Catalanismo Guerra civil Española

El falso telegrama de Antonio Martín Escudero que nunca existió,

o la continua manipulación nacionalista

Antonio Gascón Ricao

Vuelta la burra al trigo”, (expresión popular)

Si en estos días algún curioso busca por la red en la página web de la revista Sapíens, con la entradilla “Cojo de Málaga”, le aparecerá un apartado especial calificado como “Document”, donde se puede ver publicado en una fecha indefinida un documento al que la redacción de la revista puso en su día el prometedor título de:“El telegrama sobre l’anarquista el Cojo de Málaga” 1.

Pero en el caso supuesto que el mismo curioso realice una pausada lectura del mismo, descubrirá que la redacción de la revista o la autora responsable de dicha publicación le han tomado el pelo. Dado que lo que se presenta al lector, no es un telegrama, sino un prolijo documento que lleva el nombre genérico de Puigcerdá, en el cual se recoge lo acaecido durante una visita realizada a Puigcerdá y Bellver por un grupo de gente de la Junta de Seguridad de la Generalitat, que tuvo lugar dos meses antes del asesinato de Martín a las puertas de Bellver, en el cual se aprecia el modo en que ya se está preparando una atmosfera idónea con la que poder justificar la necesidad del posterior asesinato de Martín a las puertas del propio Bellver.

El documento “descubierto” por Queral Solé

Por otra parte, tal como se aprecia, el documento no ha merecido el más mínimo comentario de presentación, por parte de nadie. Ni por parte de la redacción y menos aún por parte de la supuesta “descubridora”. Y por lo mismo el documento queda huérfano, al no advertir al lector que con él se está intentando complementar un pobre artículo anterior sobre Antonio Martín, obra del historiador Carles Llorent, al que pusieron por título “Cojo de Málaga. L´anarquista que es va fer amo i senyor de la Cerdanya2. Trabajo que consta estaba asesorado por la profesora de la UB Queralt Solé, la misma persona protagonista del ahora oportuno “descubrimiento”

Artículo que en su día fue ampliamente rebatido en esta misma publicación, sin que hasta el momento haya merecido respuesta alguna por parte del autor de aquel desafortunado trabajo o de su “asesora” en aquella deplorable aventura editorial3.

Por lo mismo no resulta difícil llegar a la conclusión de que la aparición de lo que ahora se califica como “telegrama”, ha debido obedecer al interés por atenuar al varapalo que en su momento se le dio a dicho artículo, del cual en cierto modo también era responsable primera la misma persona a la que ahora se adjudica la supuesta autoría del hipotético hallazgo, mediante el cual, es de sospechar, se ha pretendido reflotar el trabajo de Llorens, añadiéndole un supuesto documento “inédito” de Antonio Martín, localizado en el Archivo Tarradellas, según los créditos, por la profesora Queralt Solé.

Sin embargo, como ya va siendo habitual, el nuevo hallazgo es otra falsedad más a añadir a la ya larga lista de agravios cometidos con la historia de Antonio Martín Escudero, proveniente en esta ocasión de un miembro de la misma familia que lleva años fantaseando sobre la persona de Martín. Porque dicho “papelito” en cuestión no es en absoluto inédito, ya que hace más de cuatro años largos que se había hecho público, tal como se puede comprobar en el libro: Nacionalistas contra anarquistas en la Cerdaña. (1936-1937) Antonio Martín, la experiencia libertaria de Puigcerdá y el sagrado mito de  Bellver”, Descontrol, 2018 4 .

Obra que se presentó en abril de aquel mismo año de 2018 en la propia Puigcerdá 5. Y puestos a ser rigurosos el artículo en cuestión de Sapiens apareció en mayo de 2019, y el “telegrama” apareció en una fecha posterior, aunque curiosamente no consta la misma en la nueva publicación, en su caso digital, un descuido interesado más, con el que se intenta pasar de puntillas.

Por lo mismo es lícito suponer que la profesora Queralt debió “tomar” la referencia necesaria de dicha obra, “olvidando” de forma conveniente para ella, referir en su aportación que dicho “telegrama” lo había recuperado gracias a nuestra anterior aportación, o que en realidad el documento en cuestión es un extenso informe, titulado de forma genérica en su portada como “Puigcerdá”, tal como se pude ver de proceder a consultar el “documento” en la página citada.

Con la salvedad de que lo que se recogía en él no era precisamente lo que se prometía en la entradilla de presentación redactada, se supone, por la redacción de la propia revista:

Només el poble de Bellver va gosar desafiar-lo, (a Martín) com demostra el telegrama inèdit que Queralt Solé, assessora del reportatge, va localitzar a l’Arxiu Tarradellas de Poblet i que podeu llegir, íntegre, a continuació. Al text es veu clarament com Bellver va demanar ajuda al Govern de la Generalitat.”.

La prueba de cargo del engaño

La prueba fundamental del engaño está, para escarnio de la revista y de su supuesta descubridora en el dichoso “telegrama”, ya que éste tiene, contando la propia portada, un total de 15 espesas páginas. Por lo mismo resulta meridianamente evidente de que no puede tratarse de un telegrama al uso, dado que su coste de transmisión en aquella época, al pagarse a tanto por palabra, lo hacía casi inasumible a efectos pecuniarios.

Para remate de la cuestión el documento está mecanografiado con una máquina clásica de escribir de la época, y por tanto no está recogido en el típico papel de fondo azul, tan típico de los telegramas, con una cinta en blanco pegada al mismo que contenía el texto mecanografiado correspondiente, tal como era el formato normal de los telegramas de dicha época. Luego el título del documento o la explicación del contenido, se puede calificar sin menoscabo alguno de un auténtico fraude intelectual, al fiar sus autores que todos los lectores del mismo somos todos unos iletrados ignorantes.

El autentico contenido del documento

De entrar en el contenido del documento en cuestión, se aprecia que el mismo está titulado de forma genérica como “Puigcerdá” en la página de portada, con dicho título escrito a mano y con un lápiz de mina roja, y aunque fechado al final, no está firmado por nadie en concreto, es decir, a todos los efectos es un documento anónimo.

Cuestión distinta es que en él aparece citado en numerosas ocasiones Antonio Martín, al igual que un tal Rebull, un conocido miembro de la Junta de Seguridad de la Generalitat, que al parecer el 28-2-1937 estaba de visita de inspección en Puigcerdá. Apareciendo nombrados igualmente en el mismo, Forés, jefe de les Milicies de Puigcerdá, o Ollé, delegado de ERC, o Clapera del PSUC, a su vez miembro del Consejo Administrativo de Puigcerdá en representación del PSUC, o regidor del ayuntamiento, o un tal Tort miembro del PSUC de Bellver.

Del mismo modo, dicho documento está dividido en diversos apartados genéricos, y el primero de ellos en su caso titulado: Rapport Puigcerdà, está compuesto por tres páginas, en las cuales se hace un breve resumen de la situación de Puigcerdà de modo muy sesgado, al ser la visión de los delegados de la Generalitat enviados para aquélla misión.

El segundo apartado, que está compuesto por 6 páginas más, lleva por título La Visita a Bellver, y en él se recoge la visita conjunta que realizaron los agentes de la Generalitat y el Consejo de Puigcerdá, incluido Martín, con las correspondientes conversaciones que allí tuvieron lugar, cuando menos las que aquellos delegados de Barcelona decidieron recoger con vistas a su posterior informe.

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Lo siguiente es una única página, sin título alguno, donde se da la noticia de cómo los delegados habían tenido noticias del asalto realizado por los hombres de Martín al Chalet de La Molina, cuartel general de los esquiadores del Regiment Pirinec de Catalunya nº 1, informe en su caso también redactado por los emisarios de Barcelona, y según el anónimo redactor, tras haber hablado en persona con Martín, aunque las explicaciones difieren con los informes contemporáneos6.

El siguiente apartado, que tal como consta es una “copia”, correspondiente a las “Proposiciones y acuerdos tomados por el Sindicato de la CNT de Puigcerdà para que sean presentados al Consejo Administrativo”, escrito que se alarga dos páginas, en las cuales se hacen patentes las cinco duras peticiones realizadas por la CNT con vistas a poder solucionar de forma pacífica el conflicto que existía en aquella comarca.

Entre las cuales destacaban la 2ª: “Exigimos a las entidades representadas en este Consejo, la expulsión de la comarca de aquellos individuos que por su labor de confusionismo y su nefasta actuación, están creando serios conflictos en la localidad y cuyos nombres podemos facilitar.”

O la 4ª: “Ningún individuo que poseyendo un comercio explotando aunque sea a un solo obrero no podrá tener representación de ninguna especie, ni en el Consejo, ni en delegación alguna”.

La quinta y última demandaba la abolición de los Sindicatos de Rabasaires de toda la comarca y de la localidad, por entenderse que no tenían razón alguna de existir, puesto que ya actuaban los Sindicatos de Campesinos, y por lo tanto se prohibiría la creación de nuevos Sindicatos, como al parecer estaba acaeciendo.

De hecho aquellos acuerdos finalizaban con una dura advertencia: “Nota. Concedemos un plazo de 24 horas a las entidades afectadas para una definitiva contestación, haciendo constar que llevamos a cabo esta advertencia para que sea cada entidad o partido político el encargado de seleccionar a la gente emboscada, pues pasado ese tiempo será la CNT, con toda sus consecuencias la que se hará cargo de llevar a cargo la obra requerida.” Es decir: o los trapos se lavaban en cada casa, o la CNT procedería a hacer de lavandería. Amenaza que nunca se llegó a cumplir.

Y se cerraba aquel documento con el apartado” Situación de Puigcerdà y la comarca de la Cerdanya”, donde todo era negativo, como era lo normal dado que los emisarios no eran precisamente imparciales, que suman otras dos páginas más. Total de páginas: 15. Documento que fue ampliamente comentado en el capítulo 18 de la obra antes citada: Nacionalistas contra anarquistas en la Cerdaña. (1936-1937).

Recordatorio

A todo esto lo curioso del asunto de Martín en estas fechas, es que a pesar de las pruebas documentales que se custodian en el Archivo Comarcal de la Cerdanya, donadas en su caso por los autores del citado trabajo en 2018, nadie haya tenido el interés necesario por hacer públicas las conclusiones que se desprenden de las mismas, o cuando menos hacer un análisis crítico de las mismas. Buena prueba de la prepotencia de los supuestos investigadores o de su falta absoluta de interés por conocer la “otra” historia documental existente, faltando de este modo a su deber demantener la imparcialidad y referir puntualmente los hechos acaecidos de forma imparcial, basada en documentos y testimonios fidedignos.

El responsable de la destrucción de la iglesia de Puigcerdá

Por lo mismo se debería esclarecer de una vez y para siempre, por ejemplo, que la persona que propuso, autorizó y puso en marcha el derribo de la iglesia parroquial de Puigcerdá, cuyos restos de la torre principal todavía perviven, no fue Antonio Martín como siempre se afirma, sino obra de Jaime Palau Soldevila, un miembro destacado de ERC de Puigcerdá y a su vez alcalde de la población, siendo por tanto él el responsable de su derribo.

Historia que él mismo recogió tan ufano en su diario personal, informando que el día 21 de agosto de 1936, reunido el nuevo Ayuntamiento local, “a petición del pueblo, se tomó el acuerdo de derribar la iglesia mayor de Santa María”, al considerarla un estorbo para la futura expansión de la población. ERC dixit. “Mortus est qui non respira”.

Personaje al que el ínclito historiador Josep María Solé Sabaté se empeñó en calificar en su obra, y siempre que pudo, de “anarquista7, cuando consta por testimonio propio que Palau era un hombre de confianza de ERC, a quien incluso se envió en misión secreta a Francia, y después a Madrid, cumpliendo un cometido encomendado personalmente por el responsable catalán de Interior. Palau incluso era en aquellas fechas un acérrimo partidario de la independencia de Cataluña de la República española, siguiendo las ideas de los Pirenaicos de Benet. Detalle que se puede comprobar en su obra:Sols un catalá en pensa 8. Y la pregunta es, por qué ahora reniega de él.

El responsable de la “lista negra” de Puigcerdá

Uno de los objetivos que nos impusimos al elaborar nuestro libro sobre Martín residió en hacer pública la existencia de la llamada “lista negra” de Puigcerdá. La misma lista que sirvió para seleccionar cuidadosamente a las víctimas de la terrible matanza del 9 de septiembre de 1936. Demostrando de paso que aquella masacre fue fruto de la venganza de los nacionalistas represaliados en octubre de 1934.

Documentando además que la lista de las víctimas derechistas no fue redactada por los anarquistas tal como se afirma siempre, sino por los nacionalistas radicales, puesto que consta por documento, que la lista de los vecinos de Puigcerdá asesinados en la horrible matanza del 9-9-1936 fue confeccionada y aprobada por Eliseo Font Morera, en su caso presidente del Casal de ERC de Puigcerdá 9.

El inductor del asesinato de Antonio Martín

Del mismo modo, que por mediación de Joan Pons Garlandí, conocido militante de ERC y miembro de la Junta de Seguridad Interior cuando la guerra, pudimos conocer sus infantiles aires conspirativos que le llevaron hasta la indiscreción política, en su caso avaladas con un gran prologo de Heribert Barrera, dando a conocer por escrito y sin rubor alguno, los nombres de los mercenarios a quienes él personalmente encargó la misión de atentar contra la vida de Antonio Martín Escudero. Demostrando con ello su “democrática” conducta. Hecho que nadie ha resaltado. Pues, a fin de cuentas, fue él quien dio las pertinentes órdenes del asesinato de Martín, muestra de que Garlandí fue el autor intelectual del asesinato10.

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Como suya fue además la iniciativa del atentado, dado que en ningún momento afirmó haber recibido órdenes de sus superiores, buena muestra del talante de algunos dirigentes de ERC de la época. Para los cuales los asesinatos de sus rivales políticos eran actos patrióticos, si los ordenaban o los realizaban militantes de ERC; pero si la autoría era ajena, según ellos, lo de los otros eran vulgares acciones criminales.

De ahí nació nuestra sospecha, cada vez más fundamentada 11, de que el “incidente” de Bellver fue en realidad una chapucera emboscada, realizada además por gente encargada del “orden público” en Catalunya, como era el caso concreto de Pons Garlandí.

Algunos de aquellos pistoleros mercenarios, o cuando menos dos de ellos, han resultado ser conocidos miembros de las Milícies Pirinenques, y por tanto personas que a su vez habían estado implicados, no sólo en la eliminación física de Martín, sino también en la frustrada conspiración de noviembre de 1936 contra el presidente Companys, que salvó la piel gracias a decidida intervención anarquista.

Ante este terror (el de Antonio Martín), unos patriotas, compañeros Xandri, Altaba, Samper, Perramont, etc., de acuerdo conmigo, con el consejero de Seguridad, Sr. (Artemio)Aiguader y Antonio Solé Torner (vocal del Consell de Defensa de la Generalitat) fueron a la comarca de Puigcerdá al objeto de aprovechar la primera ocasión y acabar con el mandato de terror del monstruo de aquellas tierras, el “Cojo de Málaga”12.

El caso del Penja-robes

Capítulo aparte merece Joan Jordá Mallarach, alias el Penja-robes, el espantajo que siempre agitan los interesados, como sucedió en el artículo antes citado de Carles Llorens, en aquella ocasión con la inefable ayuda de Joan Pous, doctor en Historia, y coautor del libro “Anarquia i República a la Cerdanya (1936-19399 El “Cojo de Malaga”, que vuelve a refrendar la vieja historia propalada en su día por Francesc Viadiu en su trabajo, “Delegat d´Ordre Públic a Lleida la roja” , que a todo el mundo le ha ido muy bien para encubrir sus miserias.

Sabiendo como saben todos los detractores de Martín que Joan Jordá Mallarach, el Penja-robes, era un agente provocador, que ya en octubre de 1934 fue detenido y procesado al haber participado en la asonada de Puigcerdà o sea que era uno de los nacionalistas insurrectos de aquellos días, o que tenía antecedentes de delincuencia común por robos en el ferrocarril, y que después de haber participado en diversos asesinatos al inicio de la guerra, supuestamente bajo bandera anarquista, decidió pasarse de bando presentándose tan ricamente en Bellver, donde fue recibido con los brazos abiertos, al ir acompañado por un grupo de guardias de asalto, y donde nadie le imputó nada, por la sencilla razón de que era uno más de los suyos.

El autor de la leyenda del Penja-robes

Del mismo modo que el cuento o la idea de la supuesta participación activa de “el Penja-robes” en el asesinato de Martín, con sus supuestos disparos desde el campanario de Bellver, salieron de la idea y de la pluma del propio Viadiu13, pensando que al propalarse el supuesto bulo sobre Jordá Mallarach, el Penja-robes, daría como resultado su asesinato a manos de los anarquistas, previsión o deseo de Viadiu, expresada en su obra, que ninguno de los dos casos se cumplió 14.

Mezclando historias

En el mismo artículo antes mencionado de Carles Llorens en Sapiens, con la correspondiente bendición de la profesora Queralt Solé, aparece una entrevista realizada por el mencionado autor a Joan Pous, en su caso coautor junto con Solé Sabaté de la conocida obra Anarquia i República a la Cerdanya15. Obra que ha servido para dar pábulo durante años a la mayoría de las interesadas historias que corren sobre aquella época, con las que se trata de encubrir lo realmente acontecido, pero siempre a beneficio del mundo nacionalista.

En ella, Pous se limita a hablar del Penja-robes recordando las mismas historias de siempre, las que urdieron en 1988, silenciando de forma lamentable tanto por parte del entrevistado como del autor del artículo, el papel jugado por el antiguo alcalde de Bellver, Joan Solé Cristòfol, al que cita con evidente encomio, o por el secretario de dicho ayuntamiento durante el mismo periodo de la guerra civil, Ignacio Jausás, sin aportar nada nuevo sobre ellos, sabiendo como él sabe, lo que se hizo público un tiempo antes y sobre lo que volvimos a insistir dos años más tarde, y aquí cabe afirmar “que el que calla otorga”. Ellos mismos, a su conciencia queda el ser esclavo de sus palabras y dueños de sus silencios.

Ya que tal como afirmábamos en 2021: “De hacer una síntesis, tal como hemos estado viendo, las dos primeras autoridades de Bellver, su alcalde y el secretario en un juicio sumarísimo posterior fueron reconocidos por los propios franquistas como elementos suyos, con grandes avales incluidos, y como tales fueron absueltos”. Asunto que nadie se ha molestado en investigar a la hora de publicar los listados de los procesos judiciales franquistas. Por lo mismo se debería ser más prudente a la hora de ensalzar.

Por ello sería un signo de prudencia analizar los casos concretos de los absueltos o los sobreseídos en los mismos listados, para intentar averiguar a qué obedecieron dichas sentencias, no fuera el caso que nos lleváramos la sorpresa de que muchos de aquellos “patriotas” trabajaron para el enemigo en el tiempo de la guerra y algunos incluso hasta después de la misma, como fue el caso concreto de Ignacio Jausás, el secretario de Bellver, que recobró su cargo de secretario en plena época franquista, siendo como había sido un notorio militante de Estat Catalá y participante activo en la asonada de octubre de 1934 16.

1 Ver en: Sapiens.cat/temes/document-eltelegrama-sobre- l-anarquiste- el cojo –de malaga.

2 Sapiens, nº 206, mayo 2019. Pág. 38.

3 A. Gascón, A. Guillamón: “Revista Sapiens o de la divulgación a la intoxicación”, serhistorico.net, 2019.

4 Ver paginas: 347, 349, 350, 356; notas 474, 480, 481, 493, Rapport Puigcerdá, Arxiu Montserrat Tarradellas i Macià (AMTM) – GC 36 Exp 1.

5 Manifiesto trapero de Puigcerdá. Combate por la Historia, Puigcerdá 27 de abril de 2018.

6 A Gascón, Marzo de 1937, lLa CNT de Puigcerdá asalta el chalet de La Molina, Ver: ser historio, junio de 2021

7Gascón y Guillamón:“La otra Memoria histórica…”, p.27

8 Jaume Palau: Sols un catalá en pensa. Imp. de la Gara, Perpinyà, 1950. El ejemplar consultado por los autores en la Biblioteca de Catalunya, debe proceder de la biblioteca del doctor Trueta, al estar dedicado por el autor a Trueta, en Perpinyà, el XV-IIII-MCMLI (sic)

9 Véase los anexos documentales números 20 y 26de la obra citada.

10 Pons Garlandí, Joan.: Un republicà enmig de faistes, Edicions 62, Barcelona, 2008

11 Y ahora ya plenamente documentada en el libro propio citado: véase anexos 12 al 18.

12 Se trata de los tenientes Andreu Xandri y Ricard Altaba. J. Pons: Un republicà enmig de faistes, Edicions 62, Barcelona, 2008, pp. 150 y ss.

13 Viadiu, Francesc: Delegat d’Ordre Públic a “Lleida la Roja”. Dalmau, Barcelona, 1979.

14 A. Gascón y A. Guillamón, Las “fake news”’ del “Penja-robes” y otras manipulaciones de la guerra civil en la Cerdanya. Ver en: ser historico.net, 30/10/2019.

15 Joan Pous i Josep M. Solé Sabaté: Anarquia i República a la Cerdanya (1936-1939). El ‘Cojo de Málaga’ i els Fets de Bellvver. Publicacions Abadia de Montserrat, 1988.

16A. Gascón, A. Guillamón: Los falsos patriotas, el caso de Bellver. Ver en: ser historico.net 18/4/2021.

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