandés prácticamente había desaparecido tras la derrota contundente en las elecciones de diciembre de 1918 que había dado la victoria al Sinn Féin. Pero el encarcelamiento de sus principales líderes y la supresión de la organización durante 1919 significó que los Voluntarios Irlandeses, la fuerza paramilitar de los nacionalistas irlandeses, tomo el control de la situación. Así la acción británica dejó a los irlandeses con ninguna otra alternativa que la violencia y consiguientemente la Guerra de la Independencia[9].

Terence MacSwiney

Como hemos apuntado en el anteriormente el año 1920 se puede describir como el momento más cruento del conflicto entre Inglaterra e Irlanda. La radicalización de las medidas adoptadas por el gobierno británico no se centró sólo en el envío de fuerzas paramilitares para ayudar al RIC a establecer el poder británico cada vez más debilitado, sino que también se llevó a cabo una política de detenciones y encarcelamientos de republicanos irlandeses en Inglaterra con el objetivo, por un lado, de alejarlos de la población irlandesa, minimizando así la influencia ejercida entre la población y, por otro, se les retiró el estatus de presos políticos que habían ganado con Ashe convirtiéndolos en presos comunes y de esta manera criminalizaban sus acciones.

La ciudad de Cork y los condados colindantes, junto con Dublín, fueron los escenarios que más sufrieron la Guerra de la Independencia Irlandesa. Cork, durante este año 1920, vio la muerte de dos de sus alcaldes: el primero, Tómas MacCurtain, asesinado; el segundo, Terence MacSwiney después de una larga huelga de hambre. Las dos muertes tuvieron una misma respuesta:

On both occasions the deaths and funerals of teh civic leaders produced a profound sense of shock and a carnaval of reaction on the streets of republican Cork and beyond, epitomising the absolute terror that reigned throughout the period[10].

Una reacción buscada por Terence MacSwiney quien había sido nombrado alcalde después de la muerte de MacCurtain, la cual se produjo el 19 de marzo como respuesta al asesinato del jefe de policía Joseph Murtagh. La elección de MacCurtain como represalia por el asesinato del jefe de policía se debió tanto por su posición como primer alcalde republicano de Cork -puesto vacante dado el debilitamiento de la administración británica que aprovechaba el Sinn Féin para ocupar-, sino también porque era el líder de la 1ª Brigada del IRA en Cork. La muerte de MacCurtain fue contestada cinco días más tarde con el asesinato por parte del IRA de dos miembros del RIC.

La elección de Terence MacSwiney tuvo lugar inmediatamente después del asesinato del anterior alcalde, el 20 de marzo de 1920. Diez días después pronunciaba un discurso donde quedaba esbozado su política filosófica y el concepto de sacrificio de sangre que era central en su visión. Una postura que defendió en 1916 Patrick Pearse, uno de los principales lideres del Alzamiento de Pascua, en el cual también participó MacSwiney. Por tanto, la influencia de Pearse con el discurso de la necesidad de autosacrificio para “despertar” el espíritu nacionalista irlandés es evidente en el llamado también hombre de Cork. En su discurso, después de ser elegido alcalde, MacSwiney habló de “limpieza de poder”, del derramamiento de sangre tanto inglesa como irlandesa como un mal necesario que se tenía que soportar, considerado esencial para ganar la libertad de Irlanda. Añadiendo que aquellos que más sufren serán los victoriosos del conflicto. un dicho que convirtió la huelga de hambre en un criterio fundamental para posteriores participantes en huelgas de hambre[11].

Cinco meses más tarde, en agosto, tuvo la oportunidad de poner en práctica su filosofía. El 12 de agosto era detenido en el ayuntamiento de Cork, junto a cuatro prominentes miembros del IRA en Cork (incluido el segundo al mando, Liam Lynch) por la posesión de material sedicioso. El 20 de agosto era sentenciado a dos años de cárcel en la prisión de Brixton por un tribunal militar al que se negó a reconocer.

Inicio la huelga de hambre en el momento de su arresto y en el puerto, desde donde iba a ser trasladado a Brixton, MacSwiney declaró que:

I Will put a limit to any term of imprisonment you may impose as a result of the action I will take. I have taken no food since Thursday and therefore will be free within a month[12].

Una declaración que deja claro que la única manera de abandonar la huelga de hambre es con la salida de la cárcel. Detrás se encuentra el rechazo a una sentencia impuesta por una autoridad que considera que no tiene jurisprudencia en Irlanda.

Barry Flynn afirma que la huelga de hambre de McSwiney fue una larga partida de póker en la cual la vida del alcalde de Cork era la apuesta. Todas las partes se mantenían firmes en la creencia de una victoria final. La familia de McSwiney inició toda una campaña en la que la apelación a los americanos fue la que más importancia. El 13 de septiembre en una carta dirigida al embajador estadounidense en Londres, la familia aseguraba que el caso del alcalde de Cork se tenía que entender en el contexto del asesinato del anterior alcalde, Tomás MacCurtain. Ambos eran calificados de asesinato por la única razón que los dos luchaban por la autodeterminación de su país[13].

Días después el propio MacSwiney se dirigió a todos los irlandeses apelando en su nombre y en los prisioneros de la prisión de Cork que también se habían declarado en huelga de hambre al mismo tiempo que él. Una carta publicada por la Associated Press el 20 de septiembre en la que decía:

If this cold blooded murder is passed through, it will leave a stain on the name of England which has no parallel (even in her history) and which nothing will ever efface. We feel singularly privileged at being made instruments of God for invoking such expressions of support for Irish independence… I believe that God is watching over our country and by his divine decree her resurrection is at hand. I believe that is her last battle for liberty and that God will crown it with complete victory[14].

Se defiende, por tanto, la vigencia del autosacrificio, un aspecto que fue común en todos los escritos de Terence MacSwiney, ligado a las imágenes, así como a la invocación a Dios. Si hay algo que está claro es que la creencia que Dios está al lado de MacSwiney tiene un valor muy importante para una sociedad donde la Iglesia ha tenido siempre un papel destacado aún hoy día. El problema aquí, como apunta Barry Flynn, es que se podría considerar el acto de MacSwuney como un suicidio, totalmente contrario a las doctrinas de la Iglesia y considerado un pecado mortal. En todo caso fue apuntado que la larga duración, el aguante de MacSwiney se debió al hecho que Dios estaba a su lado, lo que es lo mismo, al lado de los irlandeses ante los desmanes de los ingleses.

El 25 de octubre por la mañana moría Terence MacSwiney, después de setenta cuatro días en huelga de hambre. Sus últimas palabras fueron “I want you to bear witness that I die as a soldier of the Irish Republic”. Lo que viene a decir que la lucha por la nación irlandesa no sólo se llevaba a cabo en las calles, en los campos de Irlanda, sino también en las cárceles, donde los prisioneros irlandeses luchaban por el reconocimiento de su estatus como presos políticos, lo que significaba el reconocimiento de Irlanda como nación.

La noticia de su muerte llegó rápidamente a Cork donde, en señal de reconocimiento, se pusieron las banderas a media asta, las tiendas se mantuvieron medio abiertas y los centros de entretenimiento fueron cerrados. Un largo número de Voluntarios se dirigieron desde Cork a Inglaterra para proveer de una guardia de honor en su retorno a casa al alcalde de Cork. Todo esto, mientras las autoridades inglesas intentaban evitar cualquier tiempo de muestra en Londres. El 31 de octubre llegaba por fin, después de varios intentos, por parte del gobierno británico de evitar cualquier muestra pública de apoyo, que fueron continuamente esquivados. El último fue la tentativa de impedir que el cuerpo fuese llevado por toda Irlanda, para así evitar que se convirtiese durante el viaje de Dublin a Cork en una demostración de apoyo político al Sinn Féin y al IRA. Finalmente, el cuerpo de MacSwiney llegó a Cork el 30 de octubre y al día siguiente fue llevado en procesión a la catedral de St Mary donde se celebró el funeral. Flyn describe el día:

Throughout Ireland demonstrations were held in most cities and towns as the funeral took place. The funeral procession was led by 180 priests for the whole of the twomile route to the republican plot at St Finnbarr’s Cemetery. Tenso f thousands followed in silence as lorry loads of Black and Tans kept a discreet distance. A revolver was produced at the graveside and a volley of shots fired as a last salute. Arthur Griffith gave the oration at the grave and said that ‘Joan of Arc would find a martyr in the Lord Mayor and a worthy comrade in Headen’[15] (915)

El mismo día que Terence MacSwiney moría en Inglaterra, Joseph Murphy muere en la cárcel de Cork después de setenta y seis días en huelga de hambre, y al día siguiente del entierro de MacSwiney, Kevin Barry, de dieciocho años fue colgado en la prisión de Mountjoy, en Dublín. Los tres hombres de Cork que da pie a Lynn a afirmar que el tramo final del conflicto anglo-irlandés está marcado por la muerte de tres prisioneros de Cork.

Pero, como hemos apuntado, la huelga de hambre de Terence MacSwiney fue un asunto público que fue seguido por la opinión pública irlandesa e inglesa, pero también fue seguido en otras zonas del planeta. Una de ellas Cataluña, donde los republicanos nacionalistas catalanes se mostraron desde un primer momento del lado de Terence MacSwiney.

El republicanismo catalán ante los acontecimientos irlandeses

La huelga de hambre y posterior muerte de Terence MacSwiney tuvo la atención de la opinión pública catalana. La prensa nacionalista siguió los diversos actos con mucho interés, como había seguido todo lo acontecido desde el inicio de la Guerra de la Independencia. Pero este interés en Irlanda venía de más atrás, incluso en el siglo XIX Irlanda es un tema recurrente en la prensa catalana. Más recientemente y ligado a los acontecimientos que se estaban produciendo en estos momentos fue el seguimiento del Easter Rising y las posteriores negociones y fracaso de la Home Rule. Lo que destaca es la crítica a los actos llevados a cabo por los sinn feiners, dado que el discurso nacionalista catalán en aquel momento estaba centrado en la victoria aliada, en la cual Inglaterra tenía un peso importante. El republicanismo catalán con Rovira i Virgili al frente acusaron a los sinn feiners de “uns quants elements inadaptats d’Irlanda i a sóu dels alemanys”[16].

Que ha cambiado en apenas cuatro años para que los republicanos catalanes cambien su discurso, y su nueva argumentación se base en describir la actuación británica como un intento de sujeción, a la fuerza, mediante medidas coercitivas, totalmente contrarias a la democracia británica, a la que los irlandeses hacían frente con actos heroicos como el del alcalde de Cork, Terence MacSwiney.

En Cataluña, como en otras partes de Europa, el fin de la Primera Guerra Mundial dio paso a la creencia de que los catorce puntos de Wilson significarían una nueva reorganización europea, donde las demandas nacionales serían escuchadas. En noviembre de 1918, en los últimos días de la Gran Guerra y, por tanto, con el conocimiento de la derrota de los Imperios, que fue entendía como parte del triunfo de las naciones pequeñas. Francesc Macià anunciaba la formación de lo que Ucelay Da Cal llama una “formación hipotética” con el nombre “Partit Obrer Nacionalista” en el que se combinaba las demandas obreras con la realización de la “Libertad de Cataluña”[17]. Poco después, el hipotético partido se convirtió en la Federació Democràtica Nacionalista donde Macià esperaba unir la izquierda catalana, desde el Partit Republicà Català hasta sectores legitimistas del movimiento carlista. El manifiesto de este nuevo partido defendía los derechos de asociación, reunión, manifestación y propaganda, reclamaba mejoras sociales y defendía las actuaciones del Comité Pro Cataluña y del Comité Nacional Catalán de cara a obtener representación catalana en la Sociedad de Naciones. Pero el crecimiento de la CNT, que dio lugar a numerosos conflictos laborales con la consiguiente respuesta patronal en cierres y despidos con el objetivo de debilitar el movimiento obrero organizado, provocó una creciente crispación y violencia en la ciudad condal que cortó los intentos de la FDN de ampliar sus bases y los llevó en 1920, poco antes de que McSwiney se declarara en huelga de hambre, a la “Hibernación”[18].

A pesar de dicha hibernación, la FDN fijó su atención en lo que pasaba en Irlanda y para ellos la lucha de los irlandeses demostraba la fuerza imparable del ideal nacionalista, convirtiéndola en un modelo contemporáneo a seguir para el sector radical del nacionalismo catalán, un modelo al partir del cual construir un proyecto revolucionario propio. El nombre de Irlanda se asoció a la lucha por la libertad, al coraje y el sacrificio personal por la patria. Y es en este punto es donde destaca la figura de Terence MacSwiney.

Pero no sólo es el sector radical del nacionalismo catalán el que se fija en los acontecimientos en Irlanda. La huelga de hambre seguida por algunos líderes nacionalistas, como MacSwiney, se enmarca en el contexto de la crítica que se lleva a cabo desde las páginas de la prensa nacionalista catalana a la política represiva británica hacia el independentismo irlandés. La importancia de las huelgas de hambre llega a su punto más álgido a finales de octubre, cuando MacSwiney entra en la fase final. Es una situación que confirma, según los nacionalistas, la necesidad de llegar a una solución pactada.

La muerte de MacSwiney fue glosada como un ejemplo de la victoria del ideal patriótico, la victoria del espíritu, la voluntad de independencia irlandesa, sobre la materia, la fuerza física del Reino Unido.

Los siguientes días se organizaron actos en Barcelona por la memoria del alcalde de Cork. Asociaciones como la Joventut Nacionalista Obrera “Pàtria Nova”, la Joventut Democràtica Catalana, el CADCI, entre otros, celebraron actos en memoria de MacSwiney, o lo que es lo mismo, actos favorables a la República de Irlanda. Son las Juventudes las que más se movilizan en este sentido llegando a pedir a la población el llevar un lazo negro en señal de duelo:

Reunides a la redacció de “L’Intrasigente” algunas Joventuts Nacionalistes de diferents matísos, han acordat pregar a tots els homes patriotes de la nostra terra que facin ostentació de la seva admiració vers l’heroic gest del noble Lord Alcalde de Cork, portant en lloc ben visble una llaçada negra durant vuit dies.[19]

Las Joventudes se dirigieron también a las autoridades británicas, a las que enviaron manifiestos de protesta por la muerte de un hombre que se convertía así en Catalunya en un símbolo y un mártir de la causa nacionalista, de los pueblos que luchan por su independencia. Así dirigieron una carta a Lloyd George donde se afirmaba que:

Haveu deixat morir a l’alcalde de Cork i haveu consolidat definitivament la independència irlandesa i desitgem a la jove República la felicitat de que la fan mereixedora els sacrificis dels seus fills[20].

Se comparó la figura de MacSwiney con la de figuras del nacionalismo catalán como Casanovas:

Casanova ahir, avui MacSwiney, son exempies vivents de que hi ha una patria, i que aqueix ideal és tan noble i enlairat que hi ha homes que donen en holocaust llur vida. Si el principi de pàtria és discutit, tot- hom té un sentiment de pàtria al cor. Dedica entusiastes paràgraf a exaltar el sentiment nacionalista, essent continuament.”[21]

Unas protestas que también se propusieron llevar a las calles de Barcelona cuando llamaron a los estudiantes barceloneses a participar en una manifestación, a la que finalmente acudieron unos trecientos estudiantes, ante el consulado británico al que se presentó un manifiesto que fue rechazado.[22]

Tuvieron lugar misas en diversas Iglesias de la ciudad condal en recuerdo del alcalde de Cork. A una de ellas, la organizada en el templo de Nuestra Señora de Pompeya por los estudiantes barceloneses, y a la que acudieron el alcalde de la ciudad y el presidente de la Diputación, acabó siendo un acto de signo catalanista cuando una vez fuera del templo, se cantó “Els Segadors” y se escucharon aclamaciones a Irlanda y Cataluña.[23]

La importancia de la figura del alcalde de Cork para los nacionalistas catalanes se plasmó en una publicación de Raimon Negre i Balet que salió en diciembre, ni dos meses después de su muerte, bajo el revelador título Irlanda, el Batlle de Cork i Catalunya. La introducción, escrita por Rovira i Virgili, es todo un manifiesto de lo que MacSwiney representa:

El sacrifici de MacSwiney, el mártir de la patria, és una heroica lliçó per a tots els pobles que lluiten per la llibertat nacional[24].

Sacrificio, mártir, patria, heroica lección, libertad nacional. En sólo una frase, con la que empieza el prólogo y el libro, se nos presenta todo un vocabulario hasta aquel momento poco utilizado dentro del discurso nacionalista catalán que cada vez se parece al que se escucha en Irlanda, sobre todo entre las filas de los más jóvenes, aquel que se defendió durante el Levantamiento de Pascua en 1916 que en aquel momento fue rechazado por los republicanos nacionalistas catalanes[25]. Un alzamiento que tenía como uno de los principales líderes Patrick Pearse quien defendía el derramamiento de sangre, el sacrificio de unos para conseguir el despertar de sus congéneres y liberar la nación del sometimiento británico. Una teoría que seguía el mismo Terence MacSwiney, quien también participó en el Easter Rising, y que fue, como ya hemos anotado, lo que le llevó a la declaración de la huelga de hambre. En este nuevo marco, la acción de MacSwiney, que habría sido rechazada cuatro años antes, se convierte en 1920 en una lección para el nacionalismo catalán que tiene que ver “l’aspecte alliçonador del sacrifici de l’alcalde de Cork no [como un] episodi tràgic de la seva mort per inanició voluntària. Es la força del patriotisme, la profunditat del sentiment nacional”[26]. Un sacrificio, una muerte, que es la muestra de un sentimiento nacionalista que tiene que ser un ejemplo, pero, en todo caso, no tiene porque tener la misma repuesta en todas partes. Dado que “és cosa que depèn del temperament de cadascú i de les circumstàncies de cada país”[27]. Pero este ejemplo no proviene de un solo acto, sino que es la unidad de todos ellos lo que da valor. Es la unión del sentimiento que estos actos significan, porque “sense la intensificació i la difusió prèvies del sentiment nacionalista, els sacrificis, individuals o col·lectius, serien estèrils.”[28]

En las siguientes páginas, Negre i Balet trata de mostrar que Irlanda es una nación dominada por otra que busca su libertad, a imagen de lo que ocurre en Cataluña. Y que mejor manera que con el memorándum que los nacionalistas irlandeses enviaron al Congreso de Paris con el objetivo de ser reconocidos como un estado independiente y soberano. Así, primero, se acentúa la situación de opresión que vive Irlanda desde la toma del control de la isla por los ingleses que mantienen “un monstruós sistema de policía”[29] que la situación mundial, es decir el conflicto bélico, ha endurecido:

… els poders excepcionals necessitats per la guerra europea, no han servit sinó per l’opressió de la Irlanda; en mèrit d’aquests poders, ha estat establert un govern militar; alguns districtes han estat tractats com a país conquerit dins una guerra ordinària. La premsa i les publicacions totes, resten sotmeses a una censura de temps de guerra. Moltes impremtes han estat envaïdes i deixades fora d’ús; la policía i les autoritats militars han rebut poders de confiscar sumàriament sense jutjar, la propietat literaria; moltes persones són empresonades i dutes a l’Anglaterra, sense cap mena de judici.[30]

Acciones que han ido encaminadas a debilitar y poner fin a una nación que, en los últimos años, con más voluntad que anteriormente, ha mostrado la decisión de acabar con esta situación anómala y que el pueblo irlandés pueda escoger finalmente su propio gobierno. Es el derecho de todos los pueblos, grandes o pequeños, a ser reconocidos. Por eso:

Demanem que el món estigui organitzat de tal manera,que hom pugui viure-hi amb seguretat, i principalment, que hi visqui segura tota nació pacífica, que desitgi com la nostra, viure sa propia vida, escollir les seves instituciosn, tenir la certitud de què podrá tractar amb les altres nacions del món, amb tota justícia i llealtat, i que será garantitzada contra la violencia o contra tota agresssió injusta[31].

Una vez establecido el derecho del pueblo irlandés a gobernarse a sí mismos, por la cual están luchando en eso momento y por la que están haciendo frente a una situación de represión utilizada por el gobierno invasor con el objetivo de poner fin a este derecho del pueblo irlandés, Negre i Balet sigue con la historia de la lucha de uno de estos hombres, Terence MacSwiney. Un hombre que desde muy joven ha luchado por el derecho de su nación y por la cual ha sido detenido cuatro veces[32], siendo totalmente el ejemplo de la lucha y la injusticia que se vivía en Irlanda. Una injusticia que llevaba al asesinato por parte del gobierno inglés y que representaba un sacrificio ofrecido por ellos, “Si la nostra vida és empesa a la mort, restarà una taca en el nom d’Anglaterra”[33]. Porque en definitiva, sigue MacSwiney, en su mensaje a todos los irlandeses del mundo:

“tant els meus Companys com jo, ens sentim singularment privilegiats i plens de benaurança en veure’ns instruments de Déu per atraure l’expressió d’admiració i d’ajut de tot l món per la causa de la Irlanda i pel reconeixement de la Republica irlandesa, i si morim, sabem que serem cridats per gran privilegi i ventura, per tal d’entrar en la companyia d’aquells que moriren per la Irlanda.”[34]

La publicación acaba con una última parte titulada Catalunya, donde Negre i Balet, en primer lugar, afirma que Cataluña nunca se había conformado con la perdida de sus libertades en 1714. De ahí la lucha por la autonomía de los últimos años que era reflejo de la voluntad nacional catalana y que dio lugar a la aprobación de un Estatut d’Autonomia por parte de la Mancomunitat Catalana con el apoyo de los Ayuntamientos catalanes en 1919 y que fue “arrabassat de les nostres mans abans que l’anéssim a dur a la pràctica, per aquelles colles que bo i no representant més que una minça part de l’opinió espanyola, contra tot el dret, contra tot el seny i contra tot sentit de ponderació, influeixen i àdhuc determinen el Govern d’Espanya.[35].

Por tanto, en una situación en la que no se reconoce la voluntad nacional de un pueblo no es extraño que la opinión siguiera los acontecimientos que se estaban produciendo en un lugar donde se estaba luchando por el mismo derecho que se pedía. Una lucha seguida con “emoción”, “el martiri heroic del Batlle de Cork”[36].

Conclusión

La huelga de hambre es un medio utilizado para reivindicar el cumplimiento de algún derecho, en el caso irlandés fue utilizado por los republicanos para reivindicar su estatus de presos políticos, lo que es lo mismo la representación del pueblo irlandés y lo que ello significaba, el derecho de una nación a gobernarse. Al mismo tiempo, la utilización de la huelga de hambre con la posible, en el caso de MacSwiney realidad, muerte del que la sigue, lleva a una batalla dialéctica, en la que se habla de represión, asesinato por parte de las autoridades al permitir dicha muerte. La imagen del mártir, del hombre que da la vida por su ideal, por lo que cree se vincula de esta manera a la huelga de hambre de MacSwiney.

Es esta imagen la que no sólo se extiende por Irlanda, sino que llega a Cataluña, donde la situación de impase que se produce ante una Sociedad de Naciones en las que les dejan hablar, ante el bloqueo del Estatut aprobado por la sociedad catalana representada por sus instituciones locales, los Ayuntamientos, y regionales, la Mancomunitat, da paso a que se busque otras opciones, y como siempre en Cataluña se busca ejemplos en el exterior, y en ese momento Irlanda refleja claramente un camino de lucha por la independencia ante un poder que se niega a reconocer el derecho de una nación a ser gobernada por sus ciudadanos.

Pero, si bien, hay un reconocimiento de la situación irlandesa y un apoyo catalán a la República de Irlanda, las armas utilizadas, como la huelga de hambre y posteriormente de MacSwiney muestra, tiene un mayor arraigo en el sector más radical del nacionalismo catalán, los liderados por Francesc Macià, y también de los jóvenes que son los que asimilan el discurso del hombre que lucha hasta, si es necesario, la muerte por el objetivo de conseguir la liberación de la nación, tal y como demuestra que la mayoría de las protestas, actos, etc, que se celebran en Cataluña tras la muerte de MacSwiney.

Notas al pie

[1] Pádraigh Ó Fathaigh describió la situación de la policía irlandesa en el condado de Galway, que se puede extrapolar al resto de la isla, excepto el norte, de encontrarse en el límite, bebidos e ignorando órdenes. Timothy G. MCMAHON: Pádraig Ó Fathaigh’s. War of Independence, Cork, Cork University Press, 2000. P. 53.

[2] Peter Hart afirma en su estudio realizado para Cork, que los Black and Tans se sentían separados de la población por sus orígenes y nacionalidad. Así como se sentían traicionados por la indecisión y la indiferencia del gobierno, por lo que sentían que solo podían confiar en si mismo. En la situación de esta fuerza paramilitar no ayudó la reputación que rápidamente adquirieron de embriagadez y disciplina. Peter HART: The I.R.A. and Its Enemies: Violence and Community in Cork, 1916-1923, Oxford University Press, 1999. P. 93.

[3] Barry FLYNN: Pawns in the Game: Irish Hunger Strikers 1912-1981, Cork, Collins Press, 2011. P. 54.

[4] Ibid, p. 12.

[5] Junto a Ashe también se habían declarado en huelga de hambre Fionán Lynch y Austin Stack. Una medida que el mismo Ashe ya había utilizado ese mismo año, esta vez junto a Eamon de Valera, en mayo del mismo año consiguiendo siendo liberados en junio bajo una amnistía general otorgada a todos los prisioneros republicanos.

[6] Barry FLYNN: Pawns in the Game, p. 34.

[7] Miembro del Partido Irlandés, llegando a sentarse en la Cámara de los Comunes, del cual se separó a partir de los acontecimientos que siguieron al Alzamiento de Pascua de 1916. Sus simpatías hacia el movimiento liderado por Arthur Grifftih, pero defendiendo el uso de medios pacíficos, le llevó a actuar como abogado defensor de sinn feiners. Fue el primer Gobernador General del Estado Libre Irlandés, un nuevo puesto creado a partir del tratado Anglo-Irlandés de 1921.

[8] Barry FLYNN: Pawns in the Game, p. 43.

[9] Charles TOWNSHEND: The British campaign in Ireland 1919-1921. The development of political and military forces, London, Oxford University Press, 1978.

[10] Barry FLYNN: Pawns in the Game, p. 31.

[11] Ibid, p. 50.

[12] P.S. O’HEGARTY: A short Memoir of Terence MacSwiney, Dublin, Talbot Press, 1922. P.90.

[13] Barry FLYNN: Pawns in the Game, p. 80.

[14] Barry FLYNN: Pawns in the Game, p. 61-62.

[15] Barry FLYNN: Pawns in the Game, p.67.

[16] El Poble Català, 9 de maig de 1916.

[17] Enric UCELAY DA-CAL: “The Shadow of a doubt: Fascist and Communist alternatives in Catalan separatism, 1912-1939”, Institut de Ciències Polítiques i Socials, 198, (2002), pp. 2-43, esp. p. 11.

[18] Ibid.

[19] La Veu de Catalunya, 27 de octubre de 1920.

[20] Ibid.

[21] Ibid. 15 de noviembre de 1920.

[22] Ibid. 27 de octubre de 1920

[23] Ibid.  28 de octubre de 1920.

[24] Raimon NEGRE I BALET, Irlanda el Batlle de Cork i Catalunya, Barcelona, Atenes a. G., 1921, p.7.

[25] El 9 de mayo de 1916 en El Poble Català aparecían publicadas las siguientes lineas, “Els nacionalistes republicans –i ens atreviriem a dir tots els nacionalistes de Catalunya- no aprovem aquest intent d’alçament hagut a Irlanda darrerament provocat per uns quants elements inadaptats d’Irlanda i a sóu dels alemanys”.

[26] Ibid.

[27] Ibid.

[28] Ibid.

[29] Ibid, p. 14.

[30] Ibid.

[31] Ibid, pp. 16-17.

[32] La primera por su participación en el Levantamiento de Pascua; en febrero de 1917, ni un año después, fue detenido nuevamente sin cargos ni juicio y trasladado a Inglaterra; una tercera vez fue en marzo de 1918, otra vez sin cargos y la última el 12 de agosto de 1920.

[33] Ibid, p.29

[34] Ibid, p.30.

[35] Ibid, p. 31.

[36] Ibid.

Comunicación presentada en el Congreso «La nación omnipresente: nuevos enfoques sobre los procesos de nacionalización en la España Contemporanea, celebrado en Santiago de Compostela en septiembre del 2018″.

 

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