Anarquismo Historiografía

El grupo de afinidad que editó el periódico anarquista clandestino Alerta…!

El grupo de afinidad que editó el periódico anarquista clandestino Alerta…!

Todo lo interesante ocurre en la sombra, no cabe duda. No se sabe nada de la historia auténtica de los hombres. Louis-Ferdinand Céline. Voyage au bout de la nuit

  1. El proceso de investigación histórica
Antecedentes

En 2004 leí el excelente artículo de François Godicheau, titulado “Periódicos clandestinos anarquistas en 1937-1938: ¿las voces de la base militante?”, editado en la revista Ayer número 55 (2004). Era un artículo pionero y muy bien escrito que me impresionó vivamente..

Durante el año 2019, en el proceso de investigación y redacción de mi libro CNT versus AIT, inédito, aunque de próxima publicación en Ediciones Descontrol, descubrí la estrecha relación existente entre el grupo editor de Alerta y los periódicos anarquistas críticos franceses Terre Libre y L´Espagne Nouvelle, así como el conocimiento, cita y en ocasiones la glosa que los redactores hacían de los artículos publicados en Alerta: desde Prudhommeaux y Volin, hasta Attruia, Shapiro y otros.. Ambas publicaciones anarquistas francesas anunciaron sus estrechas relaciones con la prensa revolucionaria española, de la que se proponían traducir sus artículos más interesantes: Anarquía-FAI, Esfuerzo, Ideas, Ruta, Libertad, Alerta y El Amigo del Pueblo.

En diciembre de 2019 me entrevisté en el café del Caixa-Fórum de Barcelona con Ángel Carballeira Mombrió y su hermana Gladis. Me hablaron, entre otras muchas cosas, de las vivencias y de la militancia de su padre: Ángel Carballeira Rego. En marzo de 2020, Ángel me envió escáner de la carta enviada por Amador González a la familia Carballeira con motivo del fallecimiento de Ángel Carballeira Rego. En esa carta, fechada el 13 de agosto de 1963, se narraba la constitución de un grupo de afinidad, formado porAmador González, Ángel Carballeira Rego, Daniel Sánchez García, José Rasal Castro y Alfonso Nieves Núñez para efectuar determinada misión: “En un buen día de noviembre de 1937, cinco amigos determinamos hacer algo que frenara la contrarrevolución que ya se perfilaba”

En el cuestionario que envié con posterioridad a Ángel Carballeira Mombrió, éste me contestó muy ampliamente, informándome que en un encuentro con Amador en París había tenido ocasión de que le ampliara y aclarase algunas cuestiones, explicándole que la misión del grupo de afinidad había sido la de asegurar la salida del periódico clandestino Alerta (publicado en Barcelona entre octubre y diciembre de 1937).

He aquí la encuesta y las amplias respuestas de Ángel Carballeira Mombrió, en las que destaca la excelente descripción y análisis que realiza Ángel del mutismo de esos humildes, eficientes y anónimos militantes de los comités de defensa1. Ese anonimato de la militancia cenetista es una de las mayores conquistas y grandezas del proletariado español de los años treinta. El militante anarcosindicalista era un revolucionario anónimo, sin el menor egoísmo ni afán personalista, sin cargos que ocupar ni carrera que labrar.

Sin embargo, desde un punto de vista histórico, ese mutismo ha desembocado finalmente en una ignorancia casi absoluta del funcionamiento y de la historia de los integrantes de esa nebulosa en la que militaban, se asociaban en un grupo de afinidad para hacer y tirar bombas, editar un periódico, crear un ateneo o una escuela racionalista, fundar una cooperativa o un sindicato, quemar un tranvía y hacerlo descender a toda velocidad desde la Travesera de Gracia hasta la Telefónica, convocar una huelga, levantar los cuadros de defensa o formar una centuria… sin más objetivo que luchar por sus reivindicaciones laborales inmediatas o por un mundo fututo mejor para todos.

De ahí, la excepcionalidad absoluta de la investigación de Ángel Carballeira Mombrió2, que ha conseguido desvelar y señalar la importancia y originalidad organizativa e histórica de esa nebulosa asociativa de la militancia anarcosindicalista.

Respuestas de Ángel Carballeira Mombrió al cuestionario de Agustín Guillamón (Emails de marzo 2020):

Preámbulo (de Ángel)

Si bien en casa no había ningún inconveniente en abordar asuntos que trataran sea de filosofía anarquista, de historia, de huelgas, etc. tampoco era lo único de lo que hablábamos pues, tanto mi padre como mi madre intentaban interesarnos por la cultura en general: ciencias, literatura, arte, etc. Por eso, muchos domingos asistíamos a funciones de teatro (el movimiento libertario tenía en aquel entonces tres grupos que actuaban en Toulouse) o visitábamos museos y exposiciones. Cuando era posible, en verano, salíamos en bicicleta a alguna excursión organizada por las JJLL por los alrededores de Toulouse.

A mi nivel se pueden considerar tres puntos: participación a lo público, testigo de lo orgánico básico, ausencia casi total en lo conspirativo. Además como ya te lo había señalado, los compañeros de esta época eran muy callados cuando se trataba de problemas puramente orgánicos de cierta importancia y todavía más cuando rozaban el aspecto conspirativo. Así que lo que te puedo decir son cosas que he recogido de forma directa o indirecta, en conversaciones entre los compañeros que codeábamos (creo que era bastante observador y que había integrado perfectamente que, ciertas cosas, tenía que guardarlas solo para mí y no preguntar nada) o con los pocos testigos que eran conocedores de ciertas “andanzas” pero que de ninguna manera se creían autorizados para hablar públicamente de estas cosas.

Lo que he podido saber es seguramente fragmentario y sería necesario (si fuera posible, que no lo es siempre) completarlo con otras fuentes. No obstante, por haber leído ciertos relatos sobre temas que rozan algunos de estos asuntos, pienso que a menudo se aparentan más a novelas que a historia.

Contestando a tus preguntas

I-Nieves Núñez (quizás Alfonso Nieves Núñez). Colaboró en los años treinta en Tierra y Libertad. Marzo 1938 administrador de Solidaridad Obrera. ¿o se trata realmente de una mujer: Nieves Núñez, de la que no encuentro ninguna información? 

Cuando murió mi padre y recibimos la carta de Amador González pensé, cuando hablaba de Nieves Núñez, que se trataba de una compañera. Cuando me encontré con Amador en París le pedí algunas aclaraciones acerca de su carta. No recuerdo exactamente lo que me dijo pero dos puntos sí que me quedaron clavados en la memoria:

Nieves Núñez era un compañero. Casi seguro se trataba de Alfonso Nieves Núñez, pues este compañero se desenvolvía en la Casa CNT-FAI. Por otras fuentes (Vicente Llansola, Antonio Alorda) he sabido que Alerta! se imprimía en la casa CNT-FAI. Esto quiere decir que, a pesar de existir vientos contrarios importantes, tenían muchas complicidades en la “Casa” misma. Según lo que he oído, nunca la cúpula de la CNT se enteró de ello (aunque andaban locos buscando).

Los cinco apellidos que indica Amador son los de los compañeros que, de forma clandestina, decidieron editar este periódico (eso no lo decía él en su carta de pésame). Ésta es la razón que me llevó a escribir “Alerta!” en la parte superior de la carta de Amador que te he mandado anteriormente . Por aquel entonces, yo no sabía absolutamente nada sobre el particular. Sólo a finales de los setenta cuando, con otros compañeros, trabajando en periódicos archivados por Renée Lamberet tropezamos con Alerta!, entonces hice la relación de la carta con Alerta!

II- Ángel Carballeira Rego. Militó en los grupos de defensa de Gracia. Uno de los fundadores de Alerta!

En las primeras ediciones de la Enciclopedia del anarquismo ibérico las reseñas para con mi padre eran escuetas y además con muchos errores. Mucho más tarde señalé esos errores a algunos compañeros como Eliseo Fernández y Rolph Dupuy que corrigieron algunos puntos.

III- Amador González (1907-1975). Militó en Sindicato Transporte Marítimo. De la FAI. Participó en el asalto a Atarazanas. Estuvo en la coordinadora de los comités de defensa. Uno de los fundadores de Alerta! ¿Conoces el segundo apellido?

No conozco el segundo apellido de Amador. Solo sé que en París los compañeros de solera tenían mucha consideración para con él. El compañero Juan Ferrer (director de nuestro periódico en París) le hizo, cuando murió, una necrológica muy elogiosa pero… como solía hacerlo, sólo los que estaban en el ajo podían entenderla. Cuando la encuentre te la enviaré.

IV- Rasal (probablemente José Rasal Castro): Metalúrgico. Militante del comité revolucionario de Gracia.

Rasal, íntimo amigo de mi padre y de mi madre. Seguramente muy importante en la barriada de Gracia. Refugiado en Francia, las circunstancias lo llevaron hasta Marsella o sus cercanías. Murió en 1947 de un accidente de trabajo: una viga le cayó en la pierna provocando una hemorragia importantísima, llegó casi muerto al hospital.

Con toda seguridad, trabajó en una base americana. Nos había enviado varias cosas que, en aquel entonces, facilitaban la vida: cuerdas de muy buena calidad, otras cosas que no recuerdo… también para mí un balón de fútbol de cuero (recuerdo que este balón tenía un cordón lateral trenzado como se hacía en aquel entonces) y seguramente otra cosa para mi hermana, pero no lo recuerdo.

Su compañera se instaló en Perpignan donde abrió una tienda de flores. Su hija Violeta vive todavía. Hace algunos años entré en relación con ella pero, enferma, no se acordaba de nada.

V- Sánchez (probablemente Daniel Sánchez García): militante del Grupo faista barcelonés Viñas.

Marcos Alcón en una reseña publicada en Tierra y libertad de Méjico indica que Daniel Sánchez murió en misión orgánica. De eso no sé nada preciso pero, según la familia, creo que murió torturado en la cárcel de Barcelona. Su hermano Eugenio Sánchez, que conocíamos muy bien, vivió el exilio en Toulouse y lo veíamos muy a menudo en todos los actos del movimiento libertario. Como trabajaba de basurero nos facilitaba plumas estilográficas que la gente tiraba; nosotros las aprovechábamos, cambiando únicamente la pluma.

La compañera de Daniel, Pilar, después de la guerra estaba en Barcelona pero se marchó a Madrid donde trabajó como criada en casa de un banquero que, a sabiendas de su recorrido, se comportó, al parecer, bastante bien con ella. Pilar pasó alguna que otra vez por Toulouse, en los años 60.

VI- ¿Estos cinco amigos eran la redacción de Alerta!?

Me parece que Alerta! no era solo una “redacción” sino que se trataba de un periódico “clandestino” y para este labor hacía falta para editarlo mucho más que “escritores”. Entre los cinco a, mi parecer, sólo Nieves Núñez y Amador González tenían competencias de periodistas.

Claro, cada uno de ellos podía solicitar de algún compañero exterior (y de confianza) que escribiera algunas cuartillas. Lo importante era preservar la clandestinidad… ¡La “historia” nos muestra que lo han logrado en superlativo!

VII ¿Qué era el grupo Viñas? ¿Quién formaba parte de ese grupo? ¿Viñas era el secretario de ese grupo de afinidad?

El Grupo Viñas como se denomina ahora (porque resulta difícil nombrar a lo que deliberadamente no tenía nombre) puede considerarse como sumamente importante antes y después de la revolución tanto en la barriada de Gracia como en Barcelona. En efecto el compañero Viñas, militante de la CNT de aquella barriada, era conocido de todos los militantes por su empeño, su seriedad y su discreción. Había una unanimidad y una gran simpatía cuando los compañeros hablaban de él. No creo que en el grupo hubiese ningún secretario o cosas por el estilo… A ese respecto, recuerdo que hace cuatro o cinco años en una conferencia organizada por el grupo trotskista Smolny en Toulouse a todas cuestas querían hacer entrar los Comités de defensa confederal en el marco organizativo leninista, … ¡también es una forma de hacer historia!

Si bien es verdad que en la barriada de Gracia, según Antonio Zapata militante activo del ramo de la construcción y del Ateneo libertario, había unos diez grupos, integrado cada uno por unos diez compañeros dispuestos a intervenir en acciones clandestinas y muchas veces arriesgadas, de ninguna manera estaban estructurados como la doxa trotskista lo preconiza.

Me parece que la sensibilidad libertaria de entonces no se hubiese acomodado a esta forma de militancia “conspirativa”.

Viñas era seguramente la figura más veterana, más capacitada y visible para coordinar, aunque fuera otro compañero el que se encargara de reunir a los que podían participar en tal o tal acción. Por ejemplo durante la huelga (casi insurreccional) de los tranvías, a finales de 1933 y principios de 1934, Viñas se quedó seguramente entre bastidores. Según varios testimonios (Antonio Zapata, Antonio Alorda) mi padre, agenciándoselas con otros compañeros muy jóvenes: el propio Antonio Alorda, Luis Montblanc, Adell, Deu, etc. fueron los que ganaron la huelga en aquella ocasión.

“El grupo Viñas” tomó algunas iniciativas, por ejemplo fabricar bombas de mano. Así es como instalaron un taller de fabricación en una planta baja. Casi seguro a iniciativa de Viñas, que era mecánico de oficio. Trabajaron en este taller, además de Viñas y Rasal, también durante una temporada, mi padre. Para darte una idea de lo discretos que eran los compañeros: cuando mi padre intervino en esta tarea, mi madre se dio cuenta enseguida que había cambiado de trabajo. En efecto la ropa de mi padre, que era planchador-tintorero, olía entonces a ferro pero mi madre no preguntó nunca nada sobre el porqué de este cambio, así que mi padre no tuvo que contarle una mentira (lo que le hubiese costado mucho), ¡qué atención! La familia Subirats (Pepito, Pepita y su hija Anita) vivían en la misma casa (o muy cerca) conocían perfectamente los que venían al taller pero nunca preguntaron nada y para ellos eran sólo vecinos. Cuando después de la huelga de los tranvías mi padre tuvo que marchar durante 10 meses a Francia (a Béziers), donde conoció a otros compañeros que estaban de “paso”- Riera, por ejemplo – o más asentados como Juan Llabrés – conocido como el Mallorca, del ramo del vidrio – que actuaba entonces como delegado de fronteras; este compañero había participado a la reunión donde se acordó crear la FAI en 1927. Mi padre se exiló a Francia porque un policía que estaba presente en el tranvía de la calle Muntaner era uno de los que lo habían interrogado en otra ocasión, ¡claro se conocían! Un compañero X (no sé su apellido) sustituyó a mi padre en el taller. Por causas desconocidas se produjo una explosión en la cual murió Viñas y seguramente X. No sé la fecha del accidente (la prensa de la época quizás habló de ello).

Mi padre nunca nos habló de eso, y si lo sé ahora, es porque unos pocos compañeros me lo dijeron y también porque atando cabos he podido imaginar un esquema de cronología.

En torno a esas actividades había una nebulosa en la cual giraban varios compañeros más o menos implicados, reunidos para una tarea precisa y no para todas. Recordaré a algunos que a menudo pasaban por casa: Salvador Sarrau que estaba presente cuando se pegó fuego al tranvía del Carrer Muntaner (pero nunca nos dijo quienes participaron, ni nos contó nada, teniendo en cuenta que como amigo íntimo de la familia mi hermana, Gladis, se ocupó de él hasta el final de su vida); el compañero llamado el feo (pienso encontrar su apellido más tarde y te lo comunicaré) que era, me parece, cerrajero – vivía en Castres – fue el que se encargó de hacer realizar las piezas de fundición que constituían el cuerpo de las bombas de mano.

También formaba parte del “grupo” el compañero Constancio Durban que trabajaba de albañil y que durante una temporada escondió a Durruti y Ascaso. Más adelante se marchó a Puigcerdà porque su hijo, enfermo, necesitaba el aire de la montaña. Allí, seguramente delegado de fronteras, desempeñó un papel importantísimo.

Otro compañero del grupo, Urbano Odena (conocido como el Urbano), que no llegué a conocer porque se exiló a Nueva York, trabajaba de panadero en Barcelona. Seguramente estaba muy implicado porque se carteaba con mi padre. Durban y él fueron también a recuperar un cargamento de armas a Marsella.

Otros/as militantes que aparecen en esa nebulosa son por ejemplo Miguel Alba que realizó los trabajos de albañilería para crear un zulo de armas en una tintorería radicada en Gracia. La compañera Teresa Margalef (muy íntima de nuestra familia, así como su compañero Juan Ronchera) era una de las que hacía los vaivenes llevando y sacando “ropa”3. Otro compañero apodado el Cubano (creo que se llamaba González) formaba parte también de esa nebulosa. Claro: hubo muchísimos/as más.

Algunas observaciones (de Ángel)

De lo que indico tenemos que hacer, por lo menos, algunas observaciones:

  • El papel que jugaron estos/as compañeros/as no ha pasado a la historia. Querían y hacían todo cuanto les era posible para seguir en la clandestinidad… y en vista de lo que ha quedado en el tamiz de la historia, ¡lo han logrado! Se puede comprobar en la Enciclopedia del anarquismo ibérico: las referencias, cuando existen, son muy escuetas.
  • Aparte unos cuantos compañeros que estaban ligados a las actividades más clandestinas, había una nebulosa bastante importante que intervenía en tal o cual actividad. Al final era el militante del sindicato el que, pagando su cotización, alimentaba directamente el Comité de defensa (un % del sello le era dedicado, con lo cual el sindicato podía ejercer una forma de “control remoto”).
  • Cada militante tenía según sus gustos, sus posibilidades y también su empeño varias formas de participar a lo que pensaba necesario para la emancipación humana, eso era la meta que se proponían. El compañero intervenía primero en el marco laboral a través del sindicato, después en las relaciones serenas y fraternales entre individuos (los ateneos, las escuelas, las excursiones, las conferencias, la cultura popular, etc. son un buen ejemplo de ello), en fin si era necesario participaba en grupos específicos: propaganda, editar periódicos, publicar libros y… también en grupos de acción cuya tarea era constituir una fuerza de autodefensa de los trabajadores. Pero me parece que sería erróneo pensar que estos grupos se organizaban como cualquier comando militar. Ello hubiese significado que los adversarios habían ganado la batalla ya que, entonces, de manera clara, los proletarios pensarían y actuarían como ellos.
  • Estaban perfectamente integrados en la vida de la barriada: allí vivían como peces en el agua. A veces perseguidos por la policía podían esconderse fácilmente en la barriada misma y muchas veces en familias que ni siquiera pertenecían a la CNT.
  • Supongo que para los órganos represivos de las instituciones estatales y patronales esta forma de actuar les era mucho más difícil de controlar e infiltrar. La prueba fehaciente es que existen muy pocos datos sobre el particular.
  • En la Enciclopedia anarquista ibérica se dice a propósito de Alerta!: “Barcelona, 1937, cinco números. Periódico anarquista clandestino ligado a Los amigos de Durruti”. Si bien mi padre tuvo relaciones seguidas con algunos miembros de Los amigos….: como Ponciano Alonso (Mingo) radicado en Burdeos y ocasionalmente con Pablo Ruiz (radicado en Paris), pienso que no hubo ninguna relación orgánica entre el “grupo Alerta!” y Los amigos de Durruti. Recuerdo que, en algunas conversaciones entre compañeros de solera, pude oír (Salvador Sarrau, Julio Patán, José Peirats, Manolín, etc.) coincidían en la opinión que el paso que dieron Los amigos de Durruti fue un error desafortunado. Pensaban que la batalla tenía que llevarse dentro del movimiento. Por lo menos así es como lo presenta Marcos Alcón en el artículo de Espoir (20/07/1975) titulado Recordando el 19 de julio de 1936 ¿Tenían razón o no? No tomo partido, pero creer que porque “estás en contra” de los organismos representativos de la CNT y de la FAI te encuentras enrolado ipso-facto bajo otra bandera, puede ser un atajo en el que caen fácilmente muchos historiadores.
  • El periodo de la guerra significó también una institucionalización de lo revolucionario (la FAI con carnet) y algunos Comités de defensa perdieron lo esencial de su carácter clandestino y “nebuloso”.

Comentarios de Guillamón a las respuestas de Carballeira

Las respuestas de Ángel (hijo) son contundentes, precisas, clarificadoras, ejemplares e insustituibles. Hablan de su experiencia personal y familiar en ese ambiente de militantes anónimos habituados al mutismo, acostumbrados a no hacer preguntas que solo pueden responderse con lamentables mentiras, silencios o imprudencias.

El concepto de “nebulosa” como fórmula asociativa de esos grupos de afinidad o de defensa es un hallazgo de Ángel hijo, que merece ser asimilado y difundido, porque se trata de una forma organizativa ácrata, propia y muy original, a menudo mal comprendida, totalmente distinta a la sindicalista, y absolutamente opuesta a la de carácter leninista y/o militarista.

Hay que considerar que esa nebulosa/universo/mundillo/galaxia, vista desde una perspectiva exterior, estaba envuelta en una espesa neblina que impedía ver qué sucedía en su interior y mucho menos quién estaba dentro y qué hacía. Esa misma nebulosa, desde una perspectiva interna, era un mundo cerrado de militantes seguros y probados, un océano de oportunidades y una red de relaciones sociales y personales que fomentaba el surgimiento de grupos de afinidad, reunidos para alcanzar determinados objetivos (desde fabricar bombas, planificar acciones o huelgas, fundar una cooperativa, sostener una escuela racionalista o un ateneo hasta la creación, redacción, impresión y distribución de un periódico o de una octavilla, y las más variadas actividades que, una vez conseguidas, suponían la disolución de ese grupo de afinidad. Quizás no debería ser necesario añadir que esa nebulosa facilitaba a los diversos grupos que surgían en su seno una complicidad y apoyo ciegos e incondicionales de esa galaxia ácrata, que multiplicaban la operatividad de esos pequeños grupos. Todo el mundo se conocía y era conocido desde el más estricto anonimato militante, impermeable a los confidentes y a la policía, pero absolutamente transparente y eficaz en su red de relaciones internas.

Alerta…! número 2 del 30 de octubre de 1937

Alerta…!

Periódico clandestino de los comités de defensa en Cataluña. El grupo de afinidad que aseguraba su salida, redacción y distribución estaba formado porAmador González, Ángel Carballeira Rego, Daniel Sánchez García, José Rasal Castro y Alfonso Nieves Núñez. Se editaron siete números entre octubre y diciembre de 1937. El periódico era impreso y distribuido en la mismísima Casa CNT-FAI, con gran disgusto y preocupación de los comités superiores, que no supieron localizar dónde se imprimía, ni impedir su difusión.

Llegó a ser distribuido en el frente andaluz, probablemente gracias a los contactos y relaciones de Alfonso Nieves Núñez con ese frente

Alerta no guardaba ninguna relación con Los Amigos de Durruti. Mientras estos propugnaban un cambio de la dirección cenetista y proponían un nuevo programa revolucionario, apuntando todo ello (a ojos de la nebulosa de militantes) hacia una ruptura organizativa, como si considerasen que sus posiciones críticas les situaban fuera de la Organización; el grupo de afinidad que publicó el periódico clandestino anarquista Alerta! se propuso denunciar la represión estalinista, la defensa de los presos revolucionarios y la crítica del colaboracionismo, pero siempre en el propio seno de la Organización CNT-FAI, sin ninguna veleidad rupturista, muy fiel al lema: crítica, sí; ruptura no.

Los Amigos de Durruti practicaban una labor fraccional y rupturista y hasta llegaban a plantear un nuevo programa revolucionario; el grupo que editaba Alerta! ejercían una posición crítica interna irrenunciable, muy dura con la dirección cenetista, pero siempre dentro de los límites orgánicos y organizativos.

Mientras Los Amigos de Durruti actuaban ya desde fuera de la Organización, el grupo que publicaba Alerta lo hacía desde los comités de defensa, muy radical y críticamente, pero sin ningún horizonte de ruptura. De ahí, el distinto trato recibido por los comités superiores, que perseguían denodadamente la expulsión de Los Amigos de Durruti, mientras planteaban la conversión de los comités de defensa (armados) en grupos (desarmados) de coordinación e información.

Más claro aún, los comités superiores insultaban a Los Amigos de Durruti como marxistas y propugnaban su exclusión de la Organización porque su crítica y su programa les situaban ya fuera y al margen de la CNT-FAI; mientras que el sector descontento de los comités de defensa que sacaban Alerta, podía contentarse con una actividad que les ocupase y les hiciera sentirse útiles.

Pero tanto en uno como en otro caso la capacidad integradora y represora de los comités superiores era abrumadora. Ostracismo, aislamiento e intentos de expulsión para los Amigos de Durruti; localización, identificación, peticiones asamblearias de disolución en los barrios y, sobre todo, nuevas funciones operativas para mantener ocupados en otras tareas a los militantes de los comités de defensa…

El número 1 salió el 23 de octubre de 1937. Las constantes de este periódico fueron la solidaridad con los “presos revolucionarios”, exigiendo su liberación y denunciando la gestión y los abusos de estalinistas y republicanos en la Cárcel Modelo; la crítica del colaboracionismo y de la politización de la FAI; la denuncia de la desastrosa política de guerra del gobierno Negrín-Prieto y del predominio estalinista en el ejército y el Estado. Lanzó saludos de confraternización con las Juventudes Libertarias y la Agrupación de Los Amigos de Durruti.

Una característica indeleble de la publicación fueron sus constantes llamadas a “hacer la revolución” y al abandono de todos los cargos por parte de los comités superiores: “Que la Revolución no puede hacerse DESDE EL ESTADO, sino CONTRA EL ESTADO” [en “Decimos hoy”. Alerta…! número 2 (30 octubre 1937)].

El número 4 estaba fechado el sábado 13 de noviembre de 1937. En la portada aparecía un editorial incendiario que alertaba que la Guerra y la Revolución peligraban: “Hay que asaltar los ministerios y tirar por los balcones a los ministros. Los ministerios son las guaridas de los traidores”.

Junto a ese editorial se publicaba una breve nota, todas ella en letras mayúsculas, que desvelaba el nombre del asesino de los doce jóvenes libertarios torturados, mutilados y desfigurados en el cuartel Carlos Marx4, cuyos cadáveres fueron arrojados días después en un recodo de la carretera de Cerdanyola:

“El asesino de los cámaras de Sardañola.

¿Recordáis al sargento Zapatero? Este era el responsable el cuartel “Carlos Marx” cuando, en los luctuosos sucesos de mayo, provocados por el PSUC, aparecieron asesinados, horrorosamente mutilados, los doce camaradas de Sardañola.

Ahora, el sargento Zapatero ya no es sargento, es teniente coronel, y comanda el Batallón disciplinario que se formó con los detenidos en Montjuich”.

Desconocemos el fundamento de la noticia, pero era evidente que sólo Alerta podía atreverse a publicar el nombre del responsable del asesinato de los 12 libertarios torturados y fusilados en el Cartel Carlos Marx.

En el último número, fechado el 4 de diciembre de 1937, denunció las checas estalinistas y la brutal persecución de los cenetistas en la Cerdaña. Dejó de publicarse por decisión tomada en asamblea de los delegados de los comités de barrio de Barcelona, atendiendo a las presiones y argumentos de la Federación Local de Grupos Anarquistas de la necesidad de unificar la prensa, pero manteniendo la amenaza de reemprender su publicación, si la nueva prensa confederal no satisfacía sus exigencias de absoluta veracidad, y se sometía a compromisos políticos inconfesables. En no pocas ocasiones las relaciones familiares, de amistad o de trabajo camuflaban relaciones revolucionarias de militancia y afinidad.

El grupo que aseguró la salida de Alerta!

Para entender qué era el periódico Alerta! basta con leer los esbozos de las biografías del equipo que sostenía la existencia, redacción, impresión y distribución de ese órgano clandestino de los comités de defensa.

Amador González. Nacido en León en 1907. Emigró muy joven a Cataluña, donde ingresó en el sindicato del transporte marítimo, la FAI y los comités de defensa. En julio de 1936 participó en el asalto al cuartel de Atarazanas. Combatió en la columna Durruti. Asumió el cargo de coordinador local de los comités de defensa en la ciudad de Barcelona. Tuvo una destacada intervención en las luchas callejeras de mayo de 1937. Desde octubre hasta diciembre de 1937 contribuyó a la aparición del órgano clandestino de los comités de defensa, Alerta!

Dimitió como coordinador de los comités de defensa en enero de 1938. En marzo de 1938 fue delegado del sindicato nacional del transporte.

En febrero de 1939 fue internado en el campo de Argelés. Participó en la lucha contra los nazis, que lo tuvieron preso durante cuatro años, hasta que fue liberado por la Resistencia.

En setiembre de 1946 fue detenido en Irún, junto a Antonio López, sufriendo ambos la tortura y prisión franquista5. En el exilio francés, militó en Saint-Denis y París.

A la muerte de Ángel Carballeira Rego escribió a la familia de este6, desvelando los nombres del grupo que permitió la salida del órgano clandestino anarquista Alerta!, aunque sin desvelar aún que su actividad concreta era la edición de ese periódico clandestino La carta comenta también el mutismo que solía imperar entre los exiliados respecto a sus acciones pasadas y presentes, no solo por elemental precaución frente a la represión, sino como segunda naturaleza, impregnada de modestia y anonimato, de todos estos luchadores revolucionarios. Falleció en Aubervilliers el 3 de abril de 1975, por un ataque de corazón que se produjo cuando viajaba en metro.

Ángel Carballeira Rego. Nacido en Villalba (Lugo) el 19 de marzo de 1907. Hijo de campesinos. Emigró muy joven a Cuba, donde paso toda su juventud, desde 1916 hasta 1929. Aprendió el oficio de tintorero. Quebrada su salud, regresó a España a los 21 años de edad. Enrolado por el ejército durante un año, en un batallón disciplinario en Tetuán. En Barcelona en 1930. Afiliado al sindicato cenetista de tintoreros. Militó en los comités de defensa de Gracia y en la FAI. Se implicó en un grupo de afinidad, liderado informalmente por Viñas, dedicado a la fabricación de bombas para las huelgas de tranvías entabladas en 1933, utilizadas también en la insurrección de 1934.

Fue detenido y apaleado por la policía en varias ocasiones. Era el delegado de los comités de defensa de la barriada de Gracia. Preso en 1933 en la Modelo por su participación en la rebelión del 8 de enero. La Vanguardia del 12 de abril de 1933 notificaba la salida de prisión de Severino Campos y Ángel Carballeira. Intervino muy activamente en la huelga de tranvías de finales de 1933 y comienzos de 1934. Se exilió en Béziers durante diez meses para evitar una nueva detención. Trabajó de lavaplatos y vendimiador.

Durante la Guerra civil estuvo en el Comité Revolucionario de Gracia y ocupó cargos de responsabilidad en la colectivización del sector de tintoreros.

Estuvo en la columna Durruti. Entre octubre y diciembre de 1937 formó parte del grupo de afinidad que aseguró la salida del periódico anarquista clandestino Alerta!, órgano de los descontentos comités de defensa, solidarios con los numeroso presos anarquistas, con el objetivo de oponerse a la contrarrevolución en marcha, denunciar la represión estalinista y el colaboracionismo politiquero de los comités superiores.

Ya en el exilio francés, ingresó en los campos de concentración de Vernet y Maseras. En 1944 la gendarmería lo entregó a la Organización Todt, que le envió a la construcción del Muro del Atlántico. En compañía de Mariano Sorinas se evadió del campamento de Mont Marsan.

Algunas fuentes relacionan a Carballeira con los grupos de acción, especialmente con el de Josep Lluís Facerías en 1947 y el de Ramón Vila Capdevila en 1949, lo que le valió ser encarcelado en Francia en dos ocasiones.

En 1948 había sido delegado de la FAI en el plenario de Toulouse, apoyando a José Borrás y enfrentándose a las tesis de Laureano Cerrada.

En 1951 fue elegido para el secretariado de la CNT, como responsable de la lucha antifranquista. En esa época fue uno de los pocos en sospechar que Jacinto Guerrero era un infiltrado. Durante muchos años trabajó como albañil en el Alto Garona.

Entre el 23 de agosto y el 3 de septiembre de 1961 asistió al Congreso de reunificación de Limoges, donde fue reelegido secretario de Coordinación del Secretario Intercontinental. Se le suele clasificar como esgleseista.

El 23 de julio de 1962, Ramón Vila Capdevila (Caraquemada) fue responsable de las tres explosiones producidas entre Suria y Sallent que derribaron otras tantas torres de suministro de electricidad, dejando a la zona de Manresa-Sabadell sin corriente durante dos días. Fue una acción coordinada desde Defensa Interior por Llansola y Carballeira.

Su pareja era la barcelonesa Eulalia Mombrió Prats, trabajadora de la seda, militante de la CNT del textil y muy activa en el Ateneo de Gracia. Tuvieron tres hijos.

Falleció a los 56 años de un cáncer, posiblemente relacionado con su oficio, en Toulouse, en julio de 1963.

Ángel Carballeira y detrás en segundo plano Salvador Sarrau

Foto del obituario de Ángel Carballeira Rego firmado por Federica Montseny, editado en L´espoir (8-9-1963)

Daniel Sánchez García. Militante del sindicato de la construcción. Había destacado en los hechos de Tarrasa del 15 de febrero de 1932. Fue condenado a cuatro años de prisión. En diciembre de 1933 participo sin éxito en la fuga de la Modelo. En 1937 militaba en el grupo anarquista liderado por Viñas.

José Rasal Castro militaba en los comités de defensa de Gracia y pertenecía al sindicato del metal. Formó parte del comité revolucionario de Gracia. Íntimo amigo de Ángel Carballeira. Perseguido y encarcelado por los estalinistas. Exiliado en Francia, colaboró en la CNT de Maugnane. Falleció en 1947 a causa de un accidente de trabajo, cuando una viga le cayó sobre la pierna, produciéndole unas heridas mortales.

Foto de Adolfo Nieves Núñez en el tomo IV de la Enciclopedia del anarquismo ibérico de Miguel Iñíguez

Alfonso Nieves Núñez. Nació en 1908 en Buenos Aires, de padres españoles (hijo de madre gallega y de padre andaluz). A los ocho años regresó a tierras cordobesas. Arraigó en las luchas campesinas de Bujalance. Trabajo como contable hasta los 24 años. Militó en CNT, destacando como orador y periodista. Se especializó en la defensa jurídica y política de los cenetistas encarcelados y en la formación de una amplia red de Comités Pro presos.

En 1931 participó en el fallido proyecto de editar en Córdoba el periódico Trabajo y Libertad, en un equipo en el que también participaban Aquilino Medina y Pedro Algaba.

Odiado por los terratenientes y la patronal andaluza, intentaron su expulsión y destierro de Andalucía. En mayo de 1931 mitineó en Almodóvar del Río, junto a José Castejón.

En noviembre de 1931 estaba preso en el buque-prisión Antonio López, amarrado en el puerto de Barcelona. El 19 de marzo de 1932 firmó, en la Modelo de Barcelona, un manifiesto contra Ángel Pestaña.

Las autoridades republicanas, escudándose en su nacionalidad argentina, le expulsaron a Francia. Tras un tiempo en tierra galas, donde escribió en la prensa anarquista de Burdeos y Lyon, regresó a Cataluña, bajo el seudónimo de Miguel Jiménez. En la primavera y verano de 1932 mitineó con éxito en diferentes poblaciones catalanas, y con peor suerte en tierras cordobesas. Colaboró en Tierra y Libertad.

En 1933 fue multado frecuentemente por su actividad periodística en diversas cabeceras, o condenado a penas de prisión que le castigaban por delito de imprenta. Fue encarcelado en diversas ocasiones en Sevilla y Barcelona.

En la cárcel Modelo barcelonesa, cuando había pasado ya año y medio encarcelado, tenía pendientes una cuarentena de procesos, que a un año por cada delito de imprenta le amenazaban con un larguísimo periodo carcelario.

En noviembre de 1933 se declaró en huelga de hambre. En diciembre participó en una fuga de la cárcel de Barcelona.

En los primeros meses de 1935 estaba en el Campo de Gibraltar y a finales de ese año vivía clandestinamente en Palma de Mallorca. Entabló una sólida amistad con el anarquista mallorquín Cristóbal Pons, en cuya casa halló refugio una temporada. Desde enero de 1936 dirigió Cultura Obrera, órgano de la CNT balear, bajo el seudónimo de Julio Quintero. Mitineó en Baleares, Cataluña y Andalucía.

En julio y agosto de 1936 apareció como coordinador de las columnas milicianas de Bujalance y Castro. Dirigió una columna que atacó Baena. A principios de 1937 estaba por Linares.

De regreso en Cataluña, en mayo de 1937 tuvo una destacada intervención en las luchas callejeras en Gran Vía/Paseo de Gracia y en la sede central de Patrullas de Control. Fue testigo de la muerte de Domingo Ascaso.

Desde octubre a diciembre de 1937 formó parte del Grupo de afinidad que aseguraba la salida de Alerta!, el órgano clandestino de los comités de defensa.

Había adquirido cierto renombre en la defensa de Rafael Peña García, en sus enfrentamientos con el CN de la CNT. Desde enero de 1938 formó parte de la Comisión Jurídica.

Dada su gran experiencia como editor de periódicos, en abril de 1938 fue nombrado por el Comité Ejecutivo del Movimiento Libertario de Cataluña administrador de Solidaridad Obrera, tomando diversas medidas expeditivas para reconducir la pésima gestión económica realizada hasta entonces por Toryho.

Se exilió en París, sin poder embarcar para América.

3. Conclusiones

1.Existía una enorme capacidad de integración en la Organización por parte de los comités superiores. En enero de 1938 se dio a los comités de defensa la posibilidad de camuflarse y continuar existiendo como grupos de coordinación, información y espionaje, aunque perdiendo su carácter de fuerza armada de la revolución

2. Las minorías revolucionarias eran extremadamente débiles y ejercían una frágil oposición revolucionaria interna a los comités responsables de la CNT-FAI. El grupo Alerta nunca planteó una ruptura con la Organización.

Detalle de la portada del número 1 de «El Amigo del Pueblo»

3. Sólo Los Amigos de Durruti se presentaron como una alternativa revolucionaria a los comités superiores, con un programa propio y original que sustituía al CCMA de julio de 1936, concebido como un organismo de colaboración de clases, por una Junta Revolucionaria, que sustituía al gobierno de la Generalidad. Aunque Los Amigos de Durruti no renunciaron a la ruptura con la Organización CNT-FAI (algo inimaginable para el grupo Alerta). Sin embargo, Los Amigos de Durruti nunca llegaron a plantearse la escisión como un instrumento de lucha y clarificación.

4. La nebulosa organizativa libertaria creaba grupos de afinidad, normalmente efímeros, que proponían determinada acción (ya fuera la fabricación de bombas y su almacenamiento o la salida de un diario o la fundación de un ateneo o cooperativa, o una escuela racionalista) y luego, ajenos a su éxito o fracaso, se disolvían de nuevo en la nebulosa, sin buscar reconocimiento ni hacer carrera política o sindical, en el anonimato y el mutismo más extremo. Era imposible la existencia de charlatanes, oportunistas o engreídos en esa nebulosa, porque eran inmediatamente rechazados y excluidos. Y no solo por seguridad, aunque también.

5. Los comités superiores sabían cómo encauzar y dirigir esa nebulosa a su favor. Si era preciso crear un diario clandestino crítico, como Libertad, que sirviera de válvula de escape a los anarquistas anticolaboracionistas y, al mismo tiempo, que hiciera la competencia a El Amigo del Pueblo, o sirviera de excusa para cerrar Alerta, no dudaban en impulsarlo y tolerarlo. Si era preciso dar cierta continuidad organizativa a los comités de defensa en una organización clandestina de espionaje, se creaban los organismos de coordinación e información que fueran necesarios.

6. Los cambios programáticos y tácticos de la Organización durante la guerra tuvieron repercusiones en la estructura organizativa de la CNT-FAI.

La excepcionalidad de la situación histórica, así como la urgencia de las decisiones a tomar impidieron un funcionamiento horizontal y asambleario en la CNT catalana. El Comité de comités dirigió la Organización desde el 23 de julio de 1936 hasta junio de 1937. La Comisión Asesora Política (CAP) desde junio de 1937 hasta marzo de 1938. Mientras tanto, en julio de 1937, se produjo la conversión de la FAI en un partido antifascista más, capaz de suministrar y adiestrar burócratas necesarios para asumir cargos de responsabilidad y mando. Finalmente, en un contexto de desbandada y derrumbe de los frentes, el elitista y autoelegido Comité Ejecutivo del Movimiento Libertario de Cataluña dirigió dictatorial y jerárquicamente la Organización desde abril hasta octubre de 1938, sin más horizonte que la militarización del trabajo y de la sociedad, así como de la propia Organización.

Agustín Guillamón

Barcelona, marzo de 2022

Publicado en Libre Pensamiento 110 (primavera 2022)

Notas

1 Véase Guillamón, Agustín: Los Comités de Defensa de la CNT en Barcelona (Quinta edición en Descontrol 2020)
2 Véase el libro de CARBALLEIRA MOMBRIÑO, Ángel: Apunte sobre “De mi paso por la vida. Memorias de José Peirats Valls” Comentarios acerca del prólogo de Enric Ucelay-Da Cal. Recherche et documentation d´Histoire Soc1ale., 2010.
3 Ropa como sinónimo de transporte de armas, frecuentemente escondidas en una cesta llena de ropa.
4 Véase Guillamón, Agustín: La matanza del cuartel Carlos Marx. Calumnia, Mallorca, 2020
5 Cultura Proletaria número 958 (setiembre de 1946)
6 Carta de Amador Franco a la familia Carballeira (Aubervilliers, 15-8-1963)

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