Guerra civil Española Revoluciones

Un informe arroja nueva luz sobre los Hechos de Puigcerdà de 1937

El origen de la historia actual

Es de recibo admitir que múltiples ocasiones la Historia se reconstruye gracias a un cúmulo de circunstancias que al final permiten tener noticias de la existencia de determinado personaje, que en su tiempo resultó ser determinante en un momento histórico, o que la aparición de un documento desconocido puede poner punto final a las especulaciones existentes referidas a dicho momento histórico, posibilidad doble que con creces se ha dado en el presente caso.

Así hace ya un cierto tiempo que un lector de la presente publicación, remitió a la redacción de la misma una carta en la que pedía se remitiera la misma al amigo Agustín Guillamón, al tener la intención de poder conocer si las historias que en su época de adolescente le había referido su abuelo paterno, ambientadas en Puigcerdá y durante la época de Antonio Martín, se correspondían o no con la dura realidad histórica, que había estado leyendo en nuestra revista.

Carta a la que yo mismo conteste, en nombre del amigo Agustín Guillamón, preguntando al lector que era exactamente lo que quería saber, y en principio la pretensión pasaba por el hecho simple de conocer dónde podría encontrar, en la actualidad, alguna documentación referida a su abuelo. Indicaciones mías e indagaciones suyas que al final sumadas dieron fruto, al aparecer en los Archivos de Salamanca un informe redactado por un conocido anarquista, explicando en 1937 quien era en aquel entonces el abuelo de nuestro lector1.

Documento que de forma amable me fue remitido, teniendo en cuenta su contenido, al apreciarse en su contenido que su ancestro, Juan Bazán Castro, había sido según dicho informe, uno de los responsables de los graves incidentes que tuvieron lugar en 1937, tanto en Puigcerdá como en Bellver 2.

El informe Mariano Puente

El informe hoy recuperado gracias al nieto de Juan Bazán Castro, consta de tres páginas muy maltratadas por el tiempo, al haber desaparecido de las mismas diversas partes del borde derecho de aquel informe, muy posiblemente a causa de antiguos daños causados por agua, lo que no resta más inconveniente que alguna palabra ha desaparecido de forma parcial o se mal lee, al existir un vacío, pero sin restar más detalles al contenido total de aquel informe, firmado de forma mecanográfica por su autor: Mariano Puente.


1.- Bazán en su juventud en el puerto de Barcelona, Archivo familia Bazán.

La inesperada aparición de aquel informe elaborado por el anarquista burgalés Mariano Puente Sobrón 3 referido a un personaje llamado Juan Bazán Castro, que en su caso y según aquel informe era el responsable en Puigcerdá de la UGT, ha dado lugar a tener ahora mucho más conocimiento. De aquel modo, de forma sintética, el documento unido a los recuerdos de su descendiente arroja una potente luz tanto sobre el atentado de Bellver en el cual murió Antonio Martín Escudero y tres compañeros más. Conociéndose ahora la existencia de una operación que entonces estuvo en marcha por parte de la U.G.T. P.S.U.C. Del mismo modo que ahora tenemos los nombres y apellidos de los responsables del asesinato masivo que tuvo lugar en La Serradora de Puigcerdá, donde perdieron la vida seis trabajadores anarquistas más. Sin olvidar, que gracias al mismo, y a las confidencias que Bazán le hizo en vida a su nieto, permiten afirmar de forma concluyente que la leyenda nacionalista creada por el propio consistorio de Bellver en 1937, sobre un supuesto asalto anarquista a dicha población, es rotundamente falsa, al poder demostrarse por tercera vez que dicho asalto nunca existió4.

Historia que ya se había desmentido en 2018 de forma prolija en la obra Nacionalistas contra Anarquistas 5, al aportarse en la misma dos clarificadores informes policiales franceses sobre lo mismo 6, más el testimonio escrito de un personaje neutral que estuvo a punto de caer acribillado en la emboscada que se estaba preparando para asesinar a Antonio Martín aquella misma mañana7.

Preparada en su caso, ahora se tiene la certeza absoluta, por un variopinto grupo de pistoleros a sueldo formado por supuestos policías de la Generalitat, otro de supuestos militares alpinos, otro compuestos por carabineros y guardias de asalto camuflados, al que se sumaron gentes de la UGT y PSUC e incluso un agente de la Dirección General de Seguridad con sede en Madrid, y para redondearlo también se había unido incluso un grupo de anarquistas “arrepentidos” al mando de un supuesto y afamado anarquista, tal como habrá ocasión de ver, personaje literario que recreó y adornó la pluma de Francesc Viadiu, en aquel momento delegado de la Generalitat en Lérida.

Mariano Puente

Mariano Puente, el autor del informe aparecido, con 36 años cumplidos y después de un largo periplo personal por Europa y América, (1924), incluidos Brasil y Argentina (1929), destacando del mismo que en todos los países en que residió temporalmente durante aquel periodo estableció, de modo u otro, contacto directo con las diversas organizaciones anarcosindicalistas locales. Concluido el mismo regresó a España en una fecha indefinida, dándose la circunstancia que coincidió en Puigcerdá con el golpe fascista de julio de 1936, donde desde el primer día se puso a disposición de los compañeros Antonio Martín Escudero y Basilio Hernáez Armas colaborando activamente con éste último ​en el órgano de prensa anarquista local El Sembrador. En 1937 la organización le encargó la tarea de gestionar el archivo de la Sección de Defensa del Comité Regional de la Confederación del Trabajo (C.N.T.).

El contenido del informe

Según el compañero Puente, Juan Castro Bazán, el sujeto principal de dicho informe, ya había alcanzado en aquellas fechas de la elaboración del mismo, el cargo de secretario general de la Federación local de la U.G.T. de Puigcerdá, tras ser haber sido enviado a aquella población por su sindicato durante los primeros meses de la sublevación militar, aprovechando que el personaje era en aquel tiempo un empleado ejemplar de la Banca Arnús de Barcelona, y por lo mismo fue adscrito a dicho banco en Puigcerdá, y gracias a ello no tardó mucho tiempo en hacerse cargo de la jefatura de la U.G.T. local, entre otras cosas a causa de la escasez de afiliados de aquella organización tenía en la localidad. Minoría sindical que al parecer hasta su llegada había mantenido una buena sintonía con la C.N.T., en aquel momento claramente mayoritaria en la comarca.


2.- Informe Puente, sobre Bazán, Archivo familia Bazán.

Minoría que no era mirada con buenos ojos tanto por el P.C.E. como por el P.S.U.C., al ver que su influencia en Puigcerdá era más bien escasa al tener una afiliación raquítica, y por dicho motivo la dirección comunista decidió el envío a Puigcerdá una serie de agentes reclutadores, que iniciaron una frenética actividad con la clara intención de poder constituir una organización lo más numerosa posible y por ende un partido potente, como medio de tener la capacidad necesaria para acceder a los diferentes Comités locales o a los propios Ayuntamientos de la comarca, como así sucedió en algunos casos concretos.

Pero a pesar de todo tipo de artimañas que se utilizaron en aquella campaña de captación, ya que incluso llegaron al súmmum de repartir carnets gratuitos por toda la comarca, con la promesa de que gracias al mismo el agraciado podría alcanzar determinados cargos dentro de la organización Campaña reclutadora que fracasó al aumentar su número de militantes en muy poco, tanto en el caso de la organización como del partido, al conseguir sólo entre 15 o 20 nuevas afiliaciones, comprendidas en ellas los militantes de las dos juventudes, la masculina y la femenina.

Continuaba el compañero Puente explicando en su informe que a causa de lo anterior, la situación tanto de la U.G.T. como del P.S.U.C. se hizo insostenible, al no alcanzar los objetivos previstos por sus dirigentes, lo que los llevó a “una actuación antisocial, anti proletaria y contrarrevolucionaria”. La prueba fue, según él, que con ella se rompió la paz social al dividirse al pueblo de Puigcerdá en función de su procedencia, entre “castellanos” y “catalanes”, llegándose a la infamia de denominar a la C.N.T. como organización netamente “castellana” mientras que la U.G.T. era, según ellos, netamente “catalana”.

Algo que en apariencia era evidentemente ridículo, pero que dio como resultado que en Puigcerdá donde nunca hasta entonces había existido el “Partit de Estat Catalá”, se creara éste a consecuencia de aquel tipo de política, al igual que sucedió con la Unió de Rabassaires, lo que desencadenó el ingreso masivo en ambas organizaciones catalanistas, según Puente, de los más destacados enemigos de la C.N.T., de ahí posiblemente debió surgir a posteriori el actual mito catalanista de la gente de aquella comarca.

A aquella maniobra política se vino a añadir el P.S.U.C. a cuyo frente se encontraba en Puígcerdá el “famoso” Samper o Juan Jordá, alias El Penja-robes8, personaje último que todavía hoy en día se sigue considerado, por interés espurio, como anarquista, cuando constaque era de ERC, quejunto conotros policías de la época de Dencás, se dedicaron a sembrar el malestar en la comarca, lo que dio así origen a un sinfín de conflictos que culminarían en los Hechos de Bellver, y con ellos el traicionero asesinato de Antonio Martín Escudero.

La huída hacia adelante de los comunistas

Remarcaba Puente que de aquel modo la colaboración que hasta entonces había existido entre las dos principales centrales sindicales locales, que había dado lugar al Comité de enlace C.N.T. U.G.T., con un trabajo unificado, se rompió, al quitarse la careta los dirigentes de la U.G.T. P.S.U.C. y P.C.E., lo que conllevó como consecuencia un hecho hasta ahora desconocido en el pueblo, ya que motivados por aquella ruptura desaparecieron del mismo los comunistas con todas las armas que poseían, “marchando a engrosar las filas de los mercenarios que preconizaban el asalto final a Puigcerdá anarquista”. Historia que hasta la fecha se desconocía, pero que da la medida del golpe que después darían conjuntamente con los nacionalistas, sin contar el otro golpe que en su caso quedó pendiente9.

Grupo que según Puente, se dedicó a cercar el pueblo en un radio de 10 kilómetros y no dejando acercarse al mismo a ningún tipo de vehículo, sin olvidar el asaltar los trenes a conveniencia, tanto los que llegaban como los que salían, buscando entre el pasaje a los anarquistas que deseaban “picar” o “darles el paseo”, frases que dan la medida del ambiente en que se vivía. Y según Puente, entre ellos destacaba el famoso Bazán, más conocido entonces como el de los “bigotes”, en aquel tiempo lugarteniente de Climent, y según Puente en los días en que redactó su informe, Bazán estaba emboscado en la policía que él califica de (checa)10, o sea trabajando en el aparato represor del P.S.U.C., cuestión que no se ha podido confirmar.

Asalto que nunca tuvo lugar, según Puente, por la cobardía de los asaltantes, pero “que a causa de los buenos oficios del Comité Regional” se dio entrada en la población a la policía del Estado (carabineros) de forma condicional. Condición que desapareció al quedar la C.N.T. sin representación gubernamental, Puente en aquellos comentarios está hablando del tiempo posterior a los Hechos de Mayo de 1937.

En la segunda parte del aquel informe Puente aborda la situación en Puigcerdá tras producirse aquellos hechos, momento en que el Delegado de Orden Público, un tal Jerónimo Fernández, le arrebató a la C.N.T. local la posibilidad de utilizar cualquier clase de comunicación con Barcelona, ya fuera teléfono, o telégrafo, etc. “inundando (sic) la comarca de Guardias de Asalto y Carabineros”, que según Puente llegaron a alcanzar los tres mil individuos, cuan la tropa anarquistas local nunca había pasado de los 160 hombres.

Y con la excusa de falta de acuartelamientos, se procedió a arrebatar los locales Sindicales de la C.N.T., los de las Juventudes Libertarias o los Hoteles colectivizados o llegándose al punto de asesinar alevosamente a seis anarquistas en La Serradora, operación policiaca donde tendría que haber perecido el propio Puente, pero milagrosamente se salvó, al estar ingresado en el hospital local a causa de una tuberculosis, y por lo tanto los asesinos no lo encontraron en su habitual puesto de trabajo.

La nueva versión del asalto a La Serradora

Otra de las muchas aportaciones de Puente en su informe, es la nueva versión de aquel asalto a La Serradora, Así cuando la coalición comunista abandonó Puigcerdá armados, según Puente, en un número que oscilaba aproximadamente entre 20 o 30 individuos, aquel grupo que no tardó mucho en regresar después de producirse la muerte alevosa de Martín en Bellver, y cuando lo hicieron con ellos regreso al pueblo el “famoso Bazán”. Destacando Puente que el grupo a su llegada se paseaba con sus armas de forma descarada ante los anarquistas locales, y el pueblo vista la chulesca actitud desplegada por aquellos individuos pasó a denominarlos, de forma jocosa, “La Columna de Hierro”, evocando con él a la fascista “Guardia de Hierro” rumana, pues siempre andaban mezclados con guardias de Asalto y jóvenes carabineros, provocando constantemente a los compañeros mineros que iban o venían de trabajar de las minas de Das, un pueblo cercano a Puigcerdá.

Pero a la vista de que aquellas provocaciones no daban el resultado apetecido, gracias a la serenidad desplegada por los anarquistas, planearon entonces el asesinato más cobarde que se pudiera imaginar. Así el 9 de junio de 1937 a altas horas de la noche, llegaron a Puigcerdà, procedentes de Ripoll, fuertes contingentes de carabineros que junto con el batallón ya existente en la población, se dedicaron a tomar posiciones por todo el pueblo, tomando posiciones en las bocacalles, en las entradas y salidas, o en las alturas, etc., creando entre la población, a causa de aquel despliegue, un pánico generalizado ante semejante demostración de fuerza, que en el fondo no presagiaba nada bueno.

Ciertos compañeros (que en el momento de redactarse aquel informe estaban ya luchando en el frente) recibieron diversas confidencias de que en la operación que se preparaba se trataba de asesinar en las próximas horas a los hombres más destacados de la C.N.T.-F.A.I. local, por lo que la posibles víctimas se ocultaron, esperando el momento más propicio para salir de Puigcerdá y atravesar la frontera.

Cuando amaneció la famosa “Columna de Hierro”, reforzada entonces por grupos de guardias de asalto y carabineros, dieron el asalto a La Serradora, una empresa colectivizada, situada en las afueras del pueblo, asesinando allí mismo con sus pistolas ametralladoras a los seis compañeros que trabajaban en ella, al ser las únicas personas que en aquel momento se encontraban allí, en algún caso incluso rematando a los heridos, según constaba en las autopsias. Entre aquella tropa destacaban, según los testigos, Bazán y su jefe Climent11.

Consumado aquel crimen y no sabiendo cómo justificar aquella vergüenza, se empezó a encarcelar a anarquistas, o se asalto los domicilios de los asesinados. Desmán que a los asesinos les permitió levantar el bulo de los “famosos hallazgos” de millones de pesetas, en sus humildes domicilios, hablándose de 25 Kg de billetes, de kilos de lingotes de oro, o de jamones, etc., etc., En conclusión después de los asesinatos se propagó por el pueblo la calumnia y a modo de propina también se encarceló a los dolidos familiares de los difuntos.


3.- Publicación del Ayuntamiento de Bellver, Imagen internet.

Momento en que ante el juez especial Antonio Fernández Ros, se presentó Bazán, haciendo constar que él como represente de la U.G.T. y por ende al gobierno legítimo, le reclamó con grandes voces justicia. Ante aquella curiosa petición de uno de los posibles responsables de la matanza, dejamos que sea al propio Puente el que de la oportuna respuesta a aquella petición: “”No sé qué entendería Bazán por justicia, pero Fernández Ros sí, pues desenterró los muertos del 19 de julio y encarceló a los compañeros echando sobre ellos procesos inicuos (sic)”12.

En plena represión, el mismo Bazán, en nombre de la U.G.T. retiró la representación de la organización en el Ayuntamiento, exigiendo de la C.N.T. que repudiara en manifiesto público los hechos barceloneses del 3 de mayo de 1937. Y ante la negativa de la C.N.T. a aquélla exigencia, la U.G.T. y el P.S.U.C. se lanzaron sobre ellos, acusándolos de todo tipo torpezas cometidas y de paso insultándolos de forma desaforada.

Poco tiempo después se expulsó a la C.N.T. de su local del Sindicato, en cual se instalaron tan ricamente los carabineros, y como les apetecía también el local de las Juventudes Libertarias, también lo ocupó la misma fuerza policíaca, instalándose en él la Jefatura Superior de los Carabineros, destruyéndose de paso la biblioteca que existía en el local de un valor cultural incalculable.

La Bolsa del Trabajo Unificada, algo así como la actual la oficina de empleo, siguió la misma suerte al ser también asaltada, en palabras de Puente, “es asaltada por los secuaces de Stalin”, en la cual se instalaron el P.S.U.C. y el Socorro Rojo Internacional (S.R.I.), y de remate se convirtió a la infamante “Columna de Hierro”, también conocida con el sobrenombre de “grupo Samper”13, en formales agentes de policía, como premio a su crimen en La Serradora.

Y concluía Puente su informe explicando lo acontecido con Bazán, “que después de vegetar varios meses por Puigcerdá” y viendo que su figura no crecía políticamente, se había visto obligado a pedir ayuda a los compañeros de Puigcerdá, los cuales demostrando no conocer la situación o por temor (sic) lo habían avalado, facilitándole así subir un escalón. Sin dar más detalles del asunto.

La participación de Bazán en la emboscada de Bellver

Según el testimonio de Javier Bazán nieto del citado14, su abuelo enterado de que tendría lugar una emboscada en Bellver contra Martín al día siguiente y que ésta ya se estaba preparando, al conocerse por noticias de Puigcerdá, que afirmaban que Martín acompañaría a la expedición de dos camiones de compañeros que habían bajado unos días antes con gente de La Seo hasta Puigcerdá, para informarse de primera mano de todo lo acontecido con el tren repletó de carabineros que había llegado a la población procedente de Ripoll, y que el Comité local había reexpedido de nuevo a su lugar de partida.

Por otra parte en Puigcerdá y en asamblea se había tomado la decisión de que aprovechando que el regreso del convoy a la Seo pasaría por Bellver, Martín hizo ver la oportunidad de que toda la comitiva parara unos minutos en dicha población, con la intención de poner a las autoridades de Bellver al día y de paso evitar así nuevos incidentes. Moción que fue aprobada y por lo se prepararon además dos coches ligeros en los cuales viajaría Martín y sus compañeros. En paralelo Puigcerdá había telefoneado a Bellver avisado de la llegada del convoy a lo largo de la mañana siguiente, y del motivo de aquella visita.


4.- Puente de Bellver, lugar de la emboscada, Archivo Ayuntamiento de Bellver.

Bazán, que hasta entonces había tenido múltiples incidentes verbales con Martín, y tras el fracaso del último atentado contra Martín en Puigcerdà, tomó la decisión de ponerse en marcha partiendo hacia Bellver en compañía de los carabineros y policías que de normal le servían de escolta, pues siempre a su coche, en el cual le acompañaban tres carabineros, le seguía otro más con cuatro policías más en su papel de escolta, y para no levantar sospechas entre los anarquistas de la población, la expedición al mando de Bazán partió hacía Bellver caminando nada más caer la noche , con la intención de participar en la multitudinaria emboscada que se estaba preparando allí, teniendo en cuenta que la distancia entre ambas poblaciones era de unos 14 kms campo a través y poco más por carretera.

Así que después de caminar unas tres horas, el grupo de Bazán alcanzó Bellver, donde fueron muy bien recibidos. A su llevada al grupo al mando de Bazán se le asigno como sitio de apostamiento, el lugar de más compromiso, al asignarles la posición que sería la primera en abrir fuego, al estar ésta situada en un terraplén de la carretera muy próximo tanto al río como al puente, como así fue, y por lo mismo, cuando explicaba la historia a su nieto, se quejaba de lo fría que estaba el agua del Segre en aquella época, recordando su larga espera en aquella posición. Espera que vio acortada por la mañana al aparecer de forma intempestiva un coche particular que nada tenía que ver con Martín, al ser dos jóvenes despistados

Conocida ahora la misión del grupo de Bazán cobra más sentido una Carta al Lector que apareció en el diario Avui, en la cual e se recogía como se preparó aquella emboscada. Historia que se descubrió por casualidad en 1980, al aparecer una carta en el diario Avui, firmada por un tal J. Castellà-Gassol, que sin saberlo resultó ser un testigo de excepción de aquel incidente, dando una versión muy personal y por otra parte poco heroica de su peripecia, que tituló “Fronteres insegures”, y que decía así15:

Yo era de la quinta del 25. Vino la guerra y me escapé para que no me engancharan. Yo quería pasar la frontera por Puigcerdà, pero había mucha tensión entre los de Estat Català, que tenían el cuartel general en Bellver, y los de la FAI, que lo tenían en Puigcerdà. El jefe de la FAI era uno que hablaba castellano, un tal Antonio, que le llamaban «El Cojo de Málaga»; y los de Estat Català habían organizado aquellos días una columna para acabar las fechorías de El Cojo». Yo me encontré en medio.

Se ve que los de Estat Català y los de la FAI habían tenido por teléfono un peleón muy fuerte, y unos habían dicho a otros: «Si queréis algo, ¡bajáis!». Y se ve que los de la FAI dijeron: «¡Pues ahora bajamos!».

Y yo, que iba con otro chico, un valenciano, al pasar con el coche en el puente de Bellver, para subir hacia arriba al pueblo, nos salieron de la cuneta un grupo de milicianos apuntándonos con las escopetas. Nos salvamos, pero yo cogí miedo y me volví a casa”16.

En conclusión, sin entrar en la vida o en las andanzas poco gloriosas del autor de dicha misiva, pues resulta evidente de que se trataba de un desertor, como él mismo confesaba en uno de sus comentarios. Peor ello lo destacable de ella reside en que con aquel testimonio se despeja el supuesto misterio de Bellver, fue asalto o emboscada. Puesto que cuando aquel testigo llegó a Bellver, todavía no había tenido lugar el legendario “combate” que ahora sabemos que nunca existió, dado que el testigo no lo menciona, y de ahí que cuando el testigo tomó con su coche el puente que conducía a la subida de Bellver, le salieran al paso una colla de milicians apuntant-nos amb les escopetes.

Detalle que indica que en aquellas horas ya estaba preparada la emboscada contra Martín, en la que vinieron a caer unas pocas horas antes aquellos dos inconscientes amigos. Por cierto emboscada en la que participaban según el testigo no payeses, como afirmaba Viadiu en todos sus escritos, sino “milicianos” si damos por buenas las afirmaciones del testigo.

Por lo mismo, si damos por cierta toda la historia del autor de aquella carta, nada lo desmiente, sino todo lo contrario, resultaría, a la inversa, que la historia donde se afirma que a la gente de Bellver, el “asalto” de Antonio Martín los había cogido por sorpresa, por lógica, viene a resultar que es una pura mentira, puesto que mucho antes de producirse el supuesto “asalto” anarquista, ya había “milicianos” apostados a la entrada del puente y en la subida a Bellver esperando a Martín, y según el mismo testimonio imparcial, gentes de Estat Catalá.

Una historia que ahora se ve confirmada por el testimonio personal de Juan Bazán Castro a su nieto Javier Bazán y por lo mismo viene a resultar que lo de Bellver fue una vulgar emboscada, propia de bandoleros de camino real, por otra parte muy propia de la zona donde tuvo lugar. Y Sanseacabó.

Breve semblanza de Juan Bazán Castro

Dada la evidente importancia del documento aparecido, ahora se hace imprescindible, hacer una breve semblanza del personaje, basada directamente en el testimonio de su nieto Javier. Así, Juan Bazán nacido en Barcelona en1900, siendo todavía muy joven y al empezar a trabajar en la banca se afilió a la U.G.T., al no ser partidario de la violencia sindical que se vivía durante aquellos tiempos. Con el tiempo al despuntar sus dotes oratorias, durante el periodo republicano y encargado por su sindical, dio diversos mítines en Valencia o en Andalucía. Presentado en Barcelona como candidato a unas elecciones a Cortes no consiguió la correspondiente acta de diputado.

En 1934 siendo secretario de la U.G.T. de Banca de Catalunya, colabora en la en la operación para incorporación a su sindicato, de un sindicato independiente denominado Federació Catalana d’Empleats de Banca i Borsa (FCEBB) y compuesto por unos 4.000 afiliados, sindical que sin perder su identidad entrara a formar parte de la U.G.T. nacional, participando Bazán en el Congreso que se celebró aquel mismo año y con aquel motivo en Tarrasa, con lo que la UGT catalana alcanzó la cifra de casi 45.000 afilados.

Tras conocer en persona a Indalecio Prieto en Madrid a causa de su trabajo sindical, Bazán se convertirá poco tiempo después en uno de sus peones en Cataluña. Fue por ello que durante uno de sus múltiples viajes a Madrid lo cogió de lleno la sublevación de los militares en aquella capital. Llamado por Prieto aquellos días, pasó a trabajar durante un breve lapso de tiempo en el Ministerio de la Guerra, por recomendación del propio Prieto, al no ser acto para ingresar en el ejército a pesar de su edad, dada la afección ocular que padecía, que le había obligado a llevar gafas desde muy joven, y por lo mismo quedó exento de la milicia.

Poco tiempo después Prieto volvió a hablar con él y decidir su envío a Puigcerdá, al haber tenido noticias de que la C.N.T. controlaba el paso de los trenes, de las mercancías o de las armas que al parecer eran interceptadas, lo que provocaba en cierto modo un desabastecimiento en Barcelona. Por lo mismo, ante la necesidad de dar una solución al problema de Puigcerdá, fue lo que decidió a Prieto, su protector, a su envió inmediato a Cataluña, y a efectos de cargo, le nombra de forma muy arbitraria responsable de aquella frontera catalana.

En Puigcerdá

De aquel modo Bazán aparece por Puigcerdá sobre septiembre de 1936, acompañado de su familia, compuesta por su esposa e hijo, lo que condicionó al grupo familiar el tener que alquilar un chalet junto al lago. Su tapadera, su supuesto trabajo en la oficina local de la Banca Arnús local. Aquel invierno, su hijo pequeño está a un tris de ahogarse al jugar sobre la superficie helada del lago, y romperse la delgada capa de hielo, cayendo el muchacho al agua. Pero gracias a la providencial intervención de su tía Agustina, que residía aquellos días con la familia, se le pudo rescatar.

Entre los privilegios de sus cargos estaba el tener coche con chofer y escoltas, coche al que de normal seguía a cola otro vehículo más, ocupado éste con 4 escoltas más, coches en ambos casos propiedad de la U.G.T. Según su testimonio a su nieto, los enfrentamientos entre Bazán y Martín eran constantes, con encaramientos constantes de los escoltas respectivos, pero nunca llegó la sangre al río.

Enfrentamientos que en algunas ocasiones tuvieron lugar en la propia oficina de la Banca Arnús, ya que al parecer en su cámara acorazada se custodiaban algunos lingotes de oro y joyas de los vecinos y veraneantes. Así que en los momentos que los anarquistas aparecían por ella pidiendo cuentas de determinados depósitos muy concretos, aparecían como por ensalmo militantes de la U.G.T. o del P.S.U.C. armados hasta los dientes, a los que se añadían pocos minutos después carabineros y guardias de asalto. Logrando de aquel modo que los fondos de aquella sucursal llegaran íntegros al final de la guerra, al menos aquel fue su testimonio de su custodio.

Llegan los Pirenaicos

La existencia de una compañía de esquís en La Molina, unidad perteneciente al Regiment Pirinenc nº 1 de Catalunya, en diciembre de 1936, una fuerza dependiente de la Generasliat, le pareció a Bazán una gran oportunidad ya que según le informaron fuentes muy próximas, un 40% de sus componentes de dicha unidad estaban afiliados a la U.G.T. o eran miembros del P.S.U.C., y más aún al recibir la confidencia que dicha unidad se había puesto al servicio de las autoridades nacionalistas de Bellver.

Pero el día 1 de abril de 1937, todo cambió, ya que aquella madrugada el Chalet que servía de cuartel de la unidad es asaltado por los hombres de Antonio Martín, que sin disparar un solo tiro hacen prisioneros a todo el personal de la compañía que estaba allí acantonada. Poco después de madrugada caerá una sección que al mando del teniente Andreu Xandri había bajado al rescate de la unidad madre desde Bellver, donde estaba desplazada, y a media mañana caerán también prisioneros unos cuantos pirenaicos más tras bajar éstos del tren procedente de Barcelona, al ser apresados en la propia estación y entre ellos el propio oficial en jefe de la unidad, el capitán Carles Balaguer, que subía a la Molina cargado con una ametralladora recién comprada en Barcelona y un buen puñado de bombas de mano que de nada le sirvieron.

En las negociaciones emprendidas por salvar la vida de los oficiales apresados y trasladados a Puigcerdà, participará en persona Josep Tarradellas, consiguiendo que se liberara a toda la tropa, oficiales incluidos, pero obligando a la unidad a tener que regresar a Barcelona dando su palabra de que no volverían a aparecer por La Molina nunca más17.

En aquellas mismas conversaciones que habían tenido lugar con Tarradellas se le advirtió que para acabar con el conflicto existente deberían salir de la comarca toda una serie de individuos que eran los que generaban el malestar en la Cerdaña, apuntando con el dedo al alcalde de Bellver y a sus dos hermanos, a Joan Jorda, alias Penja-robes, a Samper, de Estat Català y al médico de Bellver, al ser según los anarquistas los principales instigadores de los constantes conflictos locales, petición que no se cumplió. Cosa curiosa fue que en aquella reclamación no se citó a Bazán.

Su regreso a Barcelona

Tras acontecer los hechos de Bellver el 27 de abril de 1937, en los que Bazán había participando personalmente, fue llamado a Barcelona, coincidiendo allí con los Hechos de Mayo, por lo que tuvo oportunidad de presenciar los combates en Telefónica del día 3 de mayo. Batalla urbana que explicaba a su nieto rememorando los combates que personalmente había presenciado, con tiroteos de calle a calle.

Concluida la guerra en 1939, Bazán como muchos combatientes se internó en Francia. Poco tiempo después, fiado de las promesas franquistas, decide volver a España por Irún, siendo inmediatamente apresado e internado en la prisión de Orduña en la cual pasará siete meses. En octubre lo ponen en libertad y regresa a Barcelona donde es visto y denunciado a las autoridades, por aquel motivo decide marchar apresuradamente a Madrid donde residirá durante los años 1940 y 41, trabajando en cualquier oficio que le salía, ya fuera de carpintero, de barrendero o de pintor de brocha gorda. Aquel último año decide regresar a Barcelona donde finalmente se reúne con su familia que mal vive de alquiler en un piso del Pueblo Nuevo, y a partir de aquel momento su vida cambia, ya que su esposa que era muy de misa le consigue un trabajo de encargo para trabajar como dibujante en librería editorial La Hormiga de Oro.

El dibujo como medio de vida

Y a partir de aquel momento Bazán se dedicara todo el resto de su vida a realizar por encargo dibujos para la Iglesia, firmando sus obras como J.B.B.Castro, (Juan Bautista Bazán Castro)18. En 1952 y con motivo del XXXV Congreso Eucarístico de Barcelona es aceptado como dibujante oficial. Oficio aquel en el que alcanzará una cierta fama, tanto con los dibujos de las hojas dominicales como en la decoración de los vitrales de diferentes iglesias, siendo su primer trabajo importante unos dibujos en la paredes de la iglesia del Taulat, Convencido de su valía creó una editorial de temática religiosa, que casi lo llevó a la ruina. Trabajó de dibujante en el que continuó hasta los 82 años, momento en que falleció, ya que la remuneraciones que recibía eran muy cortas y no tenía pensión, desconociendo sus admiradores de aquel tiempo que aquel venerable y anciano dibujante había sido en un tiempo pasado un hombre de acción, tal como se los denominaba entonces.

Conclusión

A modo de conclusión o moraleja, según se mire, lo que se hace patente es que la curiosidad de un familiar ha propiciado la recuperación de un personaje apenas conocido, que jugó un importante papel durante la guerra, en los meses que residió en Puigcerdá, y cuya trayectoria política se ha perdido después de aquella fecha, al no tener su familiar más detalles de aquel período, pero que he resultado clave a la hora de reconstruir la emboscada de Bellver.

Al igual que el documento redactado en 1937 por Puente nos ha permitido recrear la atmósfera enrarecida que existía en la Cerdanya, repleta de conspiraciones y traiciones, encaminadas a conseguir la hegemonía política de unos cuantos, y en muchos casos sin importarles para nada ni la República y aún menos la Guerra, sino el poder. Y en medio medrando a sus anchas, estuvo el desmedido interés económico de la clase dirigente de siempre.

Tal vez por lo mismo, a los que cayeron de un bando en aquella confrontación, durante largos años se les han estado dedicado ceremonias y placas conmemorativas, incluso en la actualidad, mientras que los otros todavía siguen pendientes de un simple recuerdo, reconociendo que un artículo, por mucho que aporte, no sirve para enmendar el olvido, pero siempre será un principio.

1Informe relacionado con Juan Bazán Castro, propuesto para… de la plaza de Puigcerdá”, Mariano Puente, CDMH-PS-MILITAR C1081-0003, 0004, 0005, Archivo de la Memoria Histórica, Salamanca.

2 Desde aquí al amigo Javier Bazán gracias.

3 Burgos 7 de diciembre de 1900- (Aquitania, Occitania) 22 de julio de 1974, para más detalles ver https://pacosalud.blogspot.com/2023/12.

4 Consell Municipal de Bellver de Cerdanya, “Com ocorregueren els fets de Bellver de Cerdanya”, 1937.

5 A. Gascón, A. Guillamón, Nacionalistas contra Anarquistas, 2018.

6 Op. cit. pp. 596-599,

7 J. Castellá-Gassol, Diari Avui, Dissabte, 13 setembre 1980,p. 9.

8 .A. Gascón, A. Guillamón, La fake news del “Penja-robes” y otras manipulaciones de la Guerra civil en la Cerdaña, octubre 2019. Ser. Histórico

9 El plan de aquel asalto a Puigcerdá existió, al recogerlo en extenso los servicios de inteligencia franquistas de la SIFNE y tenía que haberse dado en abril de 1937, “Resumen de las informaciones obtenidas de fuente autorizada sobre el proyectado movimiento de Estat Catalá”, Memorándum de la SIFNE del 1 de abril de 1937, Ávila, Caja 2467/3.

10 Una “checa era una instalación utilizada durante la guerra civil en la zona republicana que se utilizaba para detener, interrogar, torturar, o para aplicar directamente procedimientos sumarísimos a los sospechosos de simpatizar con el enemigo.

11 Vicente Climent al inicio de la guerra era miembro de las Patrullas de Control, Sección de Comarcas, y militaba en el PSUC, después pasará a Bellver con documentación de policía de Generalitat , más tarde será nombrado Delegado del PSUC en Puigcerdá, y en su caso jefe de Bazán. Y según los fascistas era también policía adscrito a la Delegación General de la Policía en Madrid.

12 Muertos del 19 de julio en los que la C.N.T. no había participado. A. Guillamón, Desconstrucció de les mentides i disbarats del monólit de Puigcerda:, Ser Histórico net, 2023/09/22

13 Samper, en la época de Primo de Ribera era un conocido elemento de Estat Catalá, encarcelado al participar en varios atracos. Al proclamarse la República en 1931 era de la guardia personal de Companys. Intimo de Badía, participó ellos Hechos de Octubre de 1934. En 1936 reaparece en Bellver por encargo de Aiguader, participando en la emboscada a Martín. En octubre de 1937 es encarcelado por pasar gente a Francia por dinero. En octubre pasa a trabajar a las órdenes de Martí Rouret, y al mes siguiente es el jefe de la escolta de Companys, cuyos miembros eran todos del P.S.U.C. Después se le pierde la pista.

14 Entrevista con Javier Bazán, del día 17 de enero de 2024, nieto de Juan Bazán Castro (UGT_PSUC), responsable en Puigcerdá.

15 Traducimos del catalán.

16Avui, Dissabte, 13 setembre 1980, p. 9

17 A. Gascón, Marzo de 1937, la CNT de Puigcerdá, asalta el chalet de La Molina, Ser Histórico, 6/2021.

18 De hecho Bautista era el segundo nombre real de Bazán

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