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Companys ordenó el bombardeo de Barcelona

Lluís Companys, segundo presidente del Gobierno de la Generalidad de Cataluña, ordenó el bombardeo de Barcelona

Prefacio:

La documentación existente es irrefutable. Por esa misma razón, se ignora descaradamente, como si no existiera e incluso como si no hubiera sido publicada ya en varios libros, cuando por fin se consiguió arrancarla de la oscuridad incierta de los archivos para mostrarla, cegadora, a la lectura de quien quiera conocer lo realmente sucedido. Quien crea que la corrupción generalizada e institucionalizada en la sociedad catalana no afectó al sector cultural es un iluso. Veintitrés años de captación del tres por ciento por la mafia familiar y clientelar de los Pujol, desde la Degeneralidad, no se limitó solo al mundo financiero, empresarial e inmobiliario, o a la contratación de Obra Pública. El fraude lo impregnó todo, y a muchos. La censura, la manipulación y la infamia, también.

Los últimos diez años han sido una década perdida, tanto en el plano económico como cultural. No era ni es posible el debate, solo la confrontación sectaria e identitaria.

Las obras del Palau de la Música, mafia mediante, se han pagado por triplicado. Se ocultan o extravían papeles y legajos en los archivos, quizás porque un hagiógrafo decidiera un día llevárselos a su casa, no fuera que otro investigador rebatiera documentalmente su libro de glorificación del Santo Mártir de la Patria, y, muchos años después, ya fallecido el autor del martirologio, hoy, esos papeluchos son ilocalizables.

Por otra parte, prestigiosos académicos se prestan a la descarada manipulación de inapelables documentos para hacerles decir lo contrario de lo que dicen, como sucede con los más destacados popes de las escuelas académicas neoestalinista y catalanista.

Josep Maria Solé Sabaté, siervo agradecido, en 2003 se sacó de la chistera 121 presidentes de la Generalidad a demanda del muy mafioso y Muy Deshonorable Jordi Pujol. Y, hoy, casi todo el mundo acepta que el señor Aragonés es el 132 presidente, en lugar del undécimo. Quizás sería mejor menos presidentes, pero mejores; o suprimir el cargo.

Se ningunean o malinterpretan textos con plena consciencia del fanatismo aplicado: y no pasa nada, porque nadie se da por enterado. El mejor método de la censura académica y universitaria es siempre el mismo: el desconocimiento, el silencio y la inopia. Quienes debieran conocer, ignoran; y eso les convierte en memos. ¡Qué tiempos estos, tan favorables a la mentira y el engaño!

Exposición de lo sucedido en mayo de 1937:

Los Hechos de Mayo se iniciaron, sin duda alguna, como respuesta de los comités de defensa de los barrios a las constantes provocaciones de estalinistas y gobierno de la Generalidad, y muy concretamente al intento de asalto del edificio de la Telefónica, con el objetivo de imponer un delegado de la Generalidad que terminara con el control obrero CNT/UGT. Y esa respuesta sólo fue posible porque los comités de barrio desbordaron a los comités superiores cenetistas. Lluís Companys, segundo presidente del Gobierno de la Generalidad, tras el asesinato de Sesé, había dado órdenes de bombardear todos los edificios y cuarteles ocupados por la CNT, según un plan trazado por el estalinista Del Barrio; pero Sandino se negó, considerando que estaba a las órdenes del gobierno de Valencia. Mientras tanto, los comités superiores libertarios consiguieron encauzar de nuevo a los comités de barrio e imponerles el alto el fuego.

A continuación exponemos y explicamos cinco documentos distintos, que certifican cómo y porqué Lluís Companys ordenó el bombardeo de Barcelona durante las Jornadas de Mayo de 1937.

Documento número 1:

En la Crónica diaria de la Generalidad de Cataluña del 5 de mayo de 19371, se dice y afirma:

Al dirigirse al mediodía en automóvil a tomar posesión del cargo de consejero, el señor Antonio Sesé, fue asesinado a tiros de pistola por unos desconocidos. A causa de la agresión resultaron también muertos los dos agentes de policía que le acompañaban.

La triste nueva, al ser conocida, produjo en toda la ciudad honda emoción.

A causa de la muerte del señor Antonio Sesé, fue designado para sustituirle en el Gobierno de la Generalidad, en representación de la UGT, el señor Rafael Vidiella.

El Gobierno de la Generalidad quedó, pues, constituido de la siguiente forma:

Presidencia: Lluís Companys.

Consejeros: señores Carles Martí Feced (ERC); Rafael Vidiella (UGT); Joaquim Pou (URC); Valerio Mas (CNT).

Documento número 2:

La muerte de Antonio Sesé suscitó estas notas2, escritas por Companys de su puño y letra, dirigidas aTarradellas:

1. Presidente de la Generalidad comunica a Presidente Consejo asesinato Secretario UGT camarada Sesé, y escolta, cuando iba posesionarse cargo consejero. Situación gravísima. Urge enviar refuerzos pedidos, aviación y demás. Ruego contestación rápida.

Nada más.

2. Amic Terradellas: Crec que s´ha de radiar aquella nota perquè Defensa dona ordres (hi ha allí en Xena) i ademés la Telefónica no dona comunicacions per fora i no tenim altre mitjà de comunicació.

3. Amic terra: Me sembla que aquella nota que he escrit per a la radio, se tindrà de totes maneres que donar, puig si después se n´ha de donar una altra ya la donarem

¿No te sembla?

En tot cas diguis tu mateix que pot radiarse – si te sembla -.

[Traducción notas 2 y 3 del catalán al castellano:

2. Amigo Terradellas: Creo que se ha de radiar aquella nota, porque Defensa da órdenes (está allí Xena) y además Telefónica no da comunicaciones para fuera (de Barcelona) y no tenemos otro medio de comunicación.]

3. Amigo Terra: me parece que aquella nota que he escrito para la radio, se tendrá de todas formas que dar, pues si después se ha de dar otra ya la daremos

¿No te parece?

En todo caso di tú mismo que puede radiarse – si te parece –.]

Documento número 3

Antonio Sesé, secretario de la UGT en Cataluña, escribió una carta a Companys3, en la que le apremiaba la convocatoria extraordinaria e inmediata del Consejo de la Generalidad, ante la gravedad de la situación existente. Sesé denunciaba “la ocupación militar por elementos de la FAI, de Puigcerdá y toda la parte norte de Cataluña con la participación activa de elementos destacados que tienen responsabilidades de gobierno”, que impide “la libre circulación de la carretera de Barcelona a Puigcerdá”. Explicaba Sesé que se ninguneaba al cuerpo de Carabineros, se favorecía la “exportación de capitales por parte de elementos destacados de la CNT”, se represaliaba a los trabajadores ugetistas en las fábricas metalúrgicas de Barcelona, “para forzarlos a ingresar en la CNT”, se practicaba el bandolerismo en el campo catalán, y se propugnaban atentados personales contra Rodríguez Salas, Comorera “y el cobarde asesinato realizado esta mañana en la persona de nuestro camarada Roldán Cortada”. Concluía que era urgente tomar medidas adecuadas.

Sesé proponía que el Consejero de Defensa y el de Seguridad Interior retiraran “a las fuerzas de la FAI y otras fuerzas no regulares de las fronteras, desarmándolas”, bajo amenaza de que la UGT retiraría a sus representantes del Gobierno, si no se procedía inmediatamente a la ocupación de la Cerdaña por las fuerzas de orden público, como primer paso para luego acabar con las coacciones contra los trabajadores ugetistas y con el bandolerismo que azotaba el campo catalán.

Antonio Sesé, secretario catalán de la UGT, estaba exigiendo al gobierno de la Generalidad que acabara inmediatamente con el dominio de la FAI en la Cerdaña.

Documento número 4

A la una y veinticinco de la madrugada, Vidiella envió un teletipo4 que comunicaba el plan elaborado por José del Barrio5 para acabar con los disturbios de Mayo de 1937, bombardeando Barcelona, como exigía Companys desde la muerte de Sesé:

7 Mayo 1937. A la 1,25.

Presente Alcubierre6.

Presente Camarada Vidiella.- Orden del Camarada del Barrio.- Dice así:

Situación Barcelona muy grave. Debe trabajarse para que se prepare aviación y bombardee cuando nosotros avisemos, los Escolapios, Plaza de Toros Monumental, Cocheras tranvías Campo Sagrado, Cuarteles de San Andrés, Pueblo Nuevo, Pedralbes, y el Hotel del Reloj nº 1 de la Plaza de España7. La actuación de la aviación es de absoluta necesidad hoy por la madrugada (estamos ya a siete). Nosotros comunicaremos por radio si es precisa su presencia y sobre dónde, diremos conviene tal o tales sitios y eso debe ser suficiente para entender. Necesitamos además que se nos envíe por medio de la aviación municiones que deben ser tiradas en el Casal Carlos Marx del Paseo de Gracia. Es de absoluta necesidad munición para fusil. Fusil ametralladora de los cargadores de media circunferencia para máquina Colt. Hay que avisar que en Sabadell está el Batallón de Montaña número 3 del Ejército sin armas por haber ido en descanso. Se trata de un gran batallón de absoluta confianza y que está pidiendo intervenir. Se le puede armar por avión, ya que el campo de aviación es nuestro y Sabadell también. Si no hay otra solución mejor hay que enviar armas nuestras al objeto de que este batallón más las fuerzas que puedan agruparse marchen sobre Barcelona cuanto antes. Insistir en hacer esto con urgencia. Insistir. Por lo demás todo bien con ánimos y seguros del triunfo a pesar de los grandes inconvenientes. Saludos fraternales. Del Barrio.”

Presente Vidiella.– Dime cómo está situación frente y si has observado movimiento de tropas franquistas.-

[Del Barrio]: Bien.- Tropas anarquistas y del POUM movilizaron esta mañana con cañones de artillería, camiones blindados y ametralladoras, parapetándose en Binéfar han conferenciado con un emisario del Teniente Coronel Reyes según se me ha comunicado a las seis de la tarde regresaba nuevamente al frente, no obstante, no puedo asegurar si lo hacían en su totalidad. Esta tarde hemos interceptado una conferencia telefónica, Cuartel Albero, División Ascaso con Barbastro que decía: “Imposible dar golpe. Gobierno de Valencia nos ha ganado la mano mandando 200 camiones GN, y tenemos que acatarlo porque además tiene las comunicaciones en sus manos”.- Creo que este mensaje que me has dado de parte Del Barrio debes comunicarlo. También por Hughes8 al Teniente Coronel Reyes, campo aviación Lérida, pues éste se siente muy optimista y parece desconfía de la veracidad de nuestros comunicados, creyendo que son causa de nuestro nerviosismo, al tiempo él te podría informar mejor sobre las fuerzas que se han desplazado a Binéfar. Por mi parte la munición fusil, ya la he mandado al campo aviación. Pienso hacer igual con la otra, y si el Teniente Coronel no puede armar el Batallón Montaña en Sabadell. Remitiré yo los fusiles desarmando yo un batallón de los del frente. Todo está en la rapidez que emplee el Teniente Coronel, inmediatamente voy a ponerme en comunicación con él, pero desearía que primero lo hicieses tú.- La moral fuerzas es buena, nuestras compañías de antianarquistas están esperando el poder demostrar que son marxistas. Saludos.

[Vidiella]: Enterado, comunicaré con Comorera eso de Reyes y si lo creo oportuno celebraré conferencia con Lérida.”

Documento número 5

El lunes, 24 de mayo de 1937, el Comisario Político de las fuerzas aéreas de Barcelona elaboró un informe9 sobre los Hechos de Mayo, que presentó al Ministerio de Defensa de la República.

Señalaba como “hechos precursores” lo sucedido en “La Fatarella, Bellver y Hospitalet y las excavaciones practicadas por el hallazgo de determinados cadáveres10” que desembocaron “en el bochornoso asalto a la Telefónica, cuya toma se operó en momentos que la excitación obrera hacía crisis”. Calificaba ese asalto como “una provocación lanzada para hacer estallar aquella excitación, para satisfacer fines puramente exclusivistas”. Esto es, que se trataba de una provocación del PSUC.

Citaba, como autoridad que sustentaba su tesis, el número de La Vanguardia del 9 de abril.

Volvía al inicio de los sucesos de mayo con la toma de la Telefónica: “el día tres y con la falta de responsabilidad gubernativa que mentamos en los párrafos precedentes, se presentaban a las tres y media de la tarde11 ante el edificio de aquella empresa, tres camionetas con fuerzas del Cuerpo de Asalto, al mando del entonces Comisario General de Orden Público, Rodríguez Salas, y sin más preámbulo ni diálogo con los responsables del organismo, irrumpen en él con los fusiles encarados a todos los presentes en la parte baja del edificio, conminándoles para que se entregasen.

Apercibidos los ocupantes de los pisos superiores de lo que ocurría y vista la actitud violenta de los guardias, que desarmaban a quienes habitualmente tenían a su custodia la casa, profiriendo gritos injuriosos contra determinada organización obrera12, les instaron a que” se retirasen, “pues ellos no se entregarían” sin acuerdo sindical o intervención gubernamental “en el asunto, siendo replicados con una descarga cerrada que fue replicada en igual forma por los agredidos, todo ello en presencia del Comisario Rodríguez Salas”.

Se presentó inmediatamente “el Jefe de los Servicios de Orden Público de la Primera zona, Dionisio Eroles, intermediando entre los litigantes, rogándoles cesaran en sus violencias hasta que las sindicales, conjuntamente con el Gobierno, dilucidaran el asunto”.

Los sucesos de Telefónica, y los más absurdos rumores e inexactitudes, recorrieron la ciudad, complicando “extraordinariamente la situación”, provocando numerosas colisiones, “dando como resultado la respuesta armada de los trabajadores, que ante el hecho consumado de la guerra que se les declaraba en la calle, se vio precisado [vieron precisados] a tomar posiciones de defensa, chocando inevitablemente con las fuerzas agresoras”. Sin embargo, en cuanto las sindicales y el gobierno “dieron las consignas a seguir, como las órdenes de alto el fuego, la posición simplemente defensiva, la vuelta al trabajo, la destrucción de barricadas, etcétera, fueron cumplidas por los obreros, aunque esto significara, como sucedió, bajas en sus filas, por las pertinaces agresiones de que seguían siendo objeto”.

En una actitud absolutamente opuesta, la fuerza pública y los militantes del PSUC y, en menor número, de ERC y Estat Catalá, “sostuvieron en todo momento el fuego, a pesar de los acuerdos adoptados por la Generalidad y demás representaciones políticas y sindicales. Las barricadas levantadas por ellos subsistieron, y aún subsisten13, contrariando las disposiciones”.

El redactor señalaba la brutalidad e inmediatez de la represión estalinista, enumerando el asalto de locales, la toma de “prisioneros de guerra”, el asesinato de numerosos cenetistas, como el “de los antifascistas Berneri y Barbieri”, el control callejero armado, la ruptura de carnets cenetistas, y otros excesos.

Los estalinistas actuaron como “verdaderos incontrolados”, sin acatar las órdenes cursadas de común acuerdo por el gobierno de la Generalidad y todas las organizaciones. “Sería injusto no consignar que una buena parte de la Guardia Nacional Republicana y Guardias de Asalto, se mantuvieron en un plan de absoluta serenidad, absteniéndose de intervenir en la contienda14, que consideraban ajena a sus funciones, por su propio origen”.

En cuanto a la Aviación de Barcelona, “merecen completo elogio y respeto” por su profesionalidad. Los Jefes del Cuerpo de Aviación tuvieron una clara visión de los acontecimientos, “como lo demuestra que el Jefe de la Base Aérea a una orden del Consejero de Seguridad Interior, por teléfono, para que saliesen los aparatos a bombardear la parte de la ciudad conocida por la Ronda de San Pedro15, replicó con plena responsabilidad de su cargo, que solamente obedecía órdenes del Gobierno de la República16, por depender del mismo en su mando, determinación que fue aprobada íntegramente cuando la sometió a consideración del Jefe de la Tercera Región Aérea, Coronel Sandino17, quien dispuso se tuviese bien presente que únicamente podían obedecerse órdenes de su Jefatura y del Gobierno legal de la República”.

Cuando el gobierno de la República se hizo cargo del OP, designó inmediatamente al coronel Escobar, pero como fuera herido, fue sustituido por Arrando18.

El informe señalaba claramente la planificación y provocación de las Jornadas de mayo por el PSUC y cómo la insurrección obrera desbordó la desesperada voluntad de diálogo, pacto y freno manifestada, DESDE EL PRIMER MOMENTO, por parte de los comités superiores de la CNT.

Lo más destacado de este informe del Cuerpo de Aviación es la confirmación de un hecho repetidamente documentado: Companys y el gobierno de la Generalidad exigieron, repetidamente, que la Aviación bombardease los principales edificios de la CNT en Barcelona. Exigencia que demuestra que Generalidad y PSUC estaban dispuestos a todo, ABSOLUTAMENTE A TODO, con el único objetivo de destruir a los revolucionarios existentes en el senode la CNT. No lo consiguieron durante las sangrientas jornadas de Mayo; pero prosiguieron en su empeño durante la selectiva represión posterior, durante el verano de 1937, hasta conseguirlo plenamente.

CONCLUSIONES:

Lluís Companys, sucesor de Macià y segundo presidente de la Generalidad de Cataluña, al conocer la muerte de Sesé perdió los nervios y exigió el bombardeo de todos los edificios barceloneses en poder de la CNT-FAI. Sandino se negó a obedecer, porque argumentaba que estaba bajo las órdenes del gobierno de la República.

MANIPULACIÓN DEL HECHO DOCUMENTADO:

Las hagiografías de Companys y la mitología catalanista o independentista no quieren reconocer la existencia de estas órdenes de Companys para el bombardeo de Barcelona y se sigue ocultando o ignorando tal hecho, así como la documentación que lo sustenta. Los libros que publican tal información son ninguneados. La historiografía académica cree realmente que aquello que repudia y arrincona no ha ocurrido nunca, y, por lo tanto, que algún día caerá en el olvido y la nada, porque nunca debería haber ocurrido. Imploremos a los dioses su clemencia, para que nadie decrete una limpieza de archivos y la destrucción de papeles viejos y obsoletos, sobre todo si alguien los considera “antipatriotas”.

Agustín Guillamón

Bibliografía de Agustín Guillamón que aporta documentación de archivo sobre la orden de Companys de bombardear Barcelona:

– Barricadas en Barcelona (Espartaco Internacional, 2007)

La represión contra la CNT y los revolucionarios. Hambre y violencia en la Barcelona revolucionaria. De mayo a septiembre de 1937. Tomo 4.Descontrol, 2015

Insurrección. Las sangrientas jornadas del 3 al 7 de mayo de 1937. Hambre y violencia en la Barcelona revolucionaria. Tomo 3. Descontrol, 2017. (Editado en inglés por AK Press/Kate Sharpley Library, 2020)

Barcelona, mayo de 1937. Libros de Anarres, Buenos Aires, 2019.

Notas

1 Depositadas en el Arxiu Tarradellas del Monasterio de Poblet. Ahora editadas en dos volúmenes por Dau Edicions. Las crónicas de Presidencia fueron un empeño personal de Tarradellas que tenían por objetivo la dignificación y exaltación de las actividades del presidente y de la institución. Traducidas del catalán.

2 Notas manuscritas de Companys a Tarradellas, escritas en mayo de 1937. Papeles de Tarradellas sobre las Jornadas de Mayo de 1937 [consultados en el Arxiu Nacional de Catalunya (ANC)].

3 Antonio Sesé: “Honorable Senyor. (Barcelona, 25 d´abril 1937)”. [FPI-AH-43-24-00107]. FPI es Fondo Pablo Iglesias de Alcalá de Henares.

4 Papeles de Tarradellas sobre las Jornadas de Mayo de 1937 [consultadas en ANC].

5 José del Barrio era en estos momentos secretario militar del PSUC. Después de las jornadas de julio de 1936 había organizado y dirigido una columna militar en el Frente de Aragón, formada por militantes del recién fundado Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC). En los años treinta había trabajado en la empresa “Lámparas Z” y había militado en el sindicato metalúrgico de la CNT, del que fue expulsado por presentarse como candidato por el PCE a las elecciones de 1933.

6 Miquel Alcubierre había sido trabajador en la empresa “Lámparas Z”, junto con José del Barrio. Fue un destacado militante ugetista.

7 Todos los edificios señalados eran cuarteles y edificios en poder de la CNT. El cuartel de Pedralbes había sido bautizado “cuartel Bakunin”; en el cuartel de los Docks en Pueblo Nuevo, rebautizado cuartel Espartaco, estaban los miembros de la columna Durruti que acababan de regresar del frente de Madrid en espera de volver al Frente de Aragón; los Escolapios eran sede del Comité de Defensa del Centro que jugó un papel decisivo en la insurrección de mayo (que no fue sometido hasta que fue asaltado y cañoneado por las fuerzas del orden público y el PSUC en septiembre de 1937).

8 Marca de la máquina que envía los teletipos.

9 Informe de los sucesos ocurridos en Barcelona a principios del mes de mayo corriente, que presenta el Comisario Político de fuerzas aéreas de Barcelona a la Delegación política de las mismas en el Ministerio de Defensa del Gobierno de la República en Valencia. [IISG-CNT-002-A11]. IISG es el Instituut voor Sociale Geschiedenis de Ámsterdam.

10 Se refiere al inicio del proceso llamado de “cementerios clandestinos”, que investigaba las muertes producidas durante la insurrección de julio de 1936, que se opuso al alzamiento militar, y el posterior asentamiento de los comités locales como nuevo poder revolucionario.

11 Muchos testimonios afirmaban que a las tres menos cuarto de la tarde.

12 Contra la CNT.

13 Que dos semanas después del fin de los sucesos de mayo permaneciesen aún, en pie, las barricadas del PSUC era una provocación y, sobre todo, un símbolo de quien había ganado políticamente.

14 Creemos que se refiere a la inmediata represión, posterior al 8 de mayo, pues durante los Hechos de Mayo tuvieron una destacada intervención. En todo caso se trata de justificar la propia neutralidad de la Aviación con la supuesta neutralidad de los de Asalto y de la antigua Guardia civil.

15 Se refiere al edificio de los Escolapios, sede del Comité de Defensa del barrio del Centro, que tuvo una destacada intervención en las Jornadas de Mayo.

16 La Generalidad no tenía mando sobre la Aviación republicana.

17 Sandino había colaborado estrechamente con los cenetistas en la insurrección del 19 de Julio. Había sido Consejero de Defensa del gobierno de la Generalidad hasta el 17 de diciembre de 1936.

18 Escobar era oficial de la Guardia civil y Arrando de los guardias de Asalto. Ambos intervinieron en las luchas callejeras del 19 y 20 de julio contra los militares facciosos.

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