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La ejecución de Victor Sabater y Martí Martí

El 9 de mayo de 1922 tras confesar bajo torturas y de un juicio sin garantías, fueron ejecutados con el garrote vil en Barcelona, ​​los sabadellenses Victor Sabater Martínez y Martí Martí Colomer, acusados ​​del asesinato del empresario francés Théodore Jenny de 82 años, ocurrido en Sabadell el 22 de febrero de 1920.

Como en el caso de Sacco y Vanzetti electrocutados en Massachusettes el 23 de agosto de 1927, Victor Sabater Martí y Martí Colomer, terminaron siendo ejecutados injustamente acusados ​​de un asesinato que no habían cometido, ambos juicios no tuvieron ningún tipo de garantía. Pero a diferencia de los trabajadores anarcosindicalistas de Estados Unidos de origen italiano, Sabater y Martí, a pesar de estar afiliados a la Federación Local de Sindicatos (FLS) adherida a la CNT, no eran militantes destacados del sindicalismo revolucionario. En el momento de los hechos se encontraban en paro debido a los constantes cierres de empresas, «lock-outs», y tenían antecedentes por pequeños hurtos. También hay que remarcar que el contexto catalán era diferente al de Estados Unidos, en Cataluña a inicios de los años 20 eran habituales los asesinatos de militantes de la CNT a causa de la «Ley de Fugas» del gobernador Severiano Martínez Anido, y la respuesta de los pistoleros de los grupos de acción de la CNT contra los pistoleros del sindicato libre y políticos y empresarios cómplices.

El asalto a la casa de Théodore Jenny

El 22 de febrero, dos desconocidos llamaron a casa del empresario francés asentado en Sabadell, Théodore Jenny, copropietario de la fábrica de estambre Jenny y Turull (actualmente el Vapor de Ca la Daniela), mientras éste cenaba con su familia, le dijeron a la criada que eran trabajadores de su fábrica y que querían hablar con él, ésta les abrió. Los dos individuos entraron en la casa de Théodore con la cara tapada con bufandas y amenazaron con pistolas a Théodore, a la criada y a sus dos hijos: Teodoro de 55 años, Eugenio de 53, y a la mujer de uno de ellos.

Los dos hijos de Théodore lanzaron sillas contra los asaltantes y a uno de ellos le cayó la pistola, el otro reaccionó disparándolos e hiriendo de bala a ambos. Al que se le cayó la pistola clavó un cuchillo en el pecho a Théodore Jenny provocándole la muerte. Los agresores huyeron dejando muerto al empresario y heridos de bala a sus dos hijos.

De este ataque, nunca se aclaró si se trataba de un intento de robo o de un atentado como respuesta a las condiciones laborales en la fábrica de Téhodore Jenny, que había tenido problemas con sus trabajadores, ya que éstos no aceptaban la imposición de los nuevos horarios. Se desconocía que Théodore, estuviera vinculado con el pistolerismo patronal, aunque sus hijos sí eran miembros del Somatent de Sabadell.

Las detenciones

Las autoridades recibieron presiones del gobierno francés, ya que Théodore era de nacionalidad francesa, el cónsul francés visitó personalmente a la familia el día siguiente del asalto. La policía se acogió al testigo de un chico de 17 años de Sabadell llamado Josep Peris i Sancliment, que se presentó en comisaría el día siguiente del atentado. Peris, sufría graves problemas psíquicos, y debido a la pobreza de su familia, había sido acogido de pequeño a una casa de beneficencia regentada por monjas.

Peris ofreció a la policía hacer de confidente para descubrir los autores del asesinato a cambio de dinero. Pero uno de los policías declaró en el juicio que fue el empresario Francesc Llonch quien puso en contacto a Peris con la policía y que éste apuntó a su padre y su hermano como autores del crimen. En una muestra del cúmulo de irregularidades y contradicciones de la instrucción y del proceso judicial, el confidente se desdijo y acusó como autores del asesinato a sí mismo, a Victor Sabater Martínez, alias «el Bitxo», de 19 años y Martí Martí Colomer, alias «Cadirots», de 23 años que fueron detenidos el 2 de marzo. Al primero se le imputó ser el autor del asesinato de Théodore y de haber herido a sus dos hijos, y al segundo, de estar vigilando la calle en el momento del asalto. Tras la detención de los supuestos responsables del crimen, la policía detuvo a un total de 32 anarcosindicalistas.

Confesión bajo torturas

Victor Sabater y Martí Martí y Colomer declararon durante el juicio que en comisaría les habían obligado a declararse culpables mediante la tortura y que se les dictó lo que debían declarar. Además, varios testigos declararon que ambos a la hora del crimen se encontraban en el baile que se celebraba en La Mata, pero el juez rechazó estos testigos. En su contra, declaró la criada de Théodore, Pepa Alòs, quien los reconoció como los asaltantes en el domicilio de los Jenny. Corrieron rumores de que fue presionada para que declarara reconocerlos como los autores del asalto, y resulta difícil pensar que pudiera reconocerlos si iban tapados con bufandas.

Sobre la autoria de los asesinatos

La patronal desde un primer momento señaló que el crimen había sido obra de sindicalistas.

El historiador sabadellense Andreu Castells recogió varios testigos que afirmaban que todo se trataba de un montaje policial. Josep Gadea Vilarrubias de la familia carlista de los Vilarrubias le dijo que el asesinato había sido obra de los dos hermanos por “litigios de herencia”. El empresario y secretario local de la Liga Joan Llonch le afirmó que «todo el mundo sabía que lo que se decía no era verdad, que no era un crimen anarcosindicalista, pero todo el mundo callaba».

En opinión del cenetista Ángel Pestaña los asaltantes eran delincuentes comunes sin ninguna conexión con el anarcosindicalismo, para el sindicalista sabadellense Josep Rosas, los asesinos fueron obra de unos desertores del ejército francés que se habían refugiado en Sabadell, uno de ellos se decía Pierre e iba a pedir dinero a menudo a Jenny, éste al negarse a darle más, le habría matado. En cambio, el destacado militante anarcosindicalista sabadellense Brú Lladó, y el también anarcosindicalista y alcalde de la ciudad el día antes de que entraran las tropas franquistas, Enric Mampel, declararon años después que los autores eran miembros de una comisión obrera que fue a hablar con Jenny por temas laborales. Durante el encuentro tuvo lugar una fuerte discusión que habría terminado con la muerte involuntaria del empresario.

Juicios y execuciones

El juicio contra los tres acusados, se celebró en la Audiencia de Barcelona del 11 al 13 de julio de 1921, El juicio estuvo lleno de irregularidades y el 15 de julio se dictó la sentencia:

Así, los tres fueron condenados por el delito de asesinato consumado. Sabater i Martí en la pena de muerte en el garrote vil , y Peris, depor el atenuante de ser menor de 18 años, a 14 años y 8 meses y 1 día de cárcel por el asesinato consumado, y 8 años y 1 día por intento de asesinato de los hijos de Théodore.

Varios partidos, entidades y sindicatos de la ciudad como El Círculo Republicano Federal (CRF) de Sabadell , el Ayuntamiento o la FLS-CNT pidieron la conmutación de la pena de muerte. Lluís Companys, diputado por Sabadell en ese momento, y el presidente de la patronal de los metalúrgicos Jaume Ninet, que más adelante proclamó la II República en la ciudad, se reunieron en Madrid con el presidente Sánchez Guerra para interceder y pedir la conmutación de la pena. Incluso el presidente de la Mancomunidad de Cataluña Josep Puig i Cadafalch de la derechista Liga Regionalista, intercedió pidiendo también al presidente del gobierno el indulto. Una comisión femenina sabadellense reunió a 4.500 firmas que fueron entregadas a la hija del gobernador Martínez Anido. Al igual que el presidente del gobierno, el jefe de la policía de Barcelona, Miguel Arlegui, que aplicaba la «Ley de Fugas» asesinando a los anarcosindicalistas y acusado de patrocinar a los sindicatos libres contra la CNT, no quería oír hablar del indulto. Todos los esfuerzos fueron tabique y el gobierno mantuvo la condena a pena de muerte.

El 9 de mayo, a la una de la tarde, los dos jóvenes fueron agarrotados proclamando su inocencia. Victor Sabater se negó a besar el crucifijo, se dirigió al verdugo Gregorio Mayoral diciéndole:

-¿Tiene hijos?

El verdugo le contestó afirmativamente y Sabater le dijo:

-Pues los compadezco, porque contigo deben pasarlo muy mal.

Castells, Andreu. Informe de la oposició . Del terror en la Segona República 1918-1936. Edicions Riutort, Sabadell, 1980.

Sabater tampoco quiso que le cubrieran la cabeza con un paño negro.

Martí si que besó el crucifijo, como último deseo antes de ser ejecutado, se le permitió casarse con su novia en prisión, con ella tenía un niño de 3 años.

Para la opinión pública de Sabadell, fueron dos cabezas de turco y del 4 al 6 de mayo de 1922 se organizó una Huelga en solidaridad con los condenados. La patronal buscaba encontrar a unos culpables, realizar un escarmiento público y relacionándolos con el sindicalismo, en una época donde iban en aumento las reivindicaciones obreras y la fuerza de la CNT. Se trataba de frenar por todos los medios, por ejemplo con la «Ley de Fugas», la organización de los trabajadores, evitar que consiguieran sus reivindicaciones.


Castells, Andreu. Informe de la oposició. Del terror a la Segona República 1918-1936. Edicions Riutort, Sabadell, 1980.

Santamaria, Antonio. isabadell.cat. ‘Historia de Sabadell’. Los años del pistolerismo (2): el asunto Jenny, 1 de noviembre de 2015 <https://www.isabadell.cat/sabadell/historia-de-sabadell-els-anys-del-pistolerisme-2-lafer-jenny />

A cops ‘VICTOR SABATER Y MARTI MARTI, ELS SACCO Y VANZETTI CATALANS’, 26 d’agost de 2013 <http://ja-acops.blogspot.com/2013/08/victor-sabater-i-marti-marti-els -sacco.html>

‘En la cárcel Modelo – Tres ejecuciones’ Hemeroteca La Vanguardia.com’, 10-05-1922

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