Boris Vian (1920-1959) de carácter y vocación inconformista, provocadora, surrealista, polímata y anarquizante fue novelista, cuentista, dramaturgo, actor, poeta, músico de jazz, crítico musical, cantautor, pintor, dibujante, ingeniero, guionista, periodista, traductor, asiduo tertuliano en los cafés de Saint-Germain (el Café des Deux Magots y el Café de Flore), organizador de bacanales y enfermo del corazón. Era un artista bohemio, especializado en escandalizar al burgués medio francés.
Utilizó numerosos heterónimos, como Vernon Sullivan, Boriso Viana, o los anagramas Baron Visi, Brisavion, Navis Orbi o Bison Ravi, entre otros. Escribió teatro, letra y música de canciones, una ópera, cuentos y novelas. Tanto sus diez novelas como sus actuaciones jazzísticas con la trompeta fueron muy admiradas.
Fue un estudiante excepcional, aunque sus intereses giraban en torno al jazz y las fiestas. A los veinte años, participó en una orquesta amateur de jazz junto a sus hermanos, que interpretab principalmente obras de autores estadounidenses.
En 1941, se casó con Michelle Léglise-Vian (1920-2017), con quien tuvo dos hijos, Patrick Vian (1942- ) y Carole Vian (1948-1998).
Obtuvo el título de ingeniero en 1942, y un año después escribió sus primeras novelas: Trouble dans les Andains y Vercoquin y el plancton. En esta última se reflejaban algunas de sus actividades personales, especialmente el de la organización de bacanales, bautizadas como surprise parties.
En los años siguientes, multiplicó sus intereses. Además de novelas, comenzó a escribir cuentos, algunos publicados en la revista Les Temps Modernes, dirigida por Sartre, donde también escribió crónicas y críticas sociales. En el periódico Combat, dirigido por Camus, abordó la crítica musical de jazz. En 1946, publicó dos novelas: La espuma de los días y El otoño en Pekín. Ese mismo año publicó, además, su primera novela negra: Escupiré sobre vuestras tumbas (J’irai cracher sur vos tombes), firmada con el heterónimo de Vernon Sullivan, supuesto escritor negro estadounidense, aunque su nombre real figuraba como traductor de la obra. Sus siguientes novelas negras fueron censuradas por su desenfrenado uso de violencia y sexo, consiguiendo así mayor notoriedad y ventas. Tras años de procesos judiciales contra el supuesto autor y su editor, Boris Vian tuvo que reconocer su autoría y fue condenado a pagar una multa de cien mil francos por «ultraje a las buenas costumbres». Mientras tanto, había escrito otras tres novelas negras, publicadas con dicho heterónimo: Todos los muertos tienen la misma piel (Les morts ont tous la même peau), Que se mueran los feos (Et on tuera tous les affreux) y Con las mujeres no hay manera (Elles se rendent pas compte).
La crítica se mostró molesta y ofendida por la impostura de Boris Vian, y a partir de ese momento recibió numerosos ataques y desacreditaciones sin fin, no sólo de las novelas firmadas como Vernon Sullivan, sino de toda su obra.
Además de frecuentar a la intelectualidad existencialista, enseñoreada en aquellos tiempos del barrio de Saint-Germain-des-Prés actuó como guía y presentador de los grandes del jazz, como Duke Ellington, Miles Davis y Charlie Parker.

Abandonó su profesión de ingeniero y se dedicó a traducir novelas negras (esta vez de autores reales) y a dar conferencias sobre temas diversos, entre otras múltiples actividades. En 1950, publicó La hierba roja, de carácter autobiográfico; una de sus mejores novelas.
Luego sobrevinieron varios fracasos literarios, sobre todo con la publicación de El Arrancacorazones. Boris Vian abandonó entonces la narrativa y se dedicó a otras artes: compuso una ópera (El caballero de las nieves) y varias canciones, con las que llegó a grabar un disco y a organizar una gira. Una de sus canciones volvió a provocar el rechazo de la crítica y el escándalo público: “El desertor”. Esa canción instigaba a no cumplir con el servicio militar, en un momento en el que el Estado francés había iniciado guerras coloniales en Argelia e Indochina.
En 1952 se divorció y en 1954 se casó con Úrsula Vian Kübler.
El 11 de mayo de 1953 (o 22 de Palotin de 80), el Colegio de Patafísica le nombró «Sátrapa Trascendente». Asimismo, adquirió en esa misma fecha la condición de «Promotor Insigne» de la Orden de la Gran Gidouille.
En 1955, inició una nueva actividad como asesor en la discográfica Philips y responsable del catálogo de jazz. Poco después fue nombrado director artístico de la compañía. Al año siguiente, actuó en varios films, uno de las cuales ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Su salud empeoró gravemente, por lo que se vio obligado a guardar períodos de largo reposo, aunque nunca dejó de elaborar canciones e intervenir como actor en varios films.
Boris Vian vendió los derechos de su novela Escupiré sobre vuestras tumbas para hacer un film. Aunque al principio se encargó del guion, las violentas controversias con la productora, el director y el guionista, hicieron que Vian quedara fuera del proyecto. Asistió de incógnito al preestreno del film, acompañado de varios amigos. Falleció de un infarto fulminante durante la proyección del film.
El desertor
Señor Presidente
Le escribo una carta
Que quizás leerá
Cuando tenga tiempo
Acabo de recibir
Mis papeles militares
Para ir a la guerra
Antes del miércoles por la noche.
Señor Presidente
No quiero hacerlo
No nací para eso
Para matar a la pobre gente
No quiero que se enfade
Pero debo decirle
Que he tomado mi decisión
Voy a desertar
Desde que nací
He visto morir a mi padre
He visto marchar a mis hermanos
Y llorar a mis hijos
Cómo ha sufrido mi madre
Ya está en su tumba
Y se burla de las bombas
Y se ríe de los versos
Cuando estaba encarcelado
Me han robado mi mujer
Me han robado el alma
Y mi querido pasado
Mañana, muy temprano,
Cerraré la puerta en las narices
de los años muertos
Y me lanzaré a los caminos
Mendigaré mi vida
Por las carreteras de Francia
De Bretaña hasta Provenza
Y le diré a la gente
Que no obedezca
Que no lo haga
No vayáis a la guerra
Negaos a partir. Negaos a hacerlo
Si hay que derramar la sangre
Que ellos den la suya
Usted es buen apóstol
Señor Presidente
Si me persigue
Avise a sus gendarmes
Que voy armado
Y que sé disparar
LE DÉSERTEUR
Monsieur le Président
Je vous fais une lettre
Que vous lirez peut-être
Si vous avez le temps
Je viens de recevoir
Mes papiers militaires
Pour partir à la guerre
Avant mercredi soir
Monsieur le Président
Je ne veux pas la faire
Je ne suis pas sur terre
Pour tuer des pauvres gens
C’est pas pour vous fâcher
Il faut que je vous dise
Ma décision est prise
Je m’en vais déserter
Depuis que je suis né
J’ai vu mourir mon père
J’ai vu partir mes frères
Et pleurer mes enfants
Ma mère a tant souffert
Elle est dedans sa tombe
Et se moque des bombes
Et se moque des vers
Quand j’étais prisonnier
On m’a volé ma femme
On m’a volé mon âme
Et tout mon cher passé
Demain de bon matin
Je fermerai la porte
Au nez des années mortes
J’irai sur les chemins
Je mendierai ma vie
Sur les routes de France
De Bretagne en Provence
Et je dirai aux gens:
Refusez d’obéir
Refusez de la faire
N’allez pas à la guerre
Refusez de partir
S’il faut donner son sang
Allez donner le vôtre
Vous êtes bon apôtre
Monsieur le Président
Si vous me poursuivez
Prévenez vos gendarmes
que je porte des armes
et que je sais tirer.
Los dos últimos versos en versión pacifista :
que je n’aurai pas d’armes
et qu’ils pourront tirer
Cronología esencial:
7 mayo 1954: La canción “El desertor” fue registrada en disco el mismo día de la derrota francesa en Dien–Bien–Phu.
1 de noviembre de 1954: inicio de la Guerra de Argelia.
5 de julio de 1962: Independencia de Argelia
La canción de “El desertor” fue prohibida hasta 1962.
Marcel Mouloudji, amigo de Boris Vian, propuso estos cambios para burlar la censura:
Monsieur le Président : «Messieurs qu´on nom grands!»
Ma décision est prise, je m´en vais déserter: «les guerres sont de bêtises, le monde en a assez»
Y los dos últimos versos, que convertían una canción insurreccional en una canción pacifista.
Donde la versión original decía:
Que voy armado
Y que sé disparar
La versión pacifista decía:
Iré desarmado
Y me podrán disparar
La versión no censurada puede oírse en la rasgada voz de Marc Robine, aquí:
La versión castrada y dulcificada puede escucharse interpretada por Joan Baez, aquí: