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Manuel PÉREZ (1887-1964), sindicalista y fundador de la FAI.

Anexo de correspondencia inédita, en exclusiva para SER HISTÓRICO.

Manuel Pérez Fernández nació en España (Osuna, provincia de Sevilla) el 10 de agosto de 1887. Creció en Brasil, en una familia de origen español. Su familia materna, profundamente católica y de ideas reaccionarias, contaba con varios generales del ejército. Tres hermanos de su madre fueron generales españoles y uno de ellos murió en Cuba, en lucha contra los independentistas cubanos.

En 1905 trabajó de aprendiz de ebanista en Río de Janeiro, donde entró en contactó con un militante anarquista español que le introdujo en las ideas libertarias, al tiempo que ingresaba en el Liceo de Artes y Oficios de Río. En 1906, a raíz del atentado de Mateo Morral contra Alfonso XIII, se enfrentó a su padre, que condenaba el intento de magnicidio. En 1909, tras tres años de tensa relación familiar, conocidos los hechos de la Semana Trágica y del fusilamiento de Francisco Ferrrer Guardia, discutió violentamente con su padre, decidiendo abandonar el hogar paterno.

Prosiguió sus estudios y su relación con Valentín y otros amigos anarquistas, como simple afiliado sindical. En 1918, terminada la Primera guerra mundial, empezó a escribir artículos en el Jornal do Brasil, implicándose además en las luchas sindicales. A finales de ese año fundó, con Nicanor Rodriges y José María Pereira el Centro de ebanistas de Río de Janeiro, del que fue nombrado presidente. Algo más tarde fue elegido secretario general del Sindicato de Ebanistas de Río.

Tras enconadas luchas, los trabajadores brasileños consiguieron fundar el Sindicato del Ramo de la Madera, del que Pérez fue nombrado secretario, pasando más tarde a representar a la Federación Obrera de Río de Janeiro. Simultáneamente fue nombrado redactor del semanario Espartacus, órgano del movimiento anarquista, y miembro de la comisión de propaganda, responsable de organizar charlas y conferencias en los sindicatos.

En 1918 Río estaba en pie de guerra y estallo una huelga insurreccional en Sao Paulo. En octubre de 1919 la represión policial le expulsó de Brasil, con la agravante de haber nacido en el extranjero, pese a que tenía mujer y un hijo. Fue expulsado junto con Manuel Perdigao, Manuel Gonçalves, Everardo Días, José Carlos, Albano dos Santos, Antonio da Silva Massarelos, Alexandre Azevedo, Manoel Ferreira, Antonio Costa, Aníbal Paulo Monteiro, Joaquim Álvarez, Antonio Pérez, Joao José Rodríguez, Manoel Pérez, Antonio Prieto, Manuel Gama, Abilio Cabral, Adolfo Alonso, José Cid, Rafael López y Francisco Pereira, nacidos todos ellos en Portugal, España, o Italia; todos con familia en Brasil.

Viajaron en las bodegas del carguero Benavente. Desembarcó en Vigo el 29 de noviembre de 1919, siendo encarcelado unos quince días por indocumentado. Luego estuvo en la celda 136 de la prisión Modelo de Madrid. Por último fue trasladado a “El Populo” de Sevilla, antiguo convento transformado en cárcel provincial, de donde salió en libertad el 6 de enero de 1920. En esa prisión contactó con varios anarquistas, que le dieron las señas de la escuela racionalista dirigida por José Sánchez Rosa. Ingresó en el Sindicato de la Madera de Sevilla, hasta su nueva detención en septiembre de 1920. Fue desterrado a Cabezas Rubias, pueblecito de la provincia de Huelva, a donde llegó en una de las habituales conducciones de presos, a pie por la carretera, en largas cordadas de a dos. En ese pueblo vivió todo el año 1921 y conoció a Teresa, que se convirtió en su compañera.

Tras la amnistía de Sánchez Guerra de 1922, ejerció los cargos de secretario de la Federación Local de Sevilla y, luego, de miembro del Comité Regional de Andalucía. Colaboró con Aláiz1 y Vallina2 y realizó una campaña de mítines junto a Salvador Seguí. A principios de 1923 fue nombrado secretario del ramo de la Madera de Sevilla, hasta que aceptó el de contador del Comité Nacional de la CNT, entonces establecido en esa ciudad.

A finales de 1923, implantada la Dictadura de Primo de Rivera, fue primero preso, y más tarde, en abril de 1924, desterrado a Portugal. Marchó a Lisboa con su segunda esposa y su hija Aurora. Se integró en el movimiento sindical portugués y fue redactor de A Batalha y miembro del Comité Nacional de la Unión Anarquista Portuguesa (UAP). Vivía en la sede del sindicato de ebanistas de Lisboa., donde nació su hija Carmen. El parto, asistido por el doctor Pedro Vallina (que acababa de llegar a Lisboa, también desterrado) fue el 25 de junio de 1925, en el mismo momento en el que el local sindical era asaltado por la policía portuguesa.

En la conferencia de Évora participó como representante de la CNT en el intento de unificar la CGT lusitana y la CNT española en una única central ibérica: la Confederación Ibérica de Trabajadores. En abril de 1924 militó en el grupo anarquista O Semeador, con Adriano Botelho, José Carlos de Souza, Manuel Joaquim de Souza y otros. Junto a Restituto Mogroviejo y el gallego Sánchez fundó el Comité Internacional por la libertad del pueblo español.

En 1925 fue expulsado de Portugal y marchó a París, donde fue redactor de Tiempos Nuevos y secretario de correspondencia de la Federación de Grupos Anarquistas de Lengua Española en Francia. Conoció y trató a Néstor Makno, Pedro Archinov, ,Jean Grave, Sebastien Faure, Carlos Malato, Pierre Besnard, Ranko, Armando Borghi, Virginia d´Andrea, y Christian Cornelissen.

En mayo de 1926 participó, como delegado, en la sesiones del Congreso Anarquista de Marsella, convocado por la Federación de Grupos Anarquistas en Lengua española, de acuerdo con el interior, con amplia presencia internacional y de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT). En ese Congreso se fundó la FAI, a propuesta de Souza y del propio Pérez, que derrotaron la táctica propugnada por Juan García Oliver y Vicente Pérez (Combina), favorables a la colaboración política y armada con Maciá, para derrocar la Dictadura de Primo de Rivera. Al rechazarse tal propuesta militarista y “política”, García Oliver y Combina abandonaron el Congreso, que en unos de sus puntos más importantes afirmaba: “El Congreso acuerda por unanimidad que ningún pacto, colaboración ni inteligencia sea mantenida de ahora en lo sucesivo con elementos políticos y que sólo con la CNT estaremos en inteligencia, mientras este organismo mantenga sus principios Comunista libertarios”.

Manuel Pérez fue, pues, uno de los principales artífices de la “I” de la FAI, esto es, de la unificación de portugueses, españoles y exiliados de habla española en Francia en una misma organización anarquista. “I” que, al principio, no significaba “Ibérica”, sino “Iberoamericana”; aunque finalmente se quedó en peninsular por insuperables cuestiones organizativas.

Portada de las Actas del Congreso de la Federación de Grupos Anarquistas de Lengua Española en Francia. Acta in extenso. Celebrado en Marsella los días 13, 14, 15 y 16 de mayo de 1926. ACTA DE FUNDACIÓN DE LA FAI

Fue nombrado administrador de Tiempos Nuevos, del que era director Liberto Callejas3. El único cargo remunerado era el de director, sueldo del que dependían cinco personas: la familia de Pérez y Liberto, que vivía también en el domicilio de Manuel Pérez, donde se instaló además la redacción del diario.

Como delegado de la Federación de Grupos de Lengua española en Francia, contribuyó, junto a Besnard, Faure, Borghi, Schapiro, Huart, Hugo y otros a la fundación de la Confederación General del Trabajo (Sindicalista Revolucionaria), esto es, de la CGT-SR francesa, que tenía el propósito de combatir la influencia estalinista en los sindicatos obreros.

En esa época, como elemento de enlace entre el movimiento anarquista español y la AIT, se entrevistaba semanalmente con Shapiro, secretario de la AIT.

En julio de 1927, en una playa de Valencia, al tiempo que se comían una paella, se produjo el acto formal de ratificación de la fundación de la FAI en España, acordada el año anterior en el Congreso de Marsella.

En febrero de 1928 regresó a España por la frontera catalana, para atender a su mujer, gravemente enferma, que trasladó a Huelva con su familia, aunque finalmente falleció el 20 de noviembre de 1928. Intervino en las luchas clandestinas y en el Comité de Relaciones de la FAI, en cuyo nombre participó en un pleno regional andaluz. En diciembre formó parte del Comité Pro presos de Sevilla, enfrentado a la dura represión de los cenetistas por parte del gobernador Cruz Conde. Estuvo en Sevilla durante todo el año 1929.

En junio de ese año, viudo y con tres hijas, se unió sentimentalmente a Mercedes, su nueva compañera. Trabajó de ebanista en la construcción del Pabellón brasileño en la Exposición Internacional de Sevilla, y, dado su dominio del portugués, francés y castellano, le ofrecieron dirigir el Servicio de Prensa y Propaganda de Brasil, que aceptó.

En marzo de 1930 marchó a Bélgica con su familia, provistos todos de pasaporte brasileño, para desempeñar ese mismo cargo con la delegación brasileña en la Exposición de Amberes, donde permaneció desde abril hasta diciembre. Rechazó la oferta de regresar a Brasil, con el viaje pagado, y de obtener la nacionalidad brasileña, porque eso significaba abandonar definitivamente su militancia. Estuvo apenas dos meses en París.

En enero de 1931 regresó a España, atravesando la frontera por Hendaya e Irún, estableciéndose en San Sebastián, donde, a partir de sólo 17 militantes, organizó el sindicato de Oficios varios de la CNT y pocos meses después una Federación Local de siete sindicatos, de la que fue nombrado Secretario General.

En junio, proclamada ya la República, fue a Madrid para tomar parte como delegado de la Región Norte en las sesiones del Congreso Nacional de la CNT, reunido en el Teatro María Guerrero, figurando en las ponencias sobre organización social del porvenir. Al finalizar el congreso intervino, junto a Rudolf Rocker, Pierre Besnard, Lucien Huart y Valeriano Orobón Fernández, en el mitin de clausura.

Luego acudió, como delegado español, al congreso internacional de la AIT, reunido en el Teatro Barbieri de Madrid, en compañía de Carbó, Pestaña y Robusté.

En el desempeño de su cargo de secretario de la Federación Local de San Sebastián participó en distintos plenos nacionales: Barcelona a finales de julio de 1931, Madrid en diciembre del mismo año.

En mayo de 1932, aceptó la petición del Comité Nacional de ir a Canarias, para reorganizar e impulsar los sindicatos únicos de la CNT. A su llegada dirigió En Marcha, órgano de los sindicatos cenetistas canarios y sólo ocho meses después, en abril de 1933, se celebró el mitin fundacional del Comité Regional de Canarias, que acababa de crear, partiendo de unos pocos sindicatos aislados. Fue nombrado secretario del CR canario, representando a treinta y dos mil afiliados. Amigos y conocidos empezaron a llamarle, cariñosamente, con el apelativo de “el canario”. A partir de esa época fue colaborador habitual de Solidaridad Obrera de Barcelona.

A raíz del movimiento revolucionario de diciembre de 1933 fue detenido y trasladado a la prisión de Zaragoza, donde permaneció durante 45 días, hasta que el proceso fue sobreseído por “desaparición” de las pruebas (robadas por militantes anarquistas). En la segunda quincena de marzo de 1934 ya estaba de nuevo en Santa Cruz de Tenerife.

En noviembre de 1934 fue desterrado de Canarias por las autoridades gubernativas. Actuó en la clandestinidad en Sevilla y Cádiz, donde ayudó a Vicente Ballester en la organización de la Federación Local gaditana, de cuyo comité pasó a ser componente.

En enero de 1936, ingresó en la redacción de la Soli en Barcelona, junto a Manuel Villar (director), Liberto Callejas, José Peirats, Alejandro Gilabert y Francisco Ascaso.

Intervino, junto a Buenaventura Durruti, Francisco Carreño y García Oliver, en el mitin de la CNT del 5 de enero de 1936, en el Teatro Olympia, el primero que se realizaba desde la ilegalización de la Organización tras los hechos de octubre de 1934. Ante las airadas protestas de García Oliver a que el nombre de Pérez figurase en último lugar, en el puesto de honor de quien cerraba el acto, no tuvo inconveniente en cedérselo inmediatamente, en conformidad con su innata modestia.

En febrero de 1936 intervino, en Mataró, en el mitin de unificación con los treintistas, siendo efusivamente felicitado por Joan Peiró. En compañía de Ramón Álvarez y Francisco Isgleas, efectuó una campaña de propaganda y organización por la provincia de Gerona. En Benicarló “los tres Pérez” dieron un mitin conjunto: Vicente Pérez Viche (Combina), Manuel Pérez Feliu de la regional levantina, y Manuel Pérez Fernández (“el canario”).

Ese mismo mes, el Sindicato de la Madera de Barcelona le nombró delegado al Congreso de la CNT, reunido en Zaragoza, participando junto a Federica Montseny y Francisco Carreño en el mitin de apertura, celebrado en la plaza de toros. Defendió la inmediata creación de la Confederación Ibérica de Trabajadores, que agrupara a los trabajadores españoles y portugueses. Fue nombrado para discutir la ponencia sobre comunismo libertario.

Continuó como redactor de la Soli de Barcelona, dirigida por Liberto Callejas, hasta el 18 de julio de 1936, día en que embarcó para Palma de Mallorca, como representante del diario al primer congreso regional de Baleares y al mitin de clausura. Dado el éxito del golpe militar en Mallorca, tuvo que esconderse de la persecución fascista en casa de la cenetista Julia Palazón, trabajadora en el ayuntamiento de Palma, que pudo conseguirle una cédula a nombre de un tío suyo, realmente residente en Barcelona, de forma que Manuel Pérez pudo pasar desapercibido.

El 21 de noviembre de 1936 consiguió huir de la fascista Mallorca a la republicana Ciudadela, permaneciendo un mes en Menorca, donde dirigió el órgano cenetista de Mahón La Voz de Menorca. En los últimos días de diciembre de 1936, a bordo del destructor “Ciscar”, que había conseguido burlar el bloqueo naval a Menorca, llegó a Valencia, donde escribió el folleto Cuatro meses de barbarie. Mallorca bajo el terror fascista, que fue publicado ese mismo año en castellano, inglés y francés. La traducción francesa era obra del tipógrafo y cineasta valenciano José Estivales, que utilizaba el seudónimo de Armand Guerra.

Pasó algunos días de enero en Barcelona, donde fue a recoger a su familia, que tenía su casa en La Torrassa. El 5 de enero de 1937 intervino en un mitin de la CNT, celebrado en el Gran Price, en el que recordó que hacía justo un año que había participado en un mitin similar junto a Durruti, ahora fallecido. Se mostró muy crítico con el colaboracionismo cenetista en las tareas de gobierno.

En febrero de 1937 marchó a Francia, donde realizó una campaña de propaganda y recaudación de fondos de dos meses de duración, acompañado de Armand Guerra, David Antona, Alexandre Mirande y Fontaine, regresando a Valencia, y luego a Barcelona, a mediados de abril.

Cruzó la frontera por Puigcerdá, donde paseó y habló con Antonio Martín, que una semana más tarde fue asesinado, según palabras del propio Pérez, “por un grupo de sicarios”, para destruir la obra revolucionaria realizada por los anarquistas en la Cerdaña, y que él consideraba como el prólogo de la maniobra contrarrevolucionaria que culminó con el asalto de la Telefónica de Barcelona del 3 de mayo de 1937.

Durante las Jornadas de Mayo combatió en La Torrassa, donde vivía, y se mostró contrario a la proclamación de ¡alto el fuego!, propugnado por Federica Montseny y Juan García Oliver, entre otros.

Fue nombrado delegado al Pleno nacional, reunido en Valencia el 11 de mayo de 1937. A su regreso, fue elegido miembro del Comité Peninsular de la FAI, con Germinal de Souza, Roberto Cotelo, Jacobo Prince y Lunazzi, pero por problemas de salud tuvo que retirarse a Igualada, para reposar y reponerse, aunque no supo negarse a realizar breves giras de propaganda por los pueblos cercanos, para reconstruir la Organización, destruida y desaparecida en la comarca por la represión estatal y estalinista posterior a mayo, cuando las reconstituidas fuerzas de Orden Público, formadas por los guardias de asalto y la antigua guardia civil, regresaron a las distintas comarcas como reconquistadores a la caza de los “incontrolados” cenetistas.

También participó, pese a su teórico retiro por razones de salud, en numerosas reuniones de comités superiores, convocadas por el Comité Regional de Cataluña en la Casa CNT-FAI de la vía Durruti, en Barcelona.

Afirma en sus memorias que el mes de mayo había publicado un artículo en la portada de Solidaridad Obrera, en el que, tras analizar los recientes sucesos, denunciaba los crímenes cometidos contra la Organización, como los cadáveres de doce jóvenes libertarios, torturados y mutilados, abandonados en la carretera de Cerdanyola; terminando su escrito con estas palabras: “Estamos solos, sí, pero con dignidad”, que constataban el terrible aislamiento confederal frente a la represión estatal y judicial republicana, y la persecución clandestina de la checa estalinista.

En octubre de 1937 dejó Igualada, para instalarse en Gelida, participando en numerosas campañas de propaganda por los pueblos cercanos. A fines de diciembre de 1937 se estableció en Barcelona, integrándose en el Comité Nacional de la CNT, que le designó director de Ruta, órgano de las Juventudes Libertarias; cargo que desempeñó hasta julio de 1938, cuando lo destinaron a Orán en misión de propaganda y organización.

En septiembre de 1938 fue reclamado por el Comité Regional de Andalucía para asumir, en Baza, el cargo de secretario regional, para el que había sido escogido en el último pleno regional.

Fue testigo directo, el 31 de marzo de 1939, de la toma por los italianos del puerto de Alicante, en el que miles de republicanos esperaban un barco para huir de la España franquista. Contempló el pánico provocado por la entrada de los italianos y las numerosas escenas de suicidios individuales y colectivos.

En abril de 1939 fue internado en campos de concentración (unos días en el campo de los Almendros y luego en el campo de concentración de Albatera). Más tarde, sufriendo penuria y unas peripecias terribles, que narró brillantemente en sus memorias, fue encarcelado el 24 de mayo en la Prisión Provincial de Sevilla, donde constaban sus antecedentes penales de varios encarcelamientos y dos destierros. En una de las declaraciones, tomadas en 1924, había desmentido su nacionalidad brasileña, jurando que había nacido en Osuna, con el objetivo de evitar ser expulsado a Brasil, lejos de su mujer e hijas. La policía se aferraba a esa declaración para confirmar su nacionalidad española. Pero ahora (para salvar su vida) afirmaba que había nacido en la ciudad brasileña de Santos, y, gracias al decidido empeño del consulado brasileño, que esgrimía su cargo como director de Prensa y Propaganda de la delegación brasileña en las Exposiciones de Sevilla y Amberes, no fue ejecutado, consiguiendo una orden de expulsión de España en 1940.

Sin embargo, permaneció encarcelado aún varios meses, con el peligro permanente de ser enviado al campo de Miranda de Ebro, donde los extranjeros eran exterminados sistemáticamente y del que no se conocía ningún retorno.

Gracias a la ayuda de la Solidaridad Internacional Antifascista (SIA) pudo sobrevivir. La constante vigilancia y la tozuda intervención del consulado brasileño en Cádiz consiguió hacer efectiva la orden de expulsión. El recorrido por distintas prisiones franquistas, o el atroz retrato de algunos sádicos carceleros, y sin duda las torturas, humillaciones y asesinatos de los viejos amigos, vencidos y quebrados, constituyen un relato terrible y dantesco que nada desmerece del Inferno de la Divina Comedia.

Llegó a Brasil en julio de 1941, donde reanudo su militancia junto a José Oiticica, José Romero, Ferreira Da Silva y otros. Fundó Açao Directa, de la que fue administrador y redactor durante muchos años. Fue secretario de los anarquistas de lengua española, exiliados en Brasil. Presidió el Liceo de Artes y Oficios de Río de Janeiro.

Había sido encarcelado 53 veces, en prisiones de Brasil, España, Francia y Portugal, y desterrado en cuatro ocasiones: dos de Sevilla (1921 y 1924), una de Santa Cruz de Tenerife (1934) y la más deseada, de territorio franquista, en 1940. Estaba casado y tuvo tres hijas.

En 1951 terminó sus memorias, que tituló: 30 años de lucha. Mi actuación como militante de la CNT y anarquista español que, fotocopiadas, circularon muy profusamente hasta su publicación en 2012 por la Asociación Isaac Puente.

Falleció en Río de Janeiro el 16 de junio de 1964.

En el obituario publicado el 14 de enero de 1965 en Le Combat Syndicaliste se le describía de este modo:

“Hablador con facilidad, optimista hasta sus postreros días, persuasivo por convicción, rebelde por temperamento, también supo ser responsable con los deberes de la organización confederal y los compañeros”.

Podemos resumir su biografía, afirmando que fue un destacado militante anarquista y organizador sindicalista de los años veinte y treinta, tan sobresaliente como olvidado. Organizó y potenció la Confederación Nacional del Trabajo en Andalucía, Canarias, San Sebastián y Baleares. En el exilio portugués y francés entró en contacto con primeras figuras del movimiento anarquista internacional: Makno, Ranko, Archinov, Grave, Faure, Malato, Besnard, Schapiro. En 1926 consolidó las bases para la fundación de la FAI. Fue un anónimo, modesto y devoto militante revolucionario para quien la actividad sindical y anarquista era toda su vida.

Manuel Pérez en un acto festivo del Liceo de Artes y Oficios de Río de Janeiro, en diciembre de 1960

Agustín Guillamón
Publicado en Balance, cuaderno número 36 (noviembre 2011)
Publicat a Catalunya núm. 186 (setembre 2016)
Corregido y ampliado (con anexo documental) para la web de Ser Histórico, en 2021.

Correspondencia de Manuel Pérez. Anexo documental

Carta de Manuel Pérez a Joaquín Morente4 (6-11-1949)

Rio de Janeiro, 6 de noviembre de 1949.

A Joaquín Morente.

Mi querido amigo y compañero

Acabo de recibir tu grata carta y no puedes calcular mi gran alegría, tan grande que he dejado toda la correspondencia de un lado para contestar inmediatamente a la tuya, pues bien lo mereces por la prueba de amistad que me dedicas.

Tu carta me recuerda momentos trágicos para España, horas de dolor en la Bastilla sevillana, de la cual salieron para la muerte tantos mártires, entre ellos el querido Bartolomé Lorda, que lo fusilaron en la madrugada del 25 de junio de 1940, precisamente en la llamada Noche de San Juan.

Me acuerdo mucho de ti, como de Garrido, Galván y Guijarro, y siempre tendré en la memoria tu optimismo y espíritu de lucha, más aún en aquellos adías, cuando no sabíamos el destino que nos aguardaba.

Yo, y ya lo sabrás seguramente, marché de Sevilla el 21 de septiembre de 1940, y después de dolorosa peregrinación por las cárceles de Córdoba, Linares y Alcázar de San Juan me llevaron a Madrid, de donde el Gobierno del Brasil consiguió arrancarme, justamente la víspera de mi traslado a Miranda de Ebro donde seguramente me hubieran fusilado. Ya te contaré algún día los episodios de mi salvación.

La menor de mis hijas, Teresita, cuando apenas tenía 20 años, dejó de existir, pues murió el 26 de febrero de 1948, atacada del pulmón derecho, en virtud del hambre que pasó en España durante mi prisión.

Yo mantengo [ilegible] y espíritu de lucha, y aquí estoy, al frente de la Subdelegación de la CNT y del periódico anarquista Açao Direta, que te enviaré., pues aunque escrito en portugués lo entenderá seguramente.

La conducta de Galván, actuando con los colaboracionistas, no me extraña, ya que desgraciadamente, los que tuvieron mandos militares se dejaron dominar por el espíritu autoritario y aceptan como cosa lógica la convivencia con los políticos, olvidando las lecciones dolorosas que hemos recibido durante la guerra.

Guijarro me escribió varias veces, la última desde Perpiñán, cuando según me decía se había unido a una compañera refugiada. Ahora, hace tiempo que no sé nada de él. Moralez Guzmán, bueno, como siempre, me escribe muy a menudo.

Yo confío locamente en que volverán los días de Julio de 1936 y completaremos nuestra obra, y puedes creer, que aunque viejo en años, pues tengo 63, aun pienso volver a Francia y luchar a vuestro lado hasta el momento de entrar en España.5

Puedes contar que, desde ahora, por lo menos una vez por semana, te escribiré, y confío hagas lo propio, y también te enviaré, como hago a Moralez Guzmán, algún paquetito de medio quilo de café y de azúcar6.

Mándame, si puedes, unas diez a quince postales de esa región de Francia, si existen coloridas mejor, que yo te enviaré de aquí, y diem algo de tu vida, si estás solo o tienes compañera, y qué sabes de España.

En otra será más amplio, y creo bien quedarás alegre con mi carta, como lo estoy yo con la tuya. Abraza a los compañeros que en esa existan y tú recibes uno muy fuerte del viejo amigo y compañero.

Manuel Pérez

Invalidos 129 – sobrado.

Rio de Janeiro-Brasil.

Carta de Manuel Pérez a Joaquín Morente (17-12-1949)

Rio de Janeiro, 17-12-1949.

Querido Morente, un fuerte abrazo.

[…] Me emocionan tus recuerdos, principalmente al mencionar mis palabras cuando juntos vivíamos en el calvario franquista, viendo de cerca el dolor y la muerte de hermanos muy queridos. Puedes creer, querido Morente, que hoy continúo tan firme y optimista como hace diez años, y más convencido aún de que nuestra revolución solo triunfará por nuestro propio esfuerzo, sin confiar jamás en la colaboración política, que la experiencia de nuestra guerra es el mejor y más sólido argumento.

Me alegra mucho que tengas cerca de ti al querido y buen amigo Bernardo Pou, con el cual – según indicas – compartirás el café que os he enviado. Pues bien. Como hago con Federica y Moralez Guzmán, cada quince días os mandaré un paquetito con trescientos gramos por el correo y con el poquitín de chocolate. Ya os mandé un paquetito de café muy bueno, que supongo en tu poder, y mañana sigue otro que tengo preparado, con 300 gramos de café muy bueno y cien de chocolate.

Con relación a Zimmermann y Galván no me extraña su conducta, todo ello es consecuencia lógica de la propia guerra, pues los cargos que ejercieron durante nuestra desdichada colaboración en el Gobierno modificaron su mentalidad.

En todo caso, mi buen Morente, es mejor que se retiren, si no sienten sinceramente nuestras ideas, pues de esta forma ni se engañan a sí mismos ni nos engañan a nosotros, y en esto yo repito lo que decía en una crónica de Solidaridad Obrera de París: Solos, pero con dignidad.

Quiero que abraces en mi nombre a Bernardo Pou y le digas que me alegraría tener noticias suyas, es un excelente trabajador u un gran idealista; pena es que no le ayuden en la labor que realiza como delegado de la AIT […].

Le dices que envíe a mi nombre y dirección el Boletín mensual de la AIT y alguna crónica sobre sus actividades para publicarlas en Açao Direta.

Un abrazo para tu compañera y también para Bernardo Pou y todos los buenos amigos de Lyon, y con esta te envío mi foto para que recuerdes al viejo amigo que te estima y recuerda con emoción.

Manuel Pérez

Inválidos 129 – sobrado.

Rio de Janeiro-Brasil.

Carta de Manuel Pérez a Joaquín Morente (17-1-1950)

Rio de Janeiro, 17 de enero de 1950

Mi querido Morente

Acabo de recibir tu grata carta y como siempre la contesto al momento, pues sé la alegría que sentimos al recibir las noticias de aquellos que son queridos para nosotros.

Con relación al café es seguro que llagará a tu poder, pues hace tiempo que lo envío a Toulouse y París, y tanto Esgleas como Moralez Guzmán lo reciben regularmente y la demora es lógica, pues va por vía marítima.

Ya te he enviado tres paquetitos, el último precisamente ayer, que por cierto va tostado pero en grano, mientras los dos primeros fueron molidos. Tan pronto llegue avisas y seguirán otros con regularidad, para que siempre tengáis un poquito de café en casa.

H enviado también un paquete de periódicos por correo certificado y regularmente te enviaré cuanto aquí publicamos, tanto más que el portugués es muy fácil de leer. En el último paquete va la crónica que escribí sobre la muerte de mi querida Teresita.

Ahora bien. Muy alegre y emocionado con las palabras de cariño que me dedicas y el recuerdo de aquellas horas vividas en el infierno sevillano, pues como afirmas, el dolor une más y más a los hombres por los lazos de un amor fraternal,

Me congratulo de la firme posición que mantienes y de la coincidencia que tienes conmigo con relación a nuestra conducta durante la guerra, y alegre también por saber que Carlos Zimmermann se mantiene con buen espíritu de lucha, pues los últimos momentos de la guerra los pasamos juntos en Andalucía y en fraternal colaboración.

Pero me habían informado que él estaba en Tánger y no quería saber nada de la lucha, por ello te hablé en la forma que lo hice, y tú que conoces bien mi carácter, sabes que detesto la crítica sistemática y jamás contribuyo para el descrédito de los compañeros.

Lo de Galván es diferente, pues ya en la guerra se nos presentaba como hombre ambicioso y de carácter autoritario, y el medio ambiente lo anuló para siempre. En fin, mi buen Morente, los que aún vivimos y sentimos amor a las ideas, debemos continuar la lucha, sin preocuparnos de los que quedan en el camino acobardados. ¿Verdad…?

Quiero que me envíes unos tres ejemplares de CNT con mi crónica de Andalucía, y también una foto tuya para recordar las horas que juntos vivimos por aquellas tierras que tanto queremos y aun quiero pisar algún día, si la suerte no es del todo ingrata y la fuerza moral puede vencer el desgaste físico.

Como creo haberte dicho, estoy escribiendo las memorias de mi vida (30 años de lucha) y ya tengo doscientas cuartillas de máquina, grandes. En ellas figura nuestra vida en la cárcel de Sevilla y cuanto pude ver durante mi vida de militante, tanto en España como en Francia, Portugal, Bélgica, África, Brasil, etcétera.

Comparto tu optimismo con relación a vernos juntos en Andalucía, y puedes creer que haré lo de siempre, luchar de pueblo en pueblo por nuestros ideales, porque ellos son la única razón de mi vida.

Abraza en mi nombre a todos los compañeros de esa, conocidos o no, poco importa, al buen Pou y familia, a tu buena compañera y para ti el más fuerte y fraternal [abrazo] de este viejo que de verdad te quiere.

Manuel Pérez

Inválidos 129, sobrado

Río de Janeiro – Brasil.

Detalle de la firma de Manuel Pérez
Carta de Manuel Pérez a Joaquín Morente (1-4-1950)

Río de Janeiro. 1º de abril de 1950

A J. Morente

Querido compañero y amigo.

Te escribo la presente para rogarte que a vuelta de correo me envíes las siguientes indicaciones, que las necesito por haber llegado en mis memorias al número 220, y estar justamente en el momento de ingresar en la Cárcel de Sevilla.

Quiero una foto tuya, aunque sea de las que se tiran al minuto, y me digas el número de nuestra celda, los que estaban en ella con nosotros, el nombre del que repartía la leche en la enfermería y el boticario, que como sabes ambos eran de Alcalá de Guadaira.

A más de don Máximo Bellón, don Manuel Lorenzo, don Raimundo, don Gabriel y don Pedro Solís, el nombre de los demás vigilantes que estaban en nuestra época, para hacerles la biografía.

La foto la quiero en la misma carta, pues mi compañera y mis hijas desean verla por no recordarte personalmente, y yo para unirla a la de Lorda y otros amigos de dolor en una ampliación combinada que van a hacerme.

Así pues, querido Morente, manda esto por vía aérea, tan pronto recibas ésta, y si en la foto puede venir tu compañera, tanto mejor, que yo haré lo propio contigo.

Ayer envié un paquetito de café y chocolate y los envíos seguirán normalmente, como regularmente hacemos con Moralez Guzmán y otros amigos de Francia. Tan pronto reciba carta tuya enviaré las memorias que te anunciaba, cuyo beneficio, una vez impresas, será íntegramente para los que luchan en España.

Va, con esta, la crónica que escribí cuando murió mi Teresita y el manifiesto que el Grupo Libertad publicó aprovechando una crónica mía en Açao Direta.

Un gran abrazo del viejo que te quiere y recuerda con cariño, Manuel Pérez.

Carta de Manuel Pérez a Joaquín Morente (19-5-1950)

Rio de Janeiro, 19 de mayo de 1950.

A Joaquín Morente

Querido compañero y amigo

En mi poder tu grata carta y la foto que para mí ha sido motivo de emoción y también de alegría, pues con ella recordé horas vividas allá, en aquella Bastilla donde tantos de los nuestros nos dejaron para siempre.

Te envío con esta una [foto] muy pequeñita que saqué al lado de mi compañera hace varios días, y por ella verás que, aunque viejo, no pierdo la energía y la confianza en días mejores para nuestra causa.

Creo que recibirás con regularidad los paquetitos de café y chocolate que os envío, pues cada semana va para un lugar, una a Toulouse, otra a París, otra a Toulouse para Germinal, y otra a Lyon para ti, de forma que cada uno reciba al menos una vez por mes, excepción única de la Regional de Andalucía, a la que envío uno y dos paquetes cada semana, destinados a los presos y familias.

Seguramente recibirás mis memorias completas desde que me hice cargo de nuestra Regional en 1938, y después los folios que escribo cada semana, [que] van a ser editados en beneficio de la lucha.

Me contarás si las recibes todas y qué te parecen como cosa histórica para nuestro movimiento en general.

Recibe pues, mi querido Morente, para ti y buena compañera el mejor abrazo de los míos y de este viejo que nunca olvida a los buenos amigos.

Manuel Pérez.

Carta de Manuel Pérez a Joaquín Morente (7-8-1950)

Río de Janeiro, 7 de agosto de 1950

A Joaquín Morente

Estimado compañero y amigo.

Recibí tu grata carta […]

Con relación al café […] esto no representa ningún sacrificio para mí […].

Sobre las memorias te diré que hace tiempo que las envío a Moralez Guzmán para la publicación de un libro en beneficio de los que luchan contra la tiranía franquista, pero ocurrió que cuando se marchó de Toulouse a París, había extraviado unas cuartillas, desde el número 143 hasta el 148, y yo decidí hacer copias a partir de dicho número para tenerlas como sobrante en caso de nuevos extravíos.

Justamente porque las tenía repetidas te las envié y continué a repetirlas para mandarte a ti todas las semanas las mismas que mando a él para el libro.

Yo tengo las memorias completas como las tiene él para su publicación, y si fueran apenas quince o veinte volvería a repetirlas, pero date cuenta lo que representa hacer de nuevo 143 pliegos a máquina de escribir.

En fin, querido Morente, como las memorias se van a publicar, tú podrás leer las que no tienes hasta el 142, que es justamente mi vida y lo que vi antes de nuestra guerra, y caso no se publicaran vería la forma de que ellos te facilitaran el original.

Recibí ayer el periódico de Levante y algunas CNT, entre ellas la que tiene mi crónica sobre Andalucía, y creo que tú recibirás con regularidad Açao Direta, que te envío desde aquí.

Yo, luchando como siempre y viendo cómo el mundo va camino de una nueva guerra7, y lo peor es que el llamado combate al Comunismo sirve de pretexto para prestigiar las infamias de Franco en España.

No tardes tanto en escribir y dile a Pou que hasta la fecha no he recibido el Boletín de la AIT, ni colaboración suya para nuestra prensa.

Aquí tienes alguna dirección de Buenos Aires y de Montevideo, todas de confianza. [Aparecen las direcciones de Domingo Carballo, Benito Milla y Basilio Bufaloff]. [Despedida y firma de Manuel Pérez].

Carta de Manuel Pérez a Joaquín Morente (28-9-1950)

Río de Janeiro

28 de septiembre de 1950

A Joaquín Morente

Mi querido amigo y compañero.

Recibí tu grata carta y también las dos postales, que agradezco sinceramente, si ello es posible envíame unas seis u ocho con paisajes y motivos interesantes de esa región-

Supongo recibirás el paquetito de café que os mandé hace unos quince días, el lunes día 2 seguirá otro, pues sé bien que ese artículo.es caro en Francia y no tan bueno como el que de aquí os envío, y no tengas preocupaciones por ello, que el sacrificio es muy pequeño para lo que merecen los buenos amigos como tú.

[…] Hay en nosotros, querido Morente, algo que está por encima de todas las críticas y de todas las pasiones, y esto es la consciencia del deber cumplido, y tú puedes enorgullecerte de haber sido un militante honrado en las horas amargas de aquel cautiverio que vimos bajo el terror de Franco.

Haz lo que yo hago, seguir luchando, cada vez con mayor entusiasmo y esperanza, dejando de un lado las críticas, pensando en los que en España ofrendan sus vidas por la libertad.

Muy agradecido por las palabras de tu madre política, y también por el cariño que me dedicas, pero tú me conoces bien y sabes que procedo con sinceridad en todos los actos de mi vida y para mí los compañeros son algo muy íntimo, algo así como parte de la propia familia.

Abraza pues, mi querido Morente, a tus compañeros de esa, diciéndoles que no pierdo la esperanza de abrazarles personalmente, y para ti mi buen compañero y amigo, uno muy fuerte y fraternal del viejo que de verdad te estima.

Manuel Pérez

Inválidos 129 – sobrado

Río de Janeiro – Brasil

Carta de Manuel Pérez a Joaquín Morente (2-1-1951)

Río de Janeiro, 2 de enero de 1951

A Morente Joaquín

Mi querido compañero y amigo

En mi poder tu grata carta fecha 20 de diciembre de 1950 […]

Mi demora, querido Joaquín, tuvo dos motivo, que fueron los siguientes. Primero mi estado de salud, que me obligó a abandonar Rio de Janeiro durante 30 días, suspendiendo a consejos del médico todas mis actividades, y el segundo tener informes sobre lo que decías de vuestro desplazamiento al Brasil.

Aquí han llegado varias familias gallegas, entre ellas las de Vázquez Valiño, que se encuentra en Río Grande Del Sul, donde han fundado una colectividad y para conseguir viaje gratuito y visado de permanencia se dirigieron a la IRO, organización internacional de Refugiados cuyo comité reside en París.

Posiblemente, por intermedio de la propia AIT, podríais conseguir vuestro viaje gratuito y el necesario visado que está a cargo de los cónsules del Brasil en Francia, pues desde aquí el Gobierno no da curso ahora a las cartas de llamada.

La IRO os pedirá el nombre de una persona que en el Brasil os oriente y os reciba, y en este caso podéis darle mi nombre y dirección, como lo hizo Valiño, pues en el mencionado organismo figura ya mi ficha. Este es único medio de poder venir, y [ya] conseguido veríamos después lo que se podría hacer.

Infórmate bien y me escribes para estar al corriente. Mis memorias hube de pararlas unas semanas, y ayer mismo escribí otras dos cuartillas que siguen por correo ordinario, y creo que recibirás también un paquete de chocolate que os envié.

Yo, aunque enfermo, no pierdo jamás el ánimo y confío en días mejores, si bien la situación internacional y la cobardía de Truman den mayor vitalidad al tirano Franco, pero en fin, como decía en 1926 Sebastíen Faure: “las dictaduras no son inmortales”.

[…] Un gran abrazo para tu compañera, su madre, mío y de mi familia y de este viejo que os estima.

Manuel Pérez.

Carta de Manuel Pérez a Joaquín Morente (11-2-1951)

Río de Janeiro, 11 de febrero de 1951

Mi querido Morente

Recibí hoy mismo la tuya y veo que recibisteis mi carta como igualmente el café y el chocolate, que como dices ser tan bueno enviaré unido a esta otro paquetito.

Me alegraría que vinieras a Brasil, y si te parece escribe a al cónsul diciendo que Manuel Pérez, miembro de la Asociaçao Brasileira de Imprensa, con domicilio en Río de Janeiro, Inválidos 129- sobrado, responde por ti.

Caso esta garantía la acepte, puede que ello influya para darte el visado, pues Valiño y los suyos dieron también mi nombre a la IRO.

Es pero me tangas al corriente de lo que te digan sobre el viaje a esta, y con estas memorias, que van llegando al fin, te envía el mejor abrazo, para ti, l compañera y suegra, el viejo que os quiere.

Manuel Pérez.

Carta de Manuel Pérez a Joaquín Morente (22-8-1951)

Río de Janeiro, 22 de agosto de 1951

A Joaquín Morente

Estimado compañero y amigo

No os extrañe mi demora en escribiros, que no obedece a olvido hacia vosotros y sí a que una nueva tragedia acaba de surgir en mi hogar, por cuyo motivo hace dos meses vivo horas muy amargas.

Como si fuera poco el haber perdido a mi querida Teresita y la lucha sostenida durante tres años para salvar a su hermanita Aurora, mi buena compañera hubo de ser operada hace un mes de un cáncer en el pecho derecho, que dada la gravedad del caso hubo necesidad de sacrificar totalmente.

Aunque la operación tuvo éxito en el orden quirúrgico, existe la enorme preocupación de ramificaciones futuras, dado el carácter terrible de esta enfermedad y ahora está sometida a tratamiento de Radium, vitaminas C y todo un lastre de remedios que vuelven loco a un obre para hacerles frente.

En fin, mi querido Morente, como los anarquistas debemos ser más fuertes que el propio dolor, haré frente a este nuevo golpe sin perder el ánimo, y luchando siempre con más valor por la libertad de nuestra pobre España.

Cuéntame algo de vuestra vida y escríbeme al recibo de esta, pues en horas amargas es siempre grata la carta que recibimos de un buen amigo, más aún cuando a este amigo le queremos como a un hermano.

Abrazos a tu buena compañera y madre política y uno muy fuerte del viejo hermano de ideales.

Manuel Pérez.

Carta de Manuel Pérez a Joaquín Morente (11-10-1951)

Rio de Janeiro, 11 de octubre de 1951

A Morente Joaquín

Querido compañero y amigo

Aunque con algún retraso, por motivos que debes calcular, contesto hoy s tu grata y querida carta que fue para mí un verdadero bálsamo en estos momentos de preocupación, pues sé cómo son sinceras tus manifestaciones de afecto y solidaridad.

Mercedes continúa el tratamiento y ya terminó las aplicaciones de rayos ultravioletas en número de veinte y ahora entra en un periodo de observación con inyecciones de vitaminas C, tónicos, descanso, alimentación, etcétera.

Yo, como te decía, y pensando que el anarquista debe ser más fuerte que el propio dolor, no pierdo la calma ni el valor moral, y continúo luchando, por ella, para que recobre la salud, si ello es posible, y por un mundo mejor en el cual no existan tatos males y tantas amarguras e injusticias.

Pienso mucho en nuestra pobre España y en la hermosa tierra sevillana que dejamos sometida al dolor y la muerte, y pienso en la cobardía del proletariado internacional que no quiere comprender, que al abandonarnos, se abandonan a sí mismos, marchando hacia la esclavitud.

[…] Creo como tú que Moralez Guzmán será uno de los componentes del SI8, pues veo las dificultades que el actual encuentra para conseguir sustitutos que quieran reemplazarlos.

Es pena que la militancia confederal y anarquista en el exilio se entienda como era de esperar, más aun, teniendo en cuenta el grave momento que vivimos.

Bueno querido Morente, abraza en mi nombre y de toda mi familia a tu buena madre y compañera […]

Manuel Pérez.

Carta de Manuel Pérez a Joaquín Morente (15-4-1952)

Rio de Janeiro, 15 de abril de 1952

A Morente Joaquín

Estimado compañero y amigo

En mi poder tu grata carta fecha del 9 del mes en curso […] mi demora en escribirte algunas veces no es motivada por olvido […] la enfermedad de mi compañera y mi estado de salud […] Por otro lado Açao Direta me toma todas las horas disponibles, ya que aquí infelizmente es muy pequeño el número de militantes, y lo que es peor, los que últimamente han llegado de Francia muy poco hacen en el orden de propaganda.

Debes saber que aquí llegaron a principios de año varios compañeros, entre ellos el Dr. Pujol, Puig Elías, padre e hijo, Manuel Fernández y Pedro Brillas, y por cierto que su llegada ha sido causa de muchos aburrimiento [preocupaciones], porque el Secretariado de Toulouse les acusa de irregularidades. En fin, mi buen Morente, todo son divergencias en nuestras filas, cuando más necesaria es la unificación de voluntades.

De España nada te digo, porque conoces mejor que yo lo que viene ocurriendo y los crímenes que el fatídico Franco comete con la complicidad de los llamados “demócratas” de todo el mundo.

Aquí hicimos algo de propaganda contra los monstruosos procesos de Barcelona y Sevilla, y nada se ha conseguido de práctico, pues sabes la suerte que han tenido cinco de los condenados de Barcelona.

Creo que recibes con regularidad Açao Direta, y verás por ella que no paro en mi campaña a favor de nuestros hermanos de España, pena es que en la mayoría de los países de América no exista prensa ni organización, ya que la mayoría están sometidos a regímenes dictatoriales.

Mi compañera sigue bien de la operación, sin embargo existe la cruel preocupación sobre el porvenir, preocupación esta que perdurará durante algunos años, y esto mi buen amigo es algo que haría perder la calma a un espíritu menos templado en el dolor.

Yo con el corazón algo flaco, futo lógico de los años, pues entro en los 65, y esto después de una vida de luchas y de sufrimientos, pero opongo al dolor físico la resistencia moral.

Mis hijas bien, y aguardando ambas nuevos retoños para muy breve, confío bien que ellos sean más felices que nosotros y vivan un mundo mejor y más humano.

[…] el mejor abrazo del viejo amigo y compañero y amigo.

Manuel Pérez.

Carta de Manuel Pérez a Felipe Aláiz (8-2-1953)

Rio de Janeiro, 8 de febrero de 1953

A Felipe Aláiz

Estimado compañero amigo.

Acabo de leer en nuestra querida “Soli” la crónica que dedicas a nuestro órgano Açao Directa con palabras muy cariñosas para mí.

Pero lo que más me emociona es el recuerdo de las horas vividas en Barcelona y Sevilla, donde ambos luchamos con entusiasmo por el prestigio de la CNT y el anarquismo.

En mis memorias, que envié a Moralez Guzmán y a Germinal Esgleas, y que se componen de 350 páginas a máquina, un solo espacio y papel de oficio. Menciono nuestra vida común en Sevilla, allá por el año de 1923, cuando tú eras director de Solidaridad Obrera, considerado uno de los mejores órganos regionales de España.

Creo que sólo tú y yo restamos del plantel de aquella época. Adame murió en México, cuando después de volar de rama en rama, pertenecía al Partido Socialista. El célebre Vidiella está en Moscú, idolatrando la dictadura que entonces combatía desde la tribuna política, y Ramón Mazón – si aún no ha muerto materialmente – dejó de existir, perdido en su propia miseria moral.

Siento alegría cuando leo tus crónicas en “Soli”, y es que veo siempre al Aláiz joven de los buenos tiempos, al buen compañero que conserva íntegro su amor al ideal y su fidelidad a los principios que siempre defendimos.

Yo ya llegué a los 66 años, pero el corazón sigue joven, resistiendo a todos los dolores físicos, y si alguno persiste es el de dejar la existencia antes de ver libre a nuestra pobre España, y más fuerte que nunca nuestra querida CNT y el Anarquismo español., que tantas pruebas de heroísmo y capacidad constructiva ha dado al proletariado del mundo.

Pero allá o aquí – como tú lo haces – el viejo Pérez continuará su lucha por el triunfo del anarquismo y la derrota final de todas las tiranías.

Y ahora un ruego. Envíanos algo para el periodiquito Açao Direta, que aunque pequeño, lucha desde lejos también en defensa de nuestros hermanos de España.

Recibe el mejor abrazo del viejo amigo y compañero, Manuel Pérez

Inválidos 129, sob

Rio de Janeiro-Brasil.

Bibliografía

ANÓNIMO: “Actividades culturales en el Brasil”. CNT número 825 (19-2-1961). [Foto de Manuel Pérez en la fiesta de entrega de premios de fin de año en el Liceo de Artes y Oficios de Río de Janeiro].

Congreso de la Federación de Grupos Anarquistas de Lengua Española en Francia. Acta in extenso. Celebrado en Marsella los días 13, 14, 15 y 16 de mayo 1926. [IISG].

GUZMÁN GARCÍA, José Luís: “Manuel Pérez Fernández, el anarquista desconocido”. CNT número 386, febrero 2012.

IÑÍGUEZ, Miguel: Enciclopedia del anarquismo ibérico. Asociación Isaac Puente, Vitoria, 2022

PÉREZ, Manuel: Quatre mois de barbarie. Mallorca sous la terreur fasciste. Service d´Information, propagande et presse. Comité National CNT-AIT. [1937]. Version française d´Armand Guerra.

PÉREZ, Manuel: 30 años de lucha. Mi actuación como militante de la CNT y anarquista español. Texto original mecanografiado, terminado en 1951. Copia depositada en el Centre de Documentació Històric-Social del Ateneu Enciclopèdic Popular de Barcelona.

PÉREZ, Manuel: Correspondencia (1949-1953). Depositada en el Centre de Documentació Històric-Social del Ateneu Enciclopèdic Popular de Barcelona.

PÉREZ, Manuel: “Desde el Brasil. El “Santa María” o la aventura de Henrique Galvâo”. CNT número 838 (21 mayo de 1961)

PÉREZ, Manuel: Cuatro meses de barbarie. Mallorca bajo el terror fascista. Edicions el Moixet Demagog. [Distribuido por Calumnia edicions], Mallorca, 2009.

PÉREZ, Manuel: 30 años de lucha. Mi actuación como militante de la CNT y anarquista español. Asociación Isaac Puente, Vitoria, 2012. [Cuidada edición con un erudito y excelente anexo de notas]. LIBRO DE LECTURA IMPRESCINDIBLE.

RODRIGUES, Edgard: Os companheiros, 4. Editora Insular, Florianapolis, 1997, pp. 54-59. [Traducido al inglés en Bulletin of Kate Sharpley Library number 69, January 2012].

Notas

1 Felipe Aláiz de Pablo (1887-1959) fue escritor, profesor de literatura y periodista. Aragonés, amigo de Joaquín Maurín.

2 Pedro Vallina (1879-1970) nació en una familia acomodada y republicana. Médico. Discípulo de Fermín Salvochea. Andalucista. Fundó el Sanatorio Vida.

3 Seudónimo de Joan Perelló Sintes (1884-1969) del grupo Los Solidarios y más tarde en la órbita del grupo Nosotros. Periodista.

4 Joaquín Morente Rosa, nacido en Alcalá de Guadaira el 21-9-1915. Huyo de su pueblo a la entrada de los legionarios. Marchó a Ronda y Málaga, y a la caída de esta a Almería y Valencia. Combatió en la 96 Brigada en los frentes de Teruel, Alfambra, Levante y Castellón. Alcanzando el grado de teniente. Estuvo preso en Albatera, Porta Coeli y Sevilla. Condenado a 30 años, escapó de la prisión de Ocaña en 1942 y en 1948, junto con su mujer Dolores Barroso Carrera, se exilió en Francia. Residió en Lyon. En 1974 intervino en la reconstrucción de la CNT en su pueblo natal. Falleció en Francia el 20 -12-1980 en accidente de coche.

5 La invasión de Valle de Arán se produjo en octubre de 1944.

6 Tiempo de racionamiento en Europa.

7 Guerra de Corea

8 Secretariado Intercontinental


Imagen destacada: Anarquistas durante la Huelga General de 1917 en Brasil. Fuente: Wikimedia.

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