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1919, un año señalado en la historia obrera

1919 vino cargado de acontecimientos para el movimiento obrero en general y la CNT en particular. La guerra había acabado y estaba a punto de iniciarse lo que se ha venido conociendo como el “Trienio Rosso”. El 15 de enero las muertes de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht deshacían la esperanza de una revolución socialista en Alemania, el lugar que había sido en esos años la gran esperanza revolucionaria y, con ello,  y aunque en aquel momento no se supiera, se acababa con la posibilidad de una auténtica revolución socialista en Europa más allá de la Rusia soviética. Solo Seguí vio la importancia de este hecho. Volveremos sobre ello más adelante.

El inicio del año no podía parecer más prometedor en España. En Cataluña y más concretamente en Barcelona se desarrolló la huelga más impresionante de las que se recordaban, la Huelga de La Canadiense. Durante 44 días la ciudad pareció obedecer únicamente a la CRT (Confederación Regional del Trabajo). Los Bandos y avisos oficiales no se publicaron si no lo aprobaba la CRT, las fábricas permanecían cerradas y las calles a oscuras. Las calles a oscuras… algo que aterrorizó a los patronos y no se lo perdonarían jamás a los obreros. Pronto se lo cobrarían porque lo más curioso de todo es que la cúpula dirigente de la CRT estaba en la cárcel, ya lo estaban cuando empezó la huelga. ¿Quién la dirigía, entonces? Posiblemente eso aún asustaba más a gobierno y empresarios.

MADRID. EN LA ESTACIÓN DEL MEDIODÍA. EMBARCO DE LAS FUERZAS DEL BATALLÓN DE FERROCARRILES, QUE ANOCHE MARCHARON A BARCELONA

Esta vez la CRT pareció ganar. El 24 de marzo las fábricas volvieron a trabajar al tiempo que el Presidente del gobierno, el Conde de Romanones, preparaba el decreto que obligaba a trabajar 8 horas en todos los oficios. Habría que discutir si realmente esto fue una conquista de la huelga por más que se quiera ver así. De hecho estaba previsto aprobarlo en toda Europa cuando la guerra estalló. El conflicto bélico aplazó una decisión que venía madurándose desde hacía mucho tiempo y que parecía inevitables ante la inminente fundación de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) ese mismo mes de abril. Por otro lado su efectividad fue reducida porque los patronos encontraron maneras de burlar la ley y hasta la llegada de la IIª República no se tomaron medidas eficaces para su cumplimiento.

Pocos días después que se pusiera fin a la Huelga de la Canadiense, el incumplimiento por parte de las autoridades de uno de los acuerdos, liberar a todos los presos que no tuvieran delitos de sangre, llevó de nuevo los obreros al paro. Ya duró poco, ya no había fuerzas. El 7 de abril todo pareció volver a la normalidad. Mientras la patronal ensayaba los primeros lock-outs, parciales, de corta duración. Pero presagiaban lo que se avecinaba. Ese mismo mes de abril, pródigo en hechos transcendentales, se constituía la Federación Patronal Española. Lo vivido en Cataluña aterrorizó a la burguesía del resto del estado que temía el contagio.

Si nunca las relaciones entre obreros y capitalistas fueron buenas, ahora serán cada vez más envenenadas. Los atentados aumentaron significativamente y los obreros llevaron la peor parte. A finales de año se fundaron los Sindicatos Libres. No parece que surgieran directamente de la Gobierno militar, ocupado en ese momento por Severiano Martínez Anido, al menos así lo consideran quienes últimamente lo han estudiado, pero no se puede negar que contaron con la indulgencia de empresarios y autoridades.

Ante la situación cada vez más violenta, el gobierno busco caminos de acercamiento entre ambas partes y el resultado fueron las Comisiones Mixtas. Las Comisiones Mixtas pretendían el diálogo entre patronal y sindicatos con la presencia y mediación del gobierno que tendría un representante en las conversaciones. La primera llegó en octubre. 

El concepto que animaba las Comisiones Mixtas estaba radicalmente enfrentado a uno de los principios fundamentales de la CNT, la “acción directa”. Y aún así, y teniendo en cuenta cuál era la situación económica de los trabajadores, la CRT la aceptó y envió a 5 representantes: Manuel Moyano, Saturnino Meca, Simón Piera, Salvador Seguí y José Duch. Hubo dos reuniones, la segunda en noviembre, cuando ya la patronal, que no estaba dispuesta a pasar por la “humillación” de negociar con quienes ya la habían humillado durante la huelga de “La Canadiense”, había iniciado el primer lock-out de Barcelona, parcial y que duraría hasta final de mes para enlazar con otro, terrible, que duraría mes y medio. Un lock-out total que llevo a las clases humildes de Barcelona al borde de la inanición y de la desesperación. Definitivamente, quienes no querían el acuerdo eran los burgueses porque la CRT, hubiera aceptado y consensuado una salida

Y después de un año así, había convocado un congreso de la CNT. Para toda España. En los primeros días de diciembre.

EL CONGRESO DE LA COMEDIA

Para la CNT ese congreso era muy necesario porque desde 1911 no se había vuelto a celebrar ninguno y en esos años muchas cosas habían ocurrido que obligaban a replantear las tácticas y fijar principios. Recordemos que en su fundación, la CNT acogió a todo tipo de ideologías republicanas y socialistas entre sus filas, que desde entonces el sindicalismo revolucionario y el anarcosindicalismo había aumentado su influencia entre las fuerzas obreras. Que la guerra consolidó los cambios en la producción y organización empresarial. Que además a diciembre de 1919 la Revolución rusa parece consolidarse, a pesar de que ahora empieza la guerra civil entre Blancos y Rojos, y ya las noticias de que la revolución socialista ha triunfado en un país han llegado a toda Europa y América. La Segunda Internacional ha colapsado y en su lugar, se ha fundado una nueva internacional, la Tercera, bajo los auspicios de los bolcheviques.

En el orden interno ha habido protestas y huelgas cuyas reclamaciones desbordan el mero ámbito laboral, como los alquileres, las subsistencias… Movimientos globales que se dan casi simultáneamente en muchas ciudades con una fuerza muy intensa y que ponen sobre el tapete problemas que afectan a la clase obrera más allá de la fábrica y el taller. Además la guerra, que ha supuesto para España una gran ocasión económica gracias a su neutralidad que la convirtió en proveedora de ambos bandos, aunque también tuvo unos costos importantes, ha provocado un movimiento migratorio del campo a la ciudad, nada comparable a lo que ocurrirá alrededor de los años 60 del siglo XX, pero sí que marca el carácter ya irreversible de urbanización de la población. Nuevas situaciones y nuevos retos que se verán reflejados en las ponencias que se presentan al congreso.

En aquel momento el Secretario General de la CNT era Manuel Buenacasa y el Secretariado estaba en Zaragoza. No obstante la iniciativa de su organización parte de Barcelona. A finales de septiembre Seguí y Pestaña van a Madrid. La excusa es gestionar el indulto de Castellví[1]pero, según explica Buenacasa, su propósito real es organizar el sindicato anarcosindicalista en la capital, donde la UGT era el sindicato más importante, para ello proponen la celebración de un congreso nacional. Además aprovecharán para hablar en el Ateneo y el Teatro de la Comedia, el mismo en el que acabará celebrándose el congreso.

La propuesta fue bien acogida y Manuel Buenacasa se desplazó a Madrid para preparar la asamblea. Dos meses después, el 10 de diciembre tenia lugar la inauguración del Congreso que iba a durar hasta el 18 del mismo mes. 9 días en total, muchos para una reunión. La duración en sí ya nos alerta de dos cosas, primera de la importancia especial de este encuentro y segunda, de la necesidad que existía en toda la Confederación de reunirse y tomar decisiones sobre su entidad, los principios que la habían de guiar y la actuación que en adelante había de tener la central anarcosindicalista.

Dificultades en Cataluña

El último trimestre de 1919 será difícil para la regional catalana. Enumerando esas dificultades hemos empezado el artículo. Faltaba aclarar que el final de la guerra implicó también el descenso de los pedidos a la industria española y catalana en particular. Ya no se necesitaban uniformes ni munición y, según vaya corriendo el tiempo y las industrias de Europa se rehagan a nivel material y demográfico, la industria volverá a su situación de preguerra y sin haber aprovechado esos años de bonanza para modernizar maquinaria y mejorar la producción y, por consiguiente, la competitividad. Esta nueva situación se traducía en excendente de mano de obra, las huelgas ya no se ganaban con la relativa facilidad que lo hacían en los años de guerra, si bien visto los días que había durado la Huelga de La Canadiense es algo que se puede poner en duda. Los éxitos de principio de año se ralentizaban.

Cómo hemos dicho, los atentados se hicieron más frecuentes. Eran pistoleros a sueldo la mayor parte de las veces y cuando había dinero por en medio era la clase empresarial quien llevaba ventaja. Y no obstante el relato, como se dice ahora, acusaba a los militantes anarcosindicalistas de terroristas. Precisamente Seguí y Pestaña hablaron sobre ese tema en su viaje a Madrid de principios de octubre. Los atentados se recrudecerían en los años que siguieron y además a muchos obreros y dirigentes se les aplicó la “ley de fugas” de infausta memoria, claro que esto último ya queda fuera del marco cronológico de este artículo.

Es muy posible que estas circunstancias llevaran a la CRT a sentarse en la mesa de los Jurados Mixtos. Buenacasa añade otro razón, los miles de obreros que seguían encarcelados desde principios de año. Aún así no se puede obviar que aceptar la presencia del gobierno en una negociación iba contra los principios de la acción directa y que situaba a los hombres de la Regional Catalana en una posición incómoda y débil que habrían de justificar.

Por último los empresarios catalanes decididos a hacer sentir todo su poder a los obreros, rompieron las Comisiones Mixtas. Entre la primera reunión de las Comisiones mixtas y la segunda, tuvo lugar el Segundo Congreso de la Federación Patronal y el 3 de noviembre, cuando todavía estaba en marcha la segunda reunión, declararon el primer lock-out. Fue un ensayo del que llegaría al mes siguiente, parcial, y que anunciaba lo que estaba por venir.

El 1 de diciembre se convocó el lock-out total. Todos los hogares obreros de Barcelona y otras ciudades de Cataluña, se quedaron sin ingresos. Duró más de un mes y muchos sobrevivieron gracias a la compasión de los comerciantes aunque la mayoría llegaron a la extenuación.

Así las cosas, el Comité de la Regional Catalana pidió que se suspendiera el congreso pero Buenacasa opinó que ya estaban muy avanzados los preparativos y que la necesidad que había en toda España de esta reunión estaba por encima de las dificultades de una de las regionales. El congreso siguió adelante.

Se inicia el Congreso

A pesar del impulso que dio la CRT de Cataluña para la convocatoria de la reunión, la responsabilidad del éxito o del fracaso del mismo fue del Comité Nacional, Manuel Buenacasa que era el Secretario Nacional en septiembre aunque cuando se inaugura la asamblea ya lo es Evelio Boal. De Evelio Boal Manuel Buenacasa dijo que fue el auténtico organizador y el alma de la reunión. Junto a ellos estuvieron José Casas, Domingo Martínez, Juan Puig, Francisco Botella, José Vernet y Vicente Gil. 

Merece la pena observar el peso que tuvo a lo largo de todo el Congreso la Delegación de Asturias y en especial Eleuterio Quintanilla, voz sosegada y alejada de las estridencias y los extremismos. Su intervención será siempre tenida en cuenta y, aunque no se aprueben sus sugerencias, indudablemente quedan recogidas en matizaciones que luego se aprueban. Y convendría recordar que la Regional asturiana era la que mejor funcionaba y en donde la cooperación entre UGT y CNT había fructificado en numerosas huelgas ganadas, por tanto tenían un merecido prestigio.

El número de obreros representados  fue de 699.369, adheridos federados, y 56.732 no federados. En total se hallaron representados 756.101 trabajadores, según las memorias del Congreso. Una desviación a la baja de los pretendidos 800.000 cenetistas de acuerdo a lo que decía el mismo Comité Nacional. Es interesante reparar en los 56.732 representados que no estaban federados porque nos informan de la flexibilidad que había en esta clase de convenciones en aquel momento.

También es importante reparar que de Cataluña se llevaba la representación de 433.746 obreros, de los cuales 246.487 estaban en Barcelona. Muchos menos pertenecían a la Federación de Levante, la segunda más numerosa. Y mucho más atrás se encontraba Andalucía, la tercera en representación.

Asistieron 437 delegados. Muchos iban en nombre de más de un sindicato. Nos ha llamado especialmente la atención el caso de Juan Peiró. No hemos hecho el recuento pero pensamos que llevaba la representación de casi todos los sindicatos de vidrio, como ejemplo queremos citar el de Valdemorillos, localidad vallisoletana, porqué fue el primero en el que reparamos. Tan solo había una mujer con representación, Josefa López, del Sindicato de Cigarreras de La Coruña, “La Nueva Aurora”, Sociedad de overas cigarreras. La presencia femenina no era muy abundante.

De Jerez de La Frontera llego la adhesión de la Asociación Femenina. No hemos podido averiguar nada más de esta agrupación, no obstante queremos recordar que Jerez de La Frontera fue un foco feminista de primera hora y muy importante en el feminismo español. Así mismo hubo adhesiones y representaciones de formaciones portuguesas.

El peso decisivo que tenía la delegación catalana salió a relucir tan solo iniciarse el congreso. Después de todo era natural. Cataluña por sí sola era el 57’36 % de la militancia anarcosindicalista que había en España. Y Barcelona supone el 56’82% de ese segmento lo que es lo mismo que decir que la Ciudad Condal era más del 30% de la Confederación. La delegación de Levante lo dirá muy claramente:

Tenemos el convencimiento de que la organización de Cataluña no se valdrá de su superioridad numérica para triunfar sobre otras organizaciones.

Desconfianza que, en mayor o menor medida, con más o menos sutileza irá apareciendo en los preliminares, cuando se están decidiendo cuestiones de orden y procedimiento. Es una desconfianza que se da entre los mismos representantes de Cataluña abrumados por la importancia numérica de Barcelona. Por ejemplo, hay diferencias cuando se designan los ponentes del tercer agrupamiento, el que se refiere a propuestas para la mejora de la vida cotidiana. Artes Gráficas pide que no esté el delegado de Barcelona al tiempo que otras federaciones quieren que esté porque, dicen, tiene una experiencia más amplia.

Otro tanto ocurrirá con el delegado de Font de Cornudella. Éste pedirá que Barcelona se abstenga, en lo posible, de opinar en cuanto hace a las relaciones internaciones y la Revolución rusa con objeto de que también puedan decir lo que piensan otras regiones. En definitiva, usando una expresión coloquial, el pez chico lucha por no ser devorado por el pez grande.

Los preliminares son aprovechados para criticar la preparación de la convocatoria. La precipitación con que se ha hecho, sin apenas tiempo para que en las regionales hayan podido debatir sobre el punto más importante de esa reunión, las federaciones. Si se compara con lo ocurrido en el Congreso de Sants no falta razón porque en aquella ocasión, hacía más de un año en que se venía debatiendo el contenido de la asamblea, aunque no hay que olvidar que si eso fue así, se debió a las muchísimas interrupciones de la vida normal que debió sufrir la Confederación catalana en ese tiempo. No obstante, no parece mucho margen convocar el encuentro con tan solo tres meses de adelanto y con un territorio tan extenso como lo es todo el territorio nacional donde también la represión está constantemente presente.

También hubo que decidir la cuestión del voto. Se decidió hacerlo según conciencia, si bien la conciencia personal del delegado se subordinó en la mayoría de casos al “mando” que le había dado su sindicato. Aún restaba otro problema, no todas las organizaciones presentes estaban federadas, en este punto se decidió que votarían conjuntamente en los puntos generales, y aparte en todo aquello relativo al funcionamiento interno de la central sindical.

Ponencias y debates

Diríamos que en los dictámenes que se presentaron a discusión se podrían distinguir tres bloques:

  1. Cuestiones organizativas. 
  2. Principios y doctrina de la CNT
  3. Relaciones externas. Y aquí hubo dos puntos: relaciones con la UGT, que también podría ser clasificada como “La unidad obrera”

      Y la actitud hacia la Revolución rusa y la Tercera internacional.

Cuestiones organizativas

Fueron estos problemas lo que urgía a la Confederación y lo que motivó la convocatoria. Como ya se ha dicho, desde 1911no había habido ninguna reunión de todo el sindicato, no había habido oportunidad de dotarse de una estructura y la necesidad se hacía sentir. Así se consideraba años después, en 1932, cuando se publican las actas, en el Prefacio se habla de congreso fundacional, señal inequívoca de la transcendencia que tuvo.

Y a pesar de ello o quizás precisamente por su importancia, todos los dictámenes sobre organización y estructura pasaron sin apenas discusión, con pequeñas correcciones como la contribución a hacer para los presos, pidiendo que fuera a la baja si bien, eso sí, sin disentir respecto a su necesidad.  

El Sindicato de Ramo o Industria era el punto más decisivo del Congreso junto a las Federaciones Nacionales de Industria. La aprobación de los sindicatos únicos no supuso ningún problema, contó con la decidida opinión favorable de Eleuterio Quintanilla quien recordó que en Asturias ya funcionaban con esa estructura que solo le había reportado ventajas.

No ocurrió lo mismo con la Federaciones Nacionales de Industria. La discusión fue viva y tuvo su protagonismo una cuestión de poder, el miedo de las federaciones existentes a perder autonomía y capacidad de decisión a favor de las nacionales. Esta posición se ve reforzada cuando algunos de los delegados se quejen de la poca eficacia de la Federaciones Nacionales pues en alguna ocasión los problemas se han resuelto acudiendo a la Federación local cuando la Nacional no ha respondido. Juan Peiró, que ya destacó en el Congreso de Sants, defendió las Federaciones nacionales y pone como ejemplo la Federación Patronal, la flexibilidad con que los empresarios saben recurrir a un tipo de organización u otro según convenga. Al final la Federaciones Nacionales fueron rechazadas por 651.473 votos en contra frente a 14.008 a favor. No se acabó aquí la idea de las Federaciones Nacionales, volvió a salir en el Congreso del Conservatorio, 12 años más tarde, en esta ocasión se aprobaron aunque en la práctica poco se hizo; cuando estalle la guerra civil, la CNT lamentará profundamente la falta de ese instrumento de organización que le hubiera permitido, decía, hacer frente a la insurrección con muchísima más eficacia.

Las obreras no merecen una especial atención hasta el punto de que tan solo se hace referencia específica a la mujer cuando se debate la cotización que se había de dedicar a los presos, su aportación será la mitad de la del hombre pero, en el caso de ser encarceladas, recibirán la misma cuota. Esto nos parece mucho en 1919. La otra mención nos parece muy expeditiva:

Queda sobreentendido que las mujeres han de pertenecer a los sindicatos, y, por ende, a sus juntas administrativas, técnicas, etc. etc. [Memoria del Congreso de la Comedia, 1932. Pág. 312]

Tal economía de lenguaje y reflexión nos desconcierta porque no sabemos si atribuirlo a una desconsideración hacia la problemática femenina que era y sigue siendo, diferente de la masculina o a que se asumía que las mujeres son iguales que los hombres sin dudas ni excepciones.

Otros factores de organización

El número de días que se dedica al Congreso permite abordar otros aspectos organizativos, entrando en el detalle de las condiciones de trabajo, afinando hasta el detalle como en el caso de los estibadores, se considera que el peso máximo que puede levantar una persona es de 60 Kg. Frente los hasta 150 que se pueden obligar a acarrear.

Reclamación importante es el número de horas que se pueden trabajar en horario nocturno sea inferior a 8. Otra puntualización importante es la regulación del horario en aquellas profesiones u oficios en lo que sea difícil ajustar la jornada a 8 horas diarias. En estos casos se reclama que el horario sea semanal de 40 horas y que las horas trabajadas de más se recompensen con días libres. Una novedad importante en relación a otros encuentros es que se admite claramente y sin discusión, la existencia de sindicatos de profesiones liberales, lo que significa aceptar a los obreros intelectuales como obreros al fin y al cabo.

Las guerra pone a prueba la ética de los obreros y la de un sindicato que se confiesa antimilitarista. Algo que iba en dirección opuesta a los intereses y necesidades de los obreros de las fábricas de armas. La resolución aprobada creemos que es realmente imaginativa:

…los trabajadores de las fábricas de armas de guerra del Estado deben ser objeto de una consideración especial por parte de la organización obrera, teniendo en cuenta la misión elevadísima que están llamados a realizar cuando el proletariado esté necesitado de ello; siendo además conveniente presentar este asunto en el primer Congreso internacional que se celebre [Memoria …, pág.174]

No se explicita cuál es esa “misión elevadísima” y la decisión en cuanto a lo que deben hacer quienes trabajan fabricando armas, se pospone a un futuro y remoto Congreso internacional. 

Los acontecimientos sociales y políticos de los últimos tiempos quedan reflejados en dictámenes referentes a las subsistencias, no solo se preocupan de los precios, también reclaman la calidad de las mismas. Son dictámenes que están influidos y condicionados por las múltiples protestas que se han vivido desde el comienzo de la guerra en 1914 y que han sido protagonizadas sobre todo por mujeres. Como también lo está la preocupación por los alquileres.

Las preocupaciones que se reflejan en estos dictámenes están centradas en las condiciones de vida y su mejora más que en el aumento de salarios. Al incorporar a sus inquietudes problemas no estrictamente laborales como son las subsistencias y los alquileres la CNT está declarando que la condición del obrero afecta a toda su vida, es una condición que no desaparece cuando se cierran las puertas de la fábrica porque la explotación no es exclusivamente laboral, todos los aspectos de su existencia están atravesados por las relaciones dialécticas entre capital y trabajo. 

El consenso respecto a estas ponencias es prácticamente unánime. En la asamblea se matiza lo que se somete a votación. No hay enmiendas sustanciales. No sucede lo mismo con los dos puntos del programa que hablan de temas extrínsecos a la Confederación. El primero es la

Unidad de la clase obrera

Bajo este epígrafe en realidad se quería decir la unidad con la UGT. A pesar de la experiencia asturiana que allí había servido para apuntarse victorias importantes, no hubo ninguna intervención que no pusiera dificultades a la unión, aunque fueran favorables a la mismas. Se intuían importantes dificultades para llevarla a cabo. 

Las dificultades empezaban ya en la misma organización de cada central sindical y sus mecanismos de acción, dicho de otra manera, la CNT no podía renunciar a la “acción directa” y no era previsible que la UGT revisase sus principios de acción. Los más optimistas mencionan el éxito indudable de la huelga general de 1916 si bien no pueden olvidar el PSOE y la “tutela” que ejerce sobre la UGT. Con todo algunas voces piden que se establezcan contactos y Evelio Boal, Secretario Nacional, informa de las gestiones hechas y los contactos habidos. Ya había habido un Congreso de la UGT, a partir de ahí se produjo el intercambio de 3 ó 4 cartas que la UGT interpretó como una negativa de la Confederación a la unificación y las publicó. Pese a ello, Boal considera que los intercambios han sido amistosos. 

Los discursos que siguen, a excepción del que hace el Delegado de la Construcción de Mieres, son muy reacios a la unión. El mismo Quintanilla critica el rechazo de la UGT a todas las propuestas que hace la central anarcosindicalista: 

De lo que se trata es de llevarnos a una política de absorción, y una política de absorción, compañeros, ha de sernos necesariamente nefasta [129].

Es necesario ir a una fusión sin condiciones y a la celebración de un congreso extraordinario entre las dos sindicales.

Pestaña, que apenas asiste a las reuniones porque está enfermo, piensa por su parte que ha de reclamarse la fusión a la UGT y esperar a ver que dice. Poco después aceptará que haya un Congreso. Al final la proposición aceptada es la que hace Valero, de la Federación de Barcelona: ir a la absorción de la UGT, que ésta ingrese en la CNT y si en tres meses no acepta, declararla amarilla.

Las intervenciones son agrias. Hay un fantasma que planea sobre La Comedia, un hecho que la CNT no puede olvidar. Después de la huelga de agosto de 1917, el Comité de huelga de la UGT es encarcelado. Al poco hubo elecciones y los ugetistas presos se presentaron en la confianza de que si consiguen ser elegidos, obtendrán la libertad, y así ocurre. La CNT en aquella convocatoria pidió a sus afiliados que votasen al PSOE, contraviniendo uno de sus principios, no participar en la política de partidos y electoralista. Poco después de obtener la libertad, en mayo de 1918, Indalecio Prieto hace unas declaraciones que encienden a la familia anarcosindicalista. Según Prieto, el hubiera podido hacerse con Bilbao en una hora pero prefirió no dar la orden de atacar a las fuerzas armadas. Estas declaraciones no pudieron tener peor acogida entre los cenetista y harán que la desconfianza se instale entre las dos sindicales. Nunca más se recuperará el clima de entendimiento que había dominado en 1916.

Relaciones con el exterior

Se expuso la necesidad de convocar un congreso internacional sindical en el que se fundase una nueva internacional sindicalista. El dictamen se aprobó sin que se hiciera ningún comentario. 

El meollo estuvo en qué actitud oficial tomar ante la Revolución rusa y la situación que allí se vivía. El dictamen que se presenta a aprobación, largo, en su primer punto dice literalmente:

1º Que el segundo Congreso de la Confederación Nacional del Trabajo se uniera incondicionalmente a la Revolución rusa, apoyándola por cuantos medios morales y materiales estén a su alcance.

En dictamen aparte se habla de de la Tercera Internacional y dice literalmente:

«Considerando, por ultimo, que la Tercera Internacional, aun adoptando los métodos de lucha revolucionarios, los fines que persiguen son fundamentalmente opuestos al ideal antiautoritario y descentralizador en la vida de los pueblos que proclama la Confederación Nacional del Trabajo en España, estima que debe procederse a la convocación del Congreso Internacional propuesto en el tema 53 en España, y en él acordar, después de examinar detenidamente la situación del proletariado mundial, la constitución de una Internacional Sindicalista, puramente revolucionaria, cuyo fin sea la implantación del comunismo libertario”

El debate que siguió a la lectura de ambos dictámenes fue vivo y probablemente el más apasionado de aquellos días. No hay que olvidar que la CNT se define como pacifista y de acuerdo con este principio ha actuado durante toda la guerra. Pero Rusia está siendo atacada por una coalición de fuerzas capitalistas, qué hacer. Pensamos que Buenacasa acierta al decir que no se puede aceptar el enfrentamiento que hay en Rusia y que hay que boicotear los suministros a la coalición internacional al tiempo que se emprende una campaña para que el gobierno ruso sea reconocido internacionalmente.

En el mismo sentido habla Quintanilla: se ha de proclamar la simpatía por la revolución rusa y no se ha de permitir que los capitalistas del mundo cierren, son un cordón de muerte, el paso al desenvolvimiento de esa revolución.

Si nos paramos a reflexionar encontramos dos actitudes claramente diferentes entre ambos dictámenes, La oposición a la Tercera Internacional ,es clara , “los fines que persiguen son fundamentalmente opuestos al ideal antiautoritario”. En cambio respecto a la Revolución se pide “apoyo”, algo suficientemente ambiguo para que quepa todo. En la discusión, que ya hemos dicho fue apasionada, con frecuencia los delegados van a confundir Revolución y Tercera Internacional. 

La defensa más apasionada de la revolución bolchevique y de la entrada de la CNT  en la Tercera Internacional corrió a cargo de Hilario Arlandís. 

La legitimidad de la Revolución rusa, si ésta responde a los objetivos y aspiraciones de los anarquistas y por tanto hay que defenderla y sumarse a ella o, no responde y entonces se puede defender como la primera revolución socialista sin aceptarla por no corresponder con los anhelos de la sindical española. 

Otro caso era la Tercera Internacional. Fracasada la Segunda Internacional después de demostrarse que no había servido para atajar la guerra, los bolcheviques habían fundado la Tercera Internacional y se presentaba el problema de ingresar o no en ella. Tanto en el congreso como en la bibliografía posterior hay una confusión constante en torno a dos temas que vemos como independientes y todavía está por sumarse otra confusión, la Sindical Roja o Profintern pero eso queda fuera de este artículo. 

Continuamos con el desarrollo del Congreso y la intervención de Arlandís, donde nos habíamos quedado. Arlandís está convencido de que la sindical únicamente tiene una salida, entrar a formar parte de las sindicales comunistas y aceptar el comunismo soviético y así lo defenderá en todas las reuniones hasta que en el Congreso del Conservatorio de 1931, se le expulsó de forma inmediata, sin esperar ni a las conclusiones en una decisión singular.

Lo cierto es que Arlandís no encuentra mucho apoyo, solo Peñalva, de la Federación Nacional de Empleados Particulares y que se confiesa socialista, piensa que se ha de ingresar en la Tercera Internacional.

El relieve que ha tomado el asunto de la Revolución rusa para la CNT se demuestra cuando Seguí haga su única intervención en este congreso. Para Seguí se ha de admirar los hechos rusos y han de servir para sacar aquí lecciones y consecuencias por más que la Revolución rusa no es la realización de nuestros métodos, de nuestras prácticas, de nuestras doctrinas sindicalistas[Memoria…,368] 

Además considera que el Estado no ha de determinar el funcionamiento económico del nuevo estado en una intervención confusa porque no es capaz de encontrar una expresión que substituya a Estado (ejemplo de lo difícil que es la organización de la sociedad).Éste ha sido el error inicial de Rusia, éste ha sido el error inicial de Alemania [Memoria…, 369]

Es una frase relevante, muy relevante, el Comité catalán no está mirando exclusivamente a Rusia. No olvida las lecciones de enero de este mismo 1919, cuando parecía que la revolución iba a triunfar en Alemania, en el país donde se creía que era más factible. A nosotros nos demuestra una visión de dirigente, de líder.

También se refiere a la Tercera Internacional y es necesario subrayar que todos los presentes coincidían en dar por muerta a la Segunda Internacional:

(…) somos partidarios de entrar en la Tercera Internacional y somos partidarios de entrar en la Tercera Internacional porque esto va a avalar nuestra conducta en el llamamiento que la Confederación Nacional del Trabajo de España va a hacer a las organizaciones sindicadas del mundo para constituir la verdadera, la única, la genuina Internacional de los trabajadores[370-371]

No hubieron más aportaciones relevantes y Buenacasa leyó la resolución final:  

1º Que el Segundo Congreso de la Confederación Nacional del Trabajo se uniera incondicionalmente a la Revolución rusa, apoyándola por cuantos medios morales y materiales estén a su alcance.

2º Que a este fin debe empezarse por organizar intensamente los ramos del Transporte Terrestre y Marítimo por considerar que estos Sindicatos son en las organizaciones el arma más apropiada que los obreros hemos de esgrimir e impedir la exportación a los países bloqueadores como el español, que es cooperador 

3º Que a la vez de aquella organización se lleve en conjunto una intensa campaña a fin de hacer comprender a la clase obrera la nobleza y santidad por que luchamos.

4º Que si se acuerda la celebración del Congreso Internacional, sea la Confederación Nacional del Trabajo quien plantee a discusión el acuerdo tomado, como gestiones nacionales e internacionales que hayan realizado en este sentido con los trabajadores del mundo [ELORZA, A.: “El Congreso de la Comedia de 1919”. Revista del Trabajo, 1972. Coincide literalmente con los documentos publicados por la CNT en 1932].

Por lo que hace a la adhesión de la Confederación del Trabajo a la Tercera Internacional, la resolución aprobada dice: 

            “Considerando, por último, que la Tercera Internacional, aún adoptando los métodos de lucha revolucionaria, los fines que persiguen son fundamentalmente opuestos al ideal antiautoritario y descentralizador en la vida de los pueblos que proclama la Confederación Nacional del Trabajo en España, estima que debe procederse a la convocación [sic] del Congreso Internacional propuesto en el tema 53 en España, y en él acordar, después de examinar detenidamente la situación del proletariado mundial, la constitución de una Internacional Sindicalista, puramente revolucionaria, cuyo fin sea la implantación del comunismo libertario” (ELORZA, A., 1972) 

Por último, y quizás ésta sea la prueba más evidente de cómo han cambiado las cosas y las inquietudes desde julio de 1918, momento en el que tuvo lugar el Congreso de Sants, y donde no se dedica a Rusia ni una línea, todavía hay más decisiones que se toman, reafirmando el carácter inequívocamente anarquista de la Confederación: 

“Al Congreso:

            El comité Nacional, como resumen de las ideas expuestas por los diferentes compañeros que han hecho uso de la palabra en la sesión del día 17, con referencia al tema de la Revolución rusa, propone lo siguiente:

            Primero. Que la Confederación Nacional del Trabajo se declare firme defensora de los principios que informan a la Primera Internacional, sostenidos por Bakunin.

            Segundo. Declara que se adhiere,  provisionalmente, a la Tercera Internacional, por el carácter revolucionario que la preside, mientras se organiza y celebra el Congreso Internacional en España que ha de sentar las bases por que ha de regirse la verdadera Internacional de los trabajadores.-El Comité Confederal”

Se hace  referencia a Bakunin porque tanto el anarquista ruso como su ideología han salido en el debate y se ha argumentado que los principios de la Revolución rusa están lejos de la doctrina bakuninista que siempre ha fundamentado el anarquismo español, desde sus inicios y continuará haciéndolo porque en ningún momento se reniega de esta doctrina. El ingreso en la Tercera Internacional siempre fue visto como algo provisional “se adhiere, provisionalmente, a la Tercera Internacional”. Una internacional a la que no se le acaba de reconocer legitimidad porque esa adhesión duraría tanto como lo que se tarde en fundar “la verdadera Internacional de los trabajadores”. En definitiva que la relación de la CNT con la revolución rusa fue circunstancial, nunca fue reconocida como la auténtica revolución proletaria.

Antes de acabar con este tema es interesante observar el comportamiento de Andreu Nin porque, igual que Paulino Díez, evolucionará hacia el marxismo y tendrá un trayectoria destacada y propia. Interviene cuando ya todos estos dictámenes han sido aprobados y lo hace para hablar de la Revolución rusa y adherirse sin reservas a los discursos de Quintanilla y Seguí. En cambio se confiesa partidario de la Tercera Internacional “porque ella es una realidad”. Y el caso es que lo hace cuando ya está acabando el congreso, después de aceptar que la finalidad de la CNT es llegar al comunismo libertario, en un arranque que más que dar su opinión pareciera que quería lavar su pasado de militante socialista.

Los principios

 Con la rapidez que caracteriza los acuerdos que se toman en torno a las cuestiones organizativas, se pasa por el principio de la acción directaque nuevamente se refrenda como la única táctica válida para la lucha proletaria y sindical. Posiblemente ni siquiera hubiera sido traído a discusión de no ser por la participación bien reciente y totalmente infructífera de la CNT en las Comisiones Mixtas. Lo que podía haber sido una tormenta se acaba soslayando y calificándolo de desliz.

Al final del Congreso se aprueba una propuesta de definir la meta final de la CNT y ésta no es ni más ni menos que el comunismo libertario. La declaración se aprueba por unanimidad. De hecho esta declaración siempre se había sobrentendido en la CNT, aunque no existiera una declaración expresa y aunque en el sindicato, donde desde el primer momento habían convivido diferentes ideologías, el anarquismo había sido mayoritario desde un primer momento. Uno no puede menos de preguntarse ¿por qué ahora? No estaba en el orden del día y no figuraba entre las propuestas que se hicieron a la mesa al principio del Congreso. La propuesta entró en el último momento y estaba firmada por 24 dirigentes entre los cuales hallamos pesos pesados del mundo anarcosindicalista español. Ésta es la lista:

Eusebio D. Carbó / Paulino Díez / Antonio Jurado / Enrique Sarnelly / Simón Piera / Mateo Mariné / Enrique Aparicio / Diego Larrosa / Vicente Barco / E. Molina / Emilio Chivinello / Juan José Carrión / Manuel Liza / Francisco Botella / Ángel Pestaña / Román Cortés / Mauro Bajatierra / Evelio Boal / Domingo Martínez / Francisco Puig / José Vernet / Vicente Gil / Manuel Buenacasa.

Lo firma Buenacasa de quien muchas veces se ha dicho que estaba influenciado por la revolución bolchevique lo que entra en contradicción con su firma al final de esta declaración.

No lo firma Seguí. ¿Puede ser ésta una razón por la que con el tiempo se le acusará de “político”? Y en cambio encontramos a Paulino Díez, antes de diez años será un dirigente destacado del Partido Comunista. La vida da muchas vueltas.

La propuesta y la urgencia con la que se presentó solo se explica si se tiene en cuenta como se habían desarrollado las sesiones en torno a la unión con la UGT y, muy especialmente, la actitud ante la Revolución rusa y la entrada en la Tercera Internacional, por más que este ingreso sea solo provisional. Seguro que la pasión que despertó y se vio reflejada (nosotros leemos lo que se dijo pero no oímos cómo se dice, la pasión o la desgana con que se interviene) en la sala despertó las alarmas entre aquellos que más se identificaban con las doctrinas anarquistas. Alguien puede pensar que hay nombres que no responden a la consideración de anarquista estrictamente hablando como sería el caso de Pestaña. Pestaña en esos años está haciendo una transición desde posiciones más “puras” hacia el anarcosindicalismo, recordemos que hace poco más de 5 años que ha regresado a España y se ha instalado en Barcelona apadrinado por Tomás Herreros. Se debió considerar que hacía falta poner un cortafuegos ante algunas veleidades.

CONCLUSIONES

La reunión no fue una balsa de aceite, sobre todo si comparamos la Comedia con el congreso de la calle Vallespir. Los temas organizativos, de estructura y que se refieren al funcionamiento interno de la Confederación, pasan sin muchos problemas, algunas rectificaciones, pequeños detalles y matices. Muchos de los dictámenes presentados ponen de relieve la incidencia que los acontecimientos han ido teniendo en la evolución de los sindicatos. Como ya hemos dicho, la atención que merecen problemas no estrictamente relacionados con la fábrica o el lugar de trabajo, indican una aceptación, no explícita, de que las contradicciones capital-trabajo se extienden más allá de la pura relación contractual y aparecen en toda la vida de los obreros.

Así mismo se acepta que esas contradicciones están presentes en las relaciones de todos los que dependen de su esfuerzo y han de vender su fuerza de trabajo aunque ésta fuerza no sea física y por primera vez se incluye sin tapujos a los trabajadores intelectuales. 

Estas opiniones, más bien convencimientos, comunes y tan mayoritarios dentro del sindicato pensamos que están en la base de su fuerza y su permanencia en el tiempo y su presencia en territorios con un nivel de desarrollo tan diferente como Andalucía y Cataluña, porque la unidad no forzada siempre refuerza el convencimiento y atrae a quien se encuentra fuera del grupo.

Conflictivos, muy conflictivos son los debates en torno a la unión del proletariado español junto con la relación con Rusia y la Tercera Internacional. Ambos dictámenes tienen en común el hecho de que podrían obligar a renunciar a principios básicos del anarquismo que alimenta más del 90% de la doctrina anarcosindicalista que ya es la que sustenta la CNT: el rechazo al estado y la acción política, entendida como la política parlamentaria y de partidos. Cualquiera de las dos cosas desvirtuaría aquello en lo que siempre se ha creído en la mayoría de la CNT.

El Congreso se desarrolla en medio de una situación especialmente difícil, sobre todo en Cataluña. Mientras tiene lugar, la patronal de la construcción de Madrid declara el lock-out y en los dos años siguientes las cosas no harán sino empeorar. A los  delegados barceloneses a su vuelta los recibirá una ciudad sometida a un lock-out brutal que buscaba cercar la clase obrera por medio del hambre y la miseria. Clandestinidad volvió a ser el nombre del lugar en el que vivieron los anarcosindicalistas en ese período, asediados además por las dificultades de encontrar trabajo porque los amos hicieron listas negras y habían nombres señalados a los que se les cerraron todas las puertas.

Los atentados y el terrorismo que ahora definimos como pistolerismo continuaron afectando a obreros y señores si bien los obreros pusieron más muertos en la cuenta que los señores. Murió Seguí, el “Noi de Sucre”, mal escritor pero el que sabía pensar en todo, el gran dirigente. La burguesía conseguirá en Barcelona algo que no ha dejado de reclamar desde enero de 1919, que el gobernador Militar, Severiano Martínez Anido, pase a ser gobernador civil, y que se apruebe la indigna ley de fugas, indigna sobre todo en la forma de aplicarla, Evelio Boal, el Secretario Nacional de la Confederación, fue una de sus víctimas.

En 1922 la situación mejoró de nuevo, claro que año y medio más tarde llegó la Dictadura de Primo de Rivera. Un largo desierto que la CNT atravesó para resurgir con más fuerza en 1931. Hay que ser muy fuerte para resistir tantos años de silencio.

Había que llevar la adhesión de la CNT a la Tercera Internacional. Hay que reconocer que les crea inquietud, morbo. Se envían tres personas, Salvador Quemades, Eusebio C. Carbó y Ángel Pestaña. Como es bien conocido, solo Pestaña llegó a Rusia y la impresión que trajo de la Revolución fue de decepción. En el viaje de vuelta se paró en Berlín y allí llegaron al acuerdo de fundar una internacional sindicalista él, Alfred Souchy, alemán, y Armand Broghi, italiano. Cuando hubo el paréntesis de 1922 que permitió a la CNT volver a una vida normal, Pestaña tuvo el tiempo justo de presentar su informe y que la CNT se echara atrás de su decisión de unirse a la Tercera Internacional cambiando su adhesión a la nueva Internacional sindicalista que acababa de crearse en Berlín.

Los demás acuerdos quedaron mucho tiempo suspendidos. Había mucho trabajo por hacer, se intentó seguir a pesar de la clandestinidad pero era imposible un desarrollo normal. En esos años los problemas se enquistaron y se fueron pudriendo, cuando la Confederación vuelva a reunirse, los sentimientos son mucho más violentos y las relaciones más tormentosas..

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[1]  J. Castellví fue un obrero condenado por la Ley de Jurisdicciones. La organización siempre creyó en su inocencia y fueron diversas las campañas que se hicieron para lograr su puesta en libertad pero el Estado se mostró especialmente severo en este caso.

Imagen destacada: Salvador Seguí, Ángel Pestaña, Simón Piera y Mauro Bajatierra. Septiembre de 1919.

3 comentarios

  1. Paulino Díez nunca se hizo ‘dirigente comunista’. Siguió siendo anarquista o como dice en sus memorias «un anarcosindicalista de acción».

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